Extra uno:
15 meses después...
Las estrellas del cielo lucían más brillantes de lo usual, lo demás que restaba en la ciudad seguía normal. Las lámparas de los postes encendidas alrededor de las calles alumbrando la noche, niños y niñas en bicicletas regresando a sus casas. La luz de cierta habitación también estaba encendida, pero se notaba distinta, no a simple vista, si no en el sentir:
—No solo se trata de una comedia romántica. Ellos fallecieron a causa de las diferencias entre sus familias amistades y la demás gente que los rodeaba— Mencionó la del cabello morado
—¿Por qué estás contándome todo eso?— Preguntó el pelinegro confuso
Ambos se encontraban recostados en la cama de la habitación de Stefany, ella estaba acurrucada entre los brazos y el pecho de Finn, él le cepillaba suavemente el cabello con la punta de sus dedos.
—Es una muestra de que a veces la gente es muy absurda. ¡No quiero que algo malo nos pase!— Murmuró se separó de Finn, flexionó sus rodillas y quedó sentada frente a él.
—¿Por qué crees que algo malo nos puede pasar?— Volvió a cuestionar el chico e imitó su acto, dobló las rodillas y quedó enfrente de Fanny
—Por los acontecimientos que pasaron desde que tú y yo nos conocimos
—Haré hasta lo imposible para protegerte, nada malo va a pasar— Finn tomó las dos manos de Stefany las acercó a sus labios y dejó un delicado beso en ellas
—Lo siento, pero estaría mintiendo si te digo que eso me dejará tranquila
—¿Entonces te compongo una canción o que?— Bromeó
Ella hizo una expresión de: "¿Really?". El pelinegro continuó con su vacilada, primero sonrío, fingió que afinó su garganta y se preparó para gritar
—...— La chica se sentó encima de él y le cubrió la boca con sus dos manos
—¿Estás loco? ¡No grites Charlie está abajo!
—Entonces saca todas esas ideas de tu cabeza— Finn trazó un recorrido con sus brazos desde las piernas hasta la cintura de Fanny y la atacó con un par de besos en las mejillas
—¡No! ¡Finn! ¡Ya basta!
Finn soltó una carcajada, con un movimiento la tumbó en la cama y se subió encima de ella. Esa cama se había vuelto como una solapa para intensos besuqueos por parte de la joven parejita.
El tiempo pasó a la velocidad del viento, de pronto ya llevaban un año de novios. Ella tenía 18 años y seguía siendo la misma de siempre. Ninguno de los dos se olvidó de todo lo que ocurrió con Lilia, pero Stefany quedó más afectada, existían momentos en los que se estancaba y no hacía otra cosa que recordar todo.
Unas cuantas caricias de labios, besos rítmicos y calurosos les despejaban la mente. Fanny pasaba sus manos enredando sus dedos en los rizos de Finn, él jugaba en su cadera, ambos succionaban los labios del otro, todo encajaba a la perfección, sus lenguas jugaban internamente sin malicia.
[...]
Mary e Isabela combinaban sus recetas en la cocina de la última mencionada, Charlie las ayudaba trozando algunos vegetales, en ocasiones volteaba hacia el techo, el que por cierto también era el piso de la habitación de su hija.—¿Es sano que pasen tanto tiempo allá arriba?— Mencionó Charlie
—Fanny siempre será nuestra niña, pero ella necesita crecer— Dijo Isabela
—¿No confías en mi hijo Charlie?— Le preguntó Mary
—Jamás dije eso— Respondió —Sé que no sucederán cosas que ellos no quieran que sucedan. Me pregunto si debemos hablarles sobre como pueden protegerse— Comentó
—Es nuestra obligación, pero pensando en nuestra hija debemos encontrar la manera de acercarnos, de lo contrario no nos escuchará
Lyattinn