Extra dos:
Además de experiencias inolvidables, el último año en la preparatoria, incluye una variedad de actividades que van más allá de una boleta de calificaciones; por ejemplo, la realización de prácticas profesionales, el cumplimiento de servicio comunitario, visitas a diferentes universidades, solicitudes y fichas para exámenes de admisión... y muchas cosas más.
En el transcurso del ciclo escolar, no se desperdició ningún maldito segundo, pero desafortunadamente, el tiempo ni de broma se dedicó al listado de obligaciones pendientes. Por tal razón, Stefany y Sadie ahora unidas con Iris, no podían salir de la biblioteca del colegio, porque estaban liberando sus 240 horas de prácticas y servicio social. Respecto a la rubia, ya tenían una relación más desarrollada con ella, se divertían constantemente y la habían incitado al pecado unas cuántas veces, podría decirse que ya eran amigas.
—¡Esto no es justo!— Se lamentó la pelirroja y después azotó el libro de lectura en la mesa —En este momento deberíamos de estar preparando los trajes de baño
Como en la mayoría de las instituciones educativas, las generaciones a egresar tenían el privilegio de decidir si querían hacer una fiesta o un viaje, para celebrar su graduación. En este caso, votaron a favor de un viaje. De tal modo, que estarían algunos días en una isla calurosa de los estados unidos.
—Sí bueno, para la próxima vez analizaremos muy bien la situación antes de hacerle caso a cada una de las tonterías de Caleb— Mencionó abrumada. Stefany estaba detallando la editorial del libro matemático, buscando el nombre del autor —¿Se imaginan qué pasará por la mente retorcida de los creadores de libros tan repugnantes? ¿Por qué razón se torturan escribiendo sobre expresiones algebraicas y toda la cosa?— Reprochó frustrada
—No lo sé. Tal vez ahí encuentran la diversión— Agregó Iris
—¡Buen punto!... Pero más que diversión parece masoquismo— Stefany opinó una vez más
—Te dije que hiciéramos una solicitud. En este momento estaríamos encabezando un nuevo programa para ayudar a los animales de la calle!— Comentó Sadie —Hubiéramos ayudado al cachorro de tu vecina
—Sadie, con eso nos hubiéramos quedado en mi casa todos los días...— Stefany hizo una pausa mientras meditaba lo que decía, si lo pensaba con más detalle, la idea hubiera sido bastante buena.
—¿Y cuál crees que sería el chiste?— La pelirroja se encogió de hombros —Cómo sea ¿Para qué nos lamentamos? ¡Ya estamos aquí!
—Chicas, necesito regresar a mi casa, mi mamá quiere que vayamos a visitar a Lilia— Comentó la rubia. En cuanto mencionó a su hermana, todo se quedó en silencio.
—¿Cuánto tiempo le falta?— Preguntó Fanny por cortesía.
—Los médicos dicen que va mejorando poco a poco
—¡Si claro!... Eso me suena a que pasará muchos años más en ese lugar— Dijo Sadie —¡No me veas así!... Solo trato de ser realista— Agregó ante los desaprobantes ojos de la del cabello morado.
—Pero antes de irme quiero decirles algo...— De la nada, el pálido rostro de Iris se tornó de un tono carmesí y eso que seguía sin hacer su pregunta —Ustedes saben que los viajes de graduación son conocidos por qué la mayoría de los estudiantes pierden la virginidad ¿Verdad?
—¿Hasta dónde va tu pregunta?— Cuestionó Stefany, con un gesto de: "¿Por qué me preguntas eso a mí?"
—He pensado mucho y no quiero que Jeaden se aburra de mí
—¿Te das cuenta de lo ridícula que te escuchas?... Si el desgraciado se aburre es su problema. Créeme, él sería el mayor de los idiotas si deja ir a una mujer como tú por una tontería como esta... Recuérdalo siempre— Argumentó Fanny
—Sé que ustedes ya tienen experiencia en esas cosas— Cuándo la rubia pronunció eso, Sadie y Fanny intercambiaron miradas —De cualquier forma necesito un consejo— suplicó
—¡Iris Tranquilízate!... Por supuesto que podremos ayudarte— Respondió Sadie
—Gracias, de verdad gracias— Agradeció, luego se despidió y se marchó de la biblioteca.
—¿Qué pasará cuando se entere que en esas situaciones estamos más perdidas que ella?— Le susurró Sadie a Stefany
—¿Estamos? Eso sonó a manada— Respondió Fanny con una pícara risita, Sadie inconscientemente abrió la boca y le rogó para que se lo contara todo
[...]
Stefany permaneció en la biblioteca durante el resto de la tarde, tenía que acomodar una fila de libros en los estantes del medio y después podría regresar a su casa.
Se subió a la mini escalera de madera y comenzó a recorrer los libros para poder ordenar los que faltaban.
—¡Ahh Maldito!— Gritó espontáneamente. Unas misteriosas y avariciosas manos, estaban rodeándola por la cintura.
—¿Te asusté?— Preguntó burlón.
Suspiró, ella conocía los encantos de aquella voz a la perfección y ahora sabía que tenía a Finn por detrás.
—¡NO!... Solo me gusta reaccionar con terror de vez en cuando— Respondió sarcástica y después se giró sobre sus talones en dirección al pelinegro, quién la seguía sosteniendo de la cadera —¿Qué haces aquí?
—¿Por qué me dices eso? ¿Qué? ¿A caso no puedo recoger a mi novia del colegio?...— Declaró —Realmente eres una grosera conmigo ¿Ni un saludo me merezco?— Señaló su mejilla. ¡Uy! Se indignó el señorito.
Stefany puso los ojos en blanco y sonrió divertida, lo abrazó por el cuello y le dejó un par de besos en la mejilla, pero Finn no se conformaba con unos simples besitos, entonces...
—¿Te falta mucho?
—No, solo espera en lo que tomó mis cosas
—Bien, ahora solo llama a tus papás diles que llegarás tarde...
Lyattinn