ACTUALIZACIÓN LENTA.
A veces, no puedo contigo ¿Sabes, Atsumi?
Una mirada bastó para que dos almas se entrelazaran, podrían llamarle amor a primera vista, aunque ella se ha esforzado en refutar tal concepto, y él se ha esforzado en no volver a caer...
- Capitán, ¿te gustan mi short también?- Yaku se burló de la situación de la mañana.
- Cállate o te...- Kuroo acalló su amenaza, quedando petrificado por la imagen que veía atrás de Morisuke.
Al igual que los demás que se encontraban adelante de Yaku y pudieron ver lo que se acercaba detrás de él, pareciera que veían un monstruo.
- ¿Que pa...- se volteó, y calló igualmente que Kuroo y las personas que los rodeaban.
Era Atsumi, con una sonrisa poco usual en su rostro y una mirada amenazante.
- Yakkun.- canturreó su nombre.- creo que estas pasando mis límites.
- Y-yo, lo siento, no quería...- fue interrumpido por Atsumi, quién sonaba enojada pero mantenía esa sonrisa dulce en su rostro.
- ¿no querías que? ¿enojarme? ¿faltarme el respeto?- le respondió cínicamente.- solo cierra esa linda boquita que tienes ¿sí?
- Claro.- respondió asustado Yaku.
Atsumi se fue de allí, dejando a Yaku y los demás pasmados por su actitud tenebrosa.
- Sí, ella es la que manda en la relación.- rompió el silenció Kuroo.
- Te creo.- Morisuke respondió con miedo aún mientras todos veían pendientes a la fémina alejarse.- te creo.
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- ¡No escapes del bloqueo, Kenma!- lo regañó el entrenador Nekomata.
Kenma cada vez que Bokuto debía rematar, antes de que el balón golpeara sus brazos, los corría.
- Me sacarán los brazos.- habló neutral Kozume.
- ¡No lo harán!
- ¡Soy el mejor!- se vanagloreó a si mismo Bokuto.
- Aún así no quedaste entre los tres mejores.- se burló Kuroo desde lejos.
- ¡Cállate!
Atsumi miró a la colina, donde habían estado la noche anterior comiendo, vió como todos los del Karasuno corrían a la cima y devuelta.
Tsukishima quien se había quedado atrás, la estaba preocupando.
- ¿Estás bien?- salió con una botella de agua.
- Sí, solo que no tengo resistencia infinita como los demás.- tomó agradecido la botella de agua.
- Te entiendo, a veces los chicos me hacen entrenar con ellos, soy un desastre.- contó Atsumi con mala cara, logrando que Tsuki se riera.
- Hey, jamás te había visto reír.- le sonrió Atsumi.- deberías hacerlo más seguido.
- No.- negó volviendo a la seriedad Tsukishima.
- Esta bien.- Atsumi le sonrió, ya se acostumbró a las personas frías, tenía a Kenma cerca.- bueno, te dejo con tu castigo.
Sonrió, era costumbre que sus respuestas fueron tomadas por las demás personas de una manera más incómoda, pero ella parecía tener una reacción totalmente normal.
