Extra veinte:
—¿Chosen? ¿Puedes repetirme la razón por la que estamos aquí?— Preguntó Finn
—¡Sí claro! ¿Por qué no?— Sonrió sarcástico —Todavía no lo aceptas, pero los dos sabemos que tuviste un absurdo ataque de celos. Te dije por más de mil veces que esto era una locura, pero tú y esos niños insistieron en venir y bueno, pues ahora ya estamos aquí— Respondió Chosen
Estaban en medio de una de las plazas comerciales de la ciudad, ejecutando su espionaje frente a una heladería. Gracias a sus contactos en Instagram, sabían que Stefany, Jeremy y Sadie estaban ahí.
—¡Relájate!... Nosotros solo somos unos chicos increíbles y por eso estamos cuidando lo nuestro— Agregó Caleb sin despegar el ojo de la puerta de la tienda de helados.
—¿Lo nuestro?— Repitió Finn y con sorpresa levantó sus cejas fruncidas. Chosen se carcajeó al verlo actuar nuevamente por impulso, según él.
—Sí... es decir, lo que es tuyo y mío por supuesto— Continuó Caleb
—Ya deja de pensar con eso que te cuelga abajo y mejor piensa con la cabeza— Sugirió Chosen —En mi opinión ellas tienen derecho a salir con sus otros amigos.
—No estamos haciendo nada malo— Se convenció Wyatt
—¿Nada malo?— Cuestionó Jack irónicamente, quién a fuerzas estaba ahí —Si nos descubren, nos enfrentaremos a la furia de los tacones de Sadie y Stefany nos matará, nos revivirá y volverá a matarnos. Si están tomando eso en cuenta ¿Verdad?
[...]
—¡Jeremy!— Gritó Stefany —Por favor deja de llamarme “Julieta Oscura”
—¡JAJA! Ese nombre te quedó perfecto. Romeo y Julieta provienen de una novela romántica, en cambio, la tuya es una historia pervertida, por eso yo mismo le agregué “oscura”— Insistió el chico
—No somos unos pervertidos ¿Verdad que no Sadie?— Volteó a ver a la pelirroja, la cuál en lugar de hablar, bebió de su batido helado —¿Sabés qué? ¡Mejor no digas nada!
—¡Pero si no pensaba decir nada!— Protestó Sadie
—Estás en una extraña, pervertida y tóxica relación con un chico que por cierto aún no conozco y punto final— Concluyó Jeremy
—El tiene razón, mi Julietita sucia— Dijo Sadie
—¿Chicas? ¿Ustedes conocen alguna de esas cinco cabezas?— Preguntó. Fuera de la heladería, en el jardín, había una línea de altos árboles florales, justo ahí, a un lado de los tallos de árbol, estaban esos cinco rostros con gafas oscuras.
—¡Ay No!
[...]
—¡Mira ésto! ¡Son los espías!— Dijo Sadie
—No las estábamos espiando— Agregó Jack —¡Yo les dije que esto las molestaría!— Se defendió en seguida
—¡Mis chicas! ¡Que linda sorpresa!— Exclamó Caleb
—Nosotros solo estabamos pasando por aquí— Continuó Wyatt
—Yo...— Finn procesó una excusa más concreta, pero no dijo nada.
—Finn solo te estaba buscando para invitarte a la fiesta de Débora— Interrumpió Chosen —¡Ay no! ¡Ya la regue!
—¿Es él?— Jeremy le preguntó a Sadie. Finalmente estaba conociendo al verdadero protagonista de la novela pervertida que escuchó
—¿La fiesta de quién?— Cuestionó Stefany
—Chicos vengan conmigo, les presentaré a Jeremy— Oara despejar el area, la pelirroja comenzó dándole un empujón a Caleb,
—No te preocupes por eso, nosotros así estaremos bien— Le restó interés
—¡Caleb!
—¡Bien, es obvio cuando ya no nos quieren aquí!...
[...]
—¿Le preparaste una fiesta a tu amiga favorita?— Murmuró Stefany
—¿Qué?... ¡No! No fue así— Respondió el pelinegro —¿Y tú? ¿Te escondes de mí con tu nuevo amiguito?
—Obviamente no estaba escondida. ¿Entonces? ¿La sigues viendo?— Regresó al asunto de la Vivora/Débora.
—Debbie está arrepentida— Mencionó Finn —Solo quiere pedir disculpas
—No me importa su arrepentimiento
—¡Okay! ¿Tú qué crees que sentí?... Mi novia no me respondía el teléfono, porque la señorita estaba en una importantísima reunión con un completo desconocido.
—Para mí no es ningún desconocido y perdón, no sabía que ahora tenía que pedirte permiso para salir— Stefany se cruzó de brazos, eso hacía cuando estaba molesta.
—No quiero que hagas eso, pero sí tenías ganas de un helado, me lo hubieras dicho y yo lo habría comprado para tí. Tú sabes que no te niego nada, todo este tiempo me la he pasado cumpliendo tus caprichos— Insistió Finn
—¿Qué está pasando contigo? ¿Te estás escuchando?... Ahora el problema cambió de rumbo hacía el helado— Agregó la chica
—¿Y en la fiesta de Debbie?— Continúo Finn
—¿Sabías que Jeremy es gay?— Confesó Stefany —Tú no deberías saber eso, pero al parecer es la única forma de terminar con esto.
—¿Qué?— Exclamó
[...]
Más de un año de relación y ya se habían enfrentado a todo tipo de discusiones sin sentido, unas con menos intensidad y coherencia que otras, pero de cualquier forma lo habían resistido. Tal vez no tenían la relación más sana del mundo, eran tóxicos, bipolares, pervertidos, un poco románticos, pero vivían un ambiente en el que los dos se sentían cómodos y en donde libremente podían ser ellos mismos.
En plena noche eterna, Stefany estaba más despierta que nunca, giraba de un lado a otro en la cama y constantemente observaba la parálisis del reloj en su teléfono.
Pronto escuchó tres golpes en la ventana
—¿Qué haces aquí?— Corrió las cortinas y el cristal de la ventana y dejó pasar a Finn, quién había subido hasta ahí solo para verla.
—...Hola— Mencionó el pelinegro
—Hola...— Respondió tímida
—Quería hacerte una visita rápida— Dijo él
—¿Ah sí? ¿Todo está bien? ¿Qué pasa?— Cuestionó confundida
—Yo...— Finn guardó silencio por un momento, formó una pausa más larga de lo normal y al final se decidió —¿Sabés qué?... Por favor bésame ahora, vuélveme loco, mañana podrás hacer conmigo todo lo que tú quieras, pero por ahora deja de torturarme, déjame tenerte entre mis brazos para demostrarte lo mucho que me haces falta, por ahora ámame otra vez
Llegó ahí con la intención de hacer una propuesta medio indecente, cambió de planes y todo se volvió un aviso. No esperó ni un segundo más, para saber si ella estaba de acuerdo, deslizó sus manos a través de su cintura y la unió a su cuerpo, antes de acariciar desesperadamente sus labios.
—Te extrañé— Susurró Stefany
—Tambien te extrañé
Lyattinn
