No puedo contigo. |Kuroo Tetsurō|

Nine ᴥ︎

de: tetsurokuroo1@mail.com
para: azumaneatsumiii@mail.com

mi mamá volvió a casa.

Con un simple mensaje la chica se levantó de su cómoda cama.

- Debo ir a ver a mi amigo papá.- avisó con preocupación en su voz.

- Esta bien.- respondió su padre al verla agitada antes de meter unas cosas a su bolso y salir corriendo.

Salió de su casa, en todo este tiempo había escuchado un poco sobre la madre de Kuroo, pero cuando por fin su amigo se atrevió a contarle todo, fue cuando más se aferró a ella.

- mi madre... es una persona complicada, hace mucho tiempo se fue de casa y aunque para mi fue la mejor opción, mi papá decayó incontables veces por la falta que ella le hacía. Nunca entendí muy bien el porque, ella lo trataba mal y muchas veces vi a papá con lagrimas en los ojos, pero al parecer es un masoquista.- se rió para poner su típico tono de humor ante las cosas, aunque este le haya dado un amargo sabor de boca.- la sigue esperando, sigue poniendo un lugar para ella en la mesa, y sigue comprando sus cosas favoritas para cuando ella vuelva. Por eso jamás me había aferrado tanto a alguien.

Aunque ella no hubiese entendido la última parte, para Kuroo significaba un gran paso admitir lo aferrado que estaba a su amiga.

Sabía que esa vez su amigo había abierto su corazón hacía ella, sus recuerdos y experiencias, ahora entendía las muchas veces que Kuroo parecía ser de hielo o el porque jamás hablaba de su familia.

Sin saberlo, el hecho de que él haya confiado en ella, significaba muchísimo.

Corrió cuadras y cuadras en medio de una noche estrellada y sin darse cuenta ya estaba frente a la casa de su amigo.

Tocó el timbre y quien abrió, para su sorpresa, fue una mujer algo mayor, igual de alta que Kuroo, con muchas similitudes físicas.

- Vengo a ver a Tetsurō.- habló secamente la chica entrando a la casa, se sentía con el derecho suficiente por todas las veces que había estado ahí.

- ¿Quien eres tú?- la mujer preguntó con un tono demandante y acercándose amenazante a la chica.

- Mi novia, aléjate de ella.- su amigo apareció tomando la mano de la chica y llevándosela de ahí.

Se la llevó hasta el que era su cuarto, para luego pararse frente a ella y hablar.

- ¿que haces a...- comenzó a preguntar, pero fue interrumpido por un abrazo por parte de la chica.

- No sabía que era tu novia, Tetsurō.- lo apretó fuertemente contra su cuerpo.

El chico enternecido la apretó contra su cuerpo igualmente, era esa sensación calida que tanto le gustaba.

- ¿Que haces aquí, Atsumi?- preguntó sin soltarla.

- Creí que me necesitabas, además, quería verte.

- Tienes razón, te necesitaba.- dijo para seguir unos minutos abrazados.

- Traje comida.- se separó de él para sentarse en su cama y sacar las cosas de su bolso.

Comieron mientras se miraban, hablaban y reían, era una noche espléndida, la luna y las estrellas brillaban como nunca o quizás ellos sentían esa intensidad en las cosas al estar uno al lado del otro.