SOLO QUIERO DECIRLES QUE LOS QUIERO Y DISFRUTEN EL CAPITULO.
Hoy habíamos salido temprano de la U y Jazmín decidió llamar a su hermano para que nos lleve a casa.
- pues dile que se largue porque... - me miro pensativa - ¿ella es mas importante que yo?
Si, esa es Jazmín cuando no tiene mas que decir.
- Tal vez deberíamos...- poso su indice en mi boca para callarme y colgó.
- Ya viene - se ríe.
- ¿que paso? - fruncí las cejas.
- Se pelearon - guardo su teléfono y se sentó a mi lado - sabe que no puede conmigo.
- O con tu manipulación.
- ¿quien manipula a quien? - pregunto Julian parado frente a nosotras.
- Ay no puede ser - Jazmín rodó los ojos.
- ¿No perdonaran a su amigo de años? - se hace el ofendido.
- No puedes simplemente llegar y esperar que te perdonemos, Julian - dije y me levante junto a Jazmín ya que su hermano llego.
Subimos al coche y el arranco sin saludar.
- Me costaste una novia - dijo él mirando por el espejito.
- ¡Ay no puede ser! - lo miro Jazmín atenta - ¿terminaron? - pregunto con tanta felicidad que yo solté una pequeña risita.
- Ya quisieras hermanita - él le guiño un ojo y ella se echo para atrás aburrida.
- ¿podrías dejarme aquí? - le dije a él.
- ¡vaya! hasta que hablas - dice aparcando el coche frente al edificio.
- Gracias, chao - me baje y entre.
Entre mas caminaba mas miradas se posaban en mi y como a todos eso les incomoda, pero yo a diferencia de los demás no me quedaba callada.
-¿podrían al menos disimular? - dije en cuanto llegue al elevador y luego este se cerro.
Paro en el quinto piso y se subió quien menos esperaba ver.
- Es un milagro verte por aquí, Elizabeth - dijo él con sonrisa coqueta mientras entraba.
- ¿que haces aquí? - pregunte cortante.
- ah, es que no quiero tomar las escaleras, entonces decidí tomar el elevador encontrándome con esta bella rubia - lamió su labio superior.
- Ya decía yo que si se puede ser mas idiota - el elevador se abrió y justo estaba Nathan ahí parado.
- Hola - me dio un beso y poso un brazo en mi cintura - te estaba buscando - esta vez se refirió a Antonio.
- Dime para que soy bueno - respondió.
- Para ser un idiota - respondí por lo bajo.
- Necesito que vayas por lo que te dije en la mañana, estaré en mi oficina - Antonio entro al elevador de nuevo y Nathan y yo seguimos el camino a la oficina - ¿que tal estuvo la universidad? - me pregunto cuando cerro la puerta.
- Muy bien - me senté en uno de los sillones - ¿el trabajo?
- un poco estresante, pero todo bien - se tiro a mi lado - ¿como llegaste?
- El hermano de Jazmín me trajo - apoye mi cabeza en su hombro.
- ¿tu ex? - levante mi cabeza para mirarlo y estaba muy serio.
- Oh, por Dios, ¿estas celoso? - me reí - Nathan dejamos de salir hace años.
- No estoy celoso - seguía sin mirarme y yo le agarre el rostro con ambas manos y le di un beso, pero él no lo siguió.
- ¿por que no me llamaste a mi? - pregunto y yo me aleje y suspire.
- porque no quería molestarte, estas en el trabajo y creí que estabas ocupado.
- pues no lo estaba.
- ¡¿yo como iba saber eso?! - me voltee a mirarlo y se estaba riendo - eres un idiota, Nathan.
- Así me...
- Señor, Nathan - llamaron a la puerta.
- Pase - ella entra con la mirando la tableta en su mano y luego levanta la mirada fijándose en mi.
- Disculpe la interrupción, pero lo solicitan en la sala de reuniones - aviso - con permiso - y salió.
- ¿que te parece si apenas salga de la reunión vamos a comer? - me pregunta y me da un beso en la frente.
- Esta bien, no tardes - me dio un ultimo beso, pero esta vez en la boca y salió.
(...)
Nathan y yo nos encontrábamos en casa, viendo películas, estábamos en la cama viendo películas y acobijados ya que afuera hacia frío.
Nathan se quedo dormido y al rato yo igual, después de unas horas tocaron la puerta y yo decidí bajar a abrir.
La casa estaba demasiado oscura y yo pisaba con cuidado de no tropezar hasta llegar a la puerta, pero para cuando abrí no había nadie.
- ¿Me extrañaste, Elli? - escuche una vos suave en mi oído y voltee, sintiendo un dolor agudo en mi vientre.
- ¡Ay! - lleve mi mano al lugar y mis manos estaban llenas de sangre - ¿que hiciste? - mis ojos se llenaron de lagrimas por el dolor.
- Tranquila, Elli - toco mi mejilla - ya no llores, ya no me volveré a ir.
- ¿que crees que haces, Iris? - caí de rodillas - yo no te he hecho nada.
- Te equivocas, Elli, te equivocas - su voz comenzó a ser escucharse mas lejana.
- ¡NO! - salte y me senté de una - mis bebés - toque mi barriga y no había nada.
- ¿que paso? - pregunto Nathan a mi lado - solo fue una pesadilla, tranquila.
Mi respiración se encontraba realmente muy acelerada, tape mi cara y me puse a llorar de los nervios.
- Tranquila... - Nathan se acerco y me abrazo - no pasara nada.
Ethan...
Sin duda podría parecer un loco pero aquí estaba.
- ¿como piensas seguir con todo esto estando aquí? - le pregunte.
- Eso no es problema para mi - me guiño un ojo - no sera la primera vez que escapo de un lugar así.
- Solo no toques a Zoé ni a Elizabeth - hable entre dientes.
- Zoé es mi hermana y no se merece mas sufrimiento.
- ¿Y Elizabeth? - eleve una ceja.
- Tranquilo, hermanito, yo se hacer mis cosas - se acercó - nada saldrá peor de lo que ya esta - sonrió.
- Se acabo la visita - llego un guardia y se la llevo.
Nada puede salir mal, ¿o si?
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BUENO, BUENO AQUÍ LES DEJO OTRO CAPITULO UN POCO MAS CONFUSO Y LLENO DE MISTERIO.
¿QUE CONCLUSIONES TIENES? COMENTARLAS, TE LEERÉ ;)
Y... GRACIAS CHIC@S POR APOYARME Y SIEMPRE ESTAR AHÍ PENDIENTE (AUNQUE TARDE EN ACTUALIZAR) SIN USTEDES NO SE HUBIERA PODIDO LOGRAR...
¡YA TENEMOS 42K de vistas!
*No se si es normal emocionarme tanto pero enserio estoy demasiado feliz c:*
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La Deuda
CasualeElizabeth Johnson se verá obligada a pagar la deuda que tiene su padre con uno de los mafiosos más peligrosos del país. De ella depende la vida de su padre, hermana e incluso la de ella. - ¿en qué consiste el trato? - le pregunto a mi padre. - deber...