Thirty Two 𓃠

2.8K 233 47
                                    

- Así que también viene por él en las mañanas.- dijo Atsumi al pasar por fuera de su casa por la vereda del frente y ver que el mismo auto del día anterior se encontraba fuera de casa nuevamente.- por eso salía tarde últimamente.

- ¿No te alegra que tu papá tenga novia?- preguntó Kuroo mientras sostenía fuertemente su mano.- Yo estaría feliz si mi papá consiguiera una pareja.

- Sabes que el caso es distinto, además, no me molesta.- Kuroo la miró confundido, si no le molestaba, entonces ¿Qué había sido esa reacción de ayer?- me molesta el hecho de que no me lo haya dicho antes.

- Entonces, si te lo hubiera dicho primero, ¿estarías feliz?- preguntó el azabache.

- Claro, en realidad no me importaría, pero en cambio, estaba con una mujer a escondidas.- las expresiones faciales de Atsumi cambiaban a la velocidad de la luz y Kuroo disfrutaba ver cada una de sus expresiones.- Ni siquiera nosotros anduvimos a escondidas.

- Tienes razón, somos muy maduros.- se burló Tetsurō y Atsumi solamente le lanzó una mirada de desprecio.

- Usamos nuestra desoxirribosa.- soltó Atsumi, rogando por haber usado la palabra bien.

- ¿Sabes que usaste esa palabra muy mal?- la miró Tetsurō mientras reprimía las carcajadas que amenazaban con salir.- en serio, muy mal.

- Lo estoy intentando, tu siempre dices cosas muy inteligentes.

- Es un don, mi amor.- presumió el azabache.

- Dios, Atsumi-chan ¿Qué pasó en tu cuello?- preguntó un preocupado Lev al ver a su querida amiga con el cuello marcado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Dios, Atsumi-chan ¿Qué pasó en tu cuello?- preguntó un preocupado Lev al ver a su querida amiga con el cuello marcado.

- Oh, no es nada, me golpeé con la puerta del baño esta mañana.- Atsumi intentó tapar disimuladamente su cuello con sus manos, mientras conservaba su dulce mirada.

- Llegué.- anunció Kuroo al entrar por la puerta del gimnasio.

-Y llego la puerta.- anunció Yaku, ganándose las risas de sus compañeros, un golpecito de parte de Atsumi y unas confusas miradas de parte de Lev y Kuroo.

- Yaku-san, creo que se equivocó, el que llegó fue Kuroo-san, no una puerta.- le dijo Lev con suma ingenuidad.

- Ay Lev, a veces pregunto como funciona esa cabecita tuya.- Morisuke habló como una madre.

- ¡Kuroo-san!, ¿¡que le pasó a tu cuello!?- Lev impresionado se acercó a ver las notorias marcas que Tetsurō poseía en su cuello.

- Me golpee con la puerta anoche.- respondió lo primero que se le vino a la mente.

Solo recibió una risa por parte de Yaku y ver a su novia como golpeaba su frente con la palma de su mano, pues le había copiado la excusa sin siquiera saberlo.

- Ustedes dos son muy despistados, con razón son pareja.- Kuroo lo miró confundido mientras la risita de Yaku abundaba cada vez más.- Atsumi también se golpeo el cuello con la puerta.

Entonces Kuroo entendió la situación e intentó reprimir la risa que amenazaba con salir presionando sus labios y formando una delgada línea, Lev mientras tanto parecía analizar más la situación, hasta el momento en el que abrió ambos ojos completamente asombrado.

- ¡Esos no son golpes de puertas!- exclamó el ruso asombrado, mientras se volteaba a ver a Atsumi y a Kuroo una y otra vez.- Kuroo-san eres todo un pillo.

- Y tu eres muy lento.- se acercó a Atsumi para besarla y luego dirigirse a todos los que los rodeaban.- ¡A calentar!

Y con ese mandato de capitán todos los chicos obedecieron.


- Iré a buscar a Jumin y mis cosas para volver a casa.- habló Atsumi de mala gana mientras caminaba junto a Kuroo y Kenma.

Miró su celular, pudo ver los 30 mensajes y las 64 llamadas perdidas que tenía de su padre, pensaba pasar a su casa antes de ir por su mascota, pero la idea de esfumó al ver el auto de aquella mujer nuevamente fuera de su casa.

- Quizá lo esta consolando, tu padre debe estar decaído.- mencionó Kenma luego de ver como su amiga cambiaba su semblante luego de ver el auto.

Él ya sabía todo lo que había pasado, pues ella y Kuroo confiaban plenamente en él, se podía decir que Kozume era considerado el mejor amigo de ambos.

- No es necesario que te vayas a tu casa aún, si no quieres.- habló finalmente Kuroo.- en casa eres bienvenida, en mi cama igual.

- Kuroo, eres un cerdo.- mencionó Kenma mirándolo asqueado, para seguido caminar más rapido adelantando a la pareja por unos metros.

- ¿Celoso, Kenmi?- le dijo burlesco.- ¡Donde caen dos, caen tres!

- Eres un cerdo.- repitió Atsumi, soltando al azabache y apurando el paso hasta Kenma.

- Hey era un chiste.- se excusó el azabache, pero ninguno de los dos lo escuchó, o mejor dicho, pero ambos lo ignoraron hasta llegar a casa.

- ¡Bienvenida a casa Atsumi!- la recibió la abuela de su novio al entrar a casa.

- Hola también, abuelita.- la saludó un sarcástico Tetsuro.

- Jumin estuvo durmiendo todo el día en tu cama.- le avisó la anciana al azabache.

- Primero roba a mi novia y ahora roba mi cama.- contestó con falso enojo.

- ¿Hoy también dormirás aquí?- la anciana ignoró la falsa indignación de su nieto y siguió hablando con la castaña.

- No quiero molestar.- Atsumi negó amablemente.

- No molestas para nada, solo un día más.- insistió la anciana.- el abuelo de Tetsu salió con Jumin, volverá pronto.

- Esta bien, mañana me iré.- se rindió con felicidad la castaña.

- Deberíamos preparar la cena para cuando llegue Koichi del trabajo.- la abuela se adentró aún más a la casa.- ustedes cámbiense y me vienen a ayudar.

Ambos chicos caminaron hasta la escalera, pero la voz proveniente de la anciana hizo que el azabache se paralizara.

- ¡No te pases de listo con Atsumi, Tetsu!- el ojiamarillo se paralizo a la mitad de la escalera por el vergonzoso comentario de su abuela.

- ¡Yo no hago esas cosas, abuela!- gritó de vuelta con el rostro rojo de vergüenza.

- No te preocupes amor, vamos.- Atsumi intentó calmar la vergüenza de su novio.

- Claro.- respondió cabizbajo.

- ¿Quieres ducharte conmigo luego de cenar?- ofreció coquetamente la castaña mientras subía la escalera de la mano de su pareja.

- ¡Claro!- respondió instantáneamente Kuroo, su vergüenza había desaparecido completamente.- ¿Eso quiere decir que lo haremos en la bañera, verdad?

- Sí, nunca lo he hecho en la bañera, serás mi primera vez.

Y con solo ese comentario todas las hormonas del cuerpo del azabache enloquecieron, dejándolo impaciente por que las horas pasaran rápidamente.

IMPORTANTE!!

¡Leer ultimo mensaje publicado!

No puedo contigo. |Kuroo Tetsurō|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora