- Entrenan muy duro.- Asahi se estiró, saliendo del gimnasio junto a su hermana, y los chicos de Nekoma.
- ¿En Miyagi no entrenan todos los días?- preguntó Yaku.
- Sí lo hacemos, pero creo que no practicamos tanto la defensa y los bloqueos.- Asahi ató nuevamente su largo cabello.
- Recuérdalo para cuando vuelvas con los cuervos.- mencionó Kuroo.
Mientras los chicos hablaban entre todos, Kuroo decidió agarrar la mano se su novia para seguir caminando.
Atsumi al sentir el tacto de su novio miro sus manos entrelazadas y recordó lo que había pasado la noche anterior.
Los besos de Kuroo comenzaron a bajar aún más por el estómago de Atsumi, desabrochó lentamente el pantalón de la chica y comenzó a bajarlo, permitiéndole ver sus delgadas bragas negras, sigilosamente subió una mano hasta el cuello de Atsumi.
Atsumi, quien jamás había recibido un tacto así, quedó fascinada por la genial sensación que sintió al momento que la gran mano de su novio apretó suavemente su cuello, sin dejar de besar y lamer las demás partes de su cuerpo.
Cuando el chico iba a despojar totalmente las prendas de la chica, para poder finalmente atacar su feminidad con su boca, el ruido en la puerta lo hizo detenerse.
- Atsumi, se que debes estar ocupada con Kuroo, pero no sé dónde hay más comida.- se escuchó la inigualable voz de Bokuto.
- Te juro que lo mato.- habló Kuroo enojado.
Sacudió su cabeza para despejar su mente de aquellos pensamientos pecaminosos.
Inconscientemente llevó una de sus manos a su cuello, aunque no se sentía igual como la mano de Tetsurō.
- ¿Qué pasa? ¿te duele la garganta?- preguntó Kuroo en voz baja, para no llamar la atención de sus compañeros.
- No, yo solo...- las palabras dejaron de salir de su boca, realmente no sabía como continuar esa oración y miro de reojo nuevamente la mano de Kuroo.
- Oh, ya entiendo.- comprendió el azabache y sonrió juguetonamente.
Quito suavemente la mano de su novia de su cuello y disimuladamente colocó la suya sobre su cuello.
- ¿Recuerdas esa sensación?- preguntó coquetamente, hablando bajo para que ningún otro lo escuchara.
Atsumi solamente asintió, dirigiendo su mirada de los ojos a los labios de Kuroo, quien suavemente apretó su cuello, logrando que un leve gemido se escapara de los labios de la chica.
- Así que te gusta que te ahorque.- la chica solamente asintió, no podía creer lo mucho que la ponía tan solamente las manos del chico.- la próxima semana podremos repetir esa sensación.
Besó fugazmente a su novia para seguir caminando y volver a incorporarse a la conversación de los demás chicos.
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No puedo contigo. |Kuroo Tetsurō|
Fiksi PenggemarACTUALIZACIÓN LENTA. A veces, no puedo contigo ¿Sabes, Atsumi? Una mirada bastó para que dos almas se entrelazaran, podrían llamarle amor a primera vista, aunque ella se ha esforzado en refutar tal concepto, y él se ha esforzado en no volver a caer...