- Hoy dormiré en casa de Kuroo.- anunció Atsumi mientras caminaba hacia la puerta.
- ¿Qué? Espera.- la intentó retener su padre.- ¿Por qué te molesta tanto?
- Me molesta el hecho de que nisiquiera lo mencionaste, pensé que confiabas en mi, pero ahora me dí cuenta que no es así.- sollozaba mientras colocaba el arnés de Jumin.- tuve que enterarme yo sola, ¿hasta cuando pensabas esconderlo? ¿hasta el matrimonio?
Su padre solamente guardó silencio, no sabía como contestar, nisiquiera él sabía hasta donde duraría escondiendo aquel amorío.
- Lo que imaginaba, no pensabas decirme.- tomó todo lo necesario de Jumin y caminó hasta la puerta.
- Lo siento.- dijo por último su padre, y dejó que ella se fuera.
Kuroo solamente era un espectador, por lo tanto solamente salió detrás de su novia sosteniendo el bolso con la ropa de ella.
Al salir de la casa finalmente Atsumi dejó a su pequeño felino en el piso y comenzaron a caminar hasta la casa de Kuroo. Por inercia, Kuroo tomó su pequeña mano y esta solamente la tomó fuertemente.
- ¿Crees que a tu familia le moleste que me quede en tu casa?- preguntó insegura Atsumi.
- ¿Que dices? ellos te adoran.- afirmó Tetsurō.- no te preocupes, puedes quedarte todo el tiempo que necesites.
- ¿Y si les molesta Jumin?- comenzó la preocupación de Atsumi.
Ella solamente lo había traído con ella, pero que hará al otro día cuando deba irse a la preparatoria, ¿que sucederá con su pequeño gatito?
- Por él no te preocupes, mis abuelos aman a los gatos, lo consentiran más que a Akihiko.- habló orgulloso el pelinegro.
- Superalo, no se llamará Akihiko.- se rió Atsumi.
- Chicos, tengo turno nocturno hoy.- habló el padre de Kuroo mientras comía su cena.- Llegaré en la madrugada.
- Esta bien.- Kuroo Siguió comiendo la cena que su novia había preparado.
- Oh Jumin, deja las plantas en paz.- Atsumi se levantó y tomó a la pequeña criatura entre sus brazos.
- Jumin es tan lindo, se parece un poco a Tetsurō.- habló la abuela de su novio mientras veía como el pequeño gato se dejaba acariciar gustosamente.
- ¿Por que todos dicen eso?- preguntó Kuroo con una gran sonrisa en su rostro.- nos parecemos, pero el me odia.
- No te odia.- negó Atsumi.
Tetsurō solamente se levantó, tomó al pequeño, dejándolo en el piso y comenzó a abrazar a Atsumi y a besar sus mejillas.
Y de la nada el felino comenzó a maullar bulliciosamente, acercándose a los pies del chico y golpeándolo suavemente con sus patitas delanteras y seguía maullando, mientras la familia del pelinegro se reía a carcajadas con la actitud del pequeño animal.
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No puedo contigo. |Kuroo Tetsurō|
FanfictionACTUALIZACIÓN LENTA. A veces, no puedo contigo ¿Sabes, Atsumi? Una mirada bastó para que dos almas se entrelazaran, podrían llamarle amor a primera vista, aunque ella se ha esforzado en refutar tal concepto, y él se ha esforzado en no volver a caer...