Tres mosqueteras y cuatro dragones (2a temporada)

Capitulo 34: Sedada a más no poder

     Pov Bea:

     - Natalia ¿qué ha pasado?

     Natalia - Tranquila, está todo perfectamente.

     - ¿Cómo ha estado James?

     Natalia - La verdad es que ha llorado un montón.

     - Pobre. Debe estar agotado.

     Natalia - Tu también estás agotada así que duerme bien. Por cierto ¿qué nombre le vas a poner?

     - Yo creo que por todo lo que hemos pasado lo tendría que elegir James.

     Natalia - ¿Y ésto lo sabe él?

     - Que va, quiero que sea una sorpresa.

     Natalia - Vale, no le digo nada - en cuanto lo vea se lo digo, pensó.

     - Me está entrando sueño.

     Natalia - Pues duérmete anda - Me tapé con la manta del hospital y caí en un gran sueño profundo. No se si era por el agotamiento, por estar sedada o por las dos cosas. Sentí como alguien cerraba sigilosamente la puerta y se sentaba en la butaca de al lado de mi cama. Abrí un poco el ojo y cuando vi que era James intenté abrirlos pero me molestaba todavía la luz. Cuando él se percató de que me estaba despertando se acercó hasta la cama y se puso a mi altura.

     James - Hola - susurrando.

     - Hola...

     James - Cómo has dormido?

     - Muy bien ¿Y tu?

     James - No importa como haya dormido yo, lo importante es que no me des esos sustos ¿vale? - acariciándome el pelo.

     - Lo siento - James puso instantáneamente su mano en mi abdomen.

     James - No les des más sustos a papá y a mamá ¿vale? Que sino cuando seas grande no te compro el coche ¿eh? - Entró Natalia con una bolsa de deporte.

     Natalia - Esto es para que te cambies, viniste con el vestido puesto.

     - Menos mal, sino me veía volviendo a casa con la bata del hospital - Me puse el chándal y me senté en la cama a esperar al médico.

     Dr - Bueno, ya está todo bien así que pueden irse cuando quieran.

     - Aún me sigue molestando un poco ¿es normal?

     Dr - Si no se preocupe. Que tengan un buen día - El médico se fue y yo suspiré un poco aliviada.

     James - Anda vamos - cogiéndome los hombros.Os mentiría si dijera que no pegué como unas cinco cabezadas en el coche. Tenía demasiado sueño ¿Tanto me habían sedado?