ACTUALIZACIÓN LENTA.
A veces, no puedo contigo ¿Sabes, Atsumi?
Una mirada bastó para que dos almas se entrelazaran, podrían llamarle amor a primera vista, aunque ella se ha esforzado en refutar tal concepto, y él se ha esforzado en no volver a caer...
- ¿Hoy es el último día, verdad?- preguntó Atsumi aún adormilada.
- Así es.- respondió igualmente Kiyoko.
- No nos veremos hasta las nacionales.- Atsumi tomó otro sorbo de su taza de café matutino.- si es que pasan las eliminatorias.
- Lo haremos, estoy segura.- habló con entusiasmo Kiyoko.
- Entonces te esperaré.- Atsumi le ofreció su taza de café, Kiyoko la tomó y bebió un largo sorbo.
- Hey Tsukki, intenten ganar algo al menos hoy.- se acercó Atsumi, apenas vió llegar al pelirubio.
- Así será.- sonrió de una manera borde, aunque el siempre fuese así, verlo sonreír seguía sorprendiendo a todo mundo.
- Aún no me acostumbro a verte sonreír, Tsukishima.- caminó por su lado Nishinoya.
- ¡Siempre sonrío!
- Eso es mentira.- respondió Hinata.
- Te dejo discutir en paz sobre tu sonrisa, iré con mi equipo.- fue su forma de despedirse e irse con sus compañeros.
- ¿Cómo durmieron hoy?- les preguntó cuándo llegó al lado de los demás.
- Es más entretenido cuando duermes con nosotros.- se estiró Yaku.
- ¿¡Qué!?- preguntó el entrenador Naoi al escuchar lo que había dicho el libero.
Todos se rieron, Yaku había hecho una mala elección de palabras y precisamente en un mal momento.
Los partidos empezaron, el último día había comenzado con emoción de parte de todos los equipos y aunque el Karasuno no ganara, cada juego era más difícil que el anterior.
- ¡Buena recepción, Akaashi!- Atsumi veía con atención el juego de Fukurōdani contra Nekoma.
Disfrutaba ver sin culpa jugar a ambos equipos, ambos tenían jugadores excelentes y lo que más disfrutaba ver era como los músculos de los chicos se hacían notar gracias a la fuerza que ejercían en los saltos y recepciones.
- Debería ser ilegal tener piernas tan marcadas.- relamió sus labios mientras veía las piernas de Keiji disimuladamente.
- ¡Mira como rompo a tus gatos, Atsumi-chan!- declaró Bokuto antes de saltar para hacer un remate.
- ¡Eso no pasará!- Kuroo apareció de la nada bloqueando por sorpresa a Kōtarō.
Y aunque el balón había seguido en juego, gracias al número 7 del Fukurōdani, algo en la expresión de Bokuto había cambiado, se había apagado...
- Oh, ahí viene su modo emo.- pensó Atsumi, mientras veía claramente la preocupación por parte de Akaashi.
- ¡No me den más pases!- gritó Bokuto.- no puedo creer que dije y me bloquearan, ¡qué vergüenza!
- Esta bien.- dijo simplemente Akaashi para seguir con el juego, dejando con la mirada plasmada a Bokuto.
Se defendieron lo bastante para seguir bien a Nekoma, sin necesidad de usar a su as.
Akaashi colocó y un entusiasmado Bokuto, desesperado por jugar, remató perfectamente ganando el último punto contra Nekoma.
- ¡Hey, hey, hey!- celebró, volviendo a su esencia motivada.- ¡Soy el mejor, ¿viste eso, Atsumi-chan!?
- Prefiero a mis gatos.- le mostró la lengua, mientras estiraba suavemente su mejilla hacia abajo con su dedo, como el peliplata siempre hacía.
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