Capitulo 35

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Elizabeth...

Abro los ojos y observo cada parte de la habitación, mientras paso mi lengua por mis dientes, los cuales tienen sabor a sangre.

Diria que me tiene encerrada en la peor de las habitaciones, pero la verdad es que es todo lo contrario a lo que me podía imaginar.

Me levanto y miro por la ventana, en el gran jardín frente a mi, estaba Ritter hablando con otros hombres vestidos de traje, los cuales asintieron y se fueron.

Poco después de que todos desaparecieran de mi vista, incluso Ritter. Escuche pasos que se acercaban cada vez mas a la habitación donde me encontraba.

Me aparte de la ventana rápidamente y me senté en la cama, mirando la puerta. Quitaron el seguro y luego Ritter apareció en mi campo de visión.

- Veo que ya estas despierta - Dice.

- Al menos no estas ciego - rodé los ojos.

- Odio que hagas eso - suspiro.

- Todos odian que lo haga - eleve una ceja - y no porque lo odien voy a dejar de hacerlo - le di una sonrisa de boca cerrada.

- No cambias - se apoyo en la puerta.

- Ya, ve al grano y dime que quieres - me cruce de brazos.

- Necesito que me ayudes con algo - imito mi gesto.

- El gran Ritter que nunca necesita ayuda para hacer las cosas, decide pedirme ayuda a mi - hablo con si recitara un poema - sabes perfectamente mi respuesta.

Me levante e intente apartarlo de la puerta, pero él me empujo haciéndome sentar de nuevo.

- Este asunto esta relacionado contigo.

- y no pudiste solo... ¿llamarme? - le dije - Tenias que montar semejante estupidez.

- ¿lo harás o no? - pregunto, ya cansado.

- Ni siquiera se de que trata y no me interesa ayudarte - quite un cabello de mi cara - Mis asuntos los resuelvo yo y tú los tuyos.

- Ay, Elizabeth - hablo ya cansado - Te conozco mas de lo que crees, conozco tus debilidades, las...

- No eres Ritter sin tus juegos - rodé los ojos por  segunda vez - ¿que se supone que harás? - me levante con las manos cruzadas.

- Verás - empezó - Zoé ya ha pasado muchas cosas y no creo que quieras hacerla pasar por una mas - empezó a contar mientras daba un paso - Nathan muerto... - hizo un gesto desagradable y siguió contando mientras caminaba - Tus hijos... ¡ay, tus hijos! - dijo con fingida tristeza y llego hasta mi, acercando su boca a mi oído - No creo que quieras perder dos mas - mordió mi oreja.

Lo empuje mientras lo miraba con asco y él solo reía.

- Eres un maldito monstruo - le pegue una cachetada - No te atrevas a tocarles un pelo.

- Siempre me lo decías, pero no por eso dejare de serlo - dijo con calma, tocando mi barbilla - Hasta en la cama me lo decías...

Empece a golpearle el pecho mientras le gritaba cosas, hasta que él hizo una mueca, me agarro ambas manos juntando las en mi pecho y me empujo, caí sobre la cama y pensé que me haría daño.

- Tampoco me gustaba esta parte de ti, pero tampoco dejaras de hacerlo - se río y se fue, echándole llave a la habitación.

- ¡AHHH! - grite de la rabia que tenia contenida dentro de mi - ¡Sé que sigues ahí, Ritter! - me levante de la cama - ¡Y como la ultima vez, no te la dejare fácil! - le pegue tres golpes a la puerta.

Lo escuche murmurar algo en alemán y luego sus pasos que, poco a poco se escuchaban mas lejanos.

- En serio esto no puede estarme pasando, no de nuevo - dije, con ambas manos en mi cabeza, mientras daba vueltas por la habitación.

Luego de tanto pensar y no conseguir nada, me tire en la cama y resople.

(...)

- ¿No crees que seria bonito continuar con la vida que llevábamos? - me sobre salte, sentándome rápidamente. Genial, me había quedado dormida.

- Mierda - cerré los ojos con fuerza por un pequeño mareo que me dio y lo mire mal - ¿de que demonios hablas? - pregunte por lo que había dicho antes.

- Tú sabes de que hablo - separo su espalda de la cama y me miro.

- Ahora estoy con alguien mas que...

- Que pusieron en tu vida como una obligación mas - siguió él - tú no lo quieres de la manera que quisieras hacerlo, solo finges - se acerco y tomo mi barbilla - porque sientes que así puedes sentirte menos usada.

- Cállate - le dije - no nos vemos desde hace hace años y ya crees que sabes todo de mi - aparte su mano y me levante - los años pasan y las personas cambian, Ritter.

- Siempre fuiste la mas chica difícil de tener y ahora resulta que en unos pocos meses, ¿ya caíste a sus pies? - se ríe - y por si fuera poco ya tienen dos niñas, Samanta y Summer - lo mire un poco sorprendida.

- Veo que no te perdiste ni el mas mínimo detalle de mi vida.

- y mientras siga vivo, tampoco te perderé a ti, esta vez no - dice.

Me acerco y agarro su rostro.

- ¿y que harás estos últimos días? - sonreí.

- ¿Quien dice que no pueden ser años? - imito mi gesto, retándome.

- Yo - guiñe un ojo.

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El fuego no cesaba...

poco a poco las llamas consumían lo que quedaba de aquella casa...

Y no me sentía mal, al contrario,me sentía libre, me sentía feliz. Sentía que podía tragarme al mundo de un solo bocado.

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;)





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⏰ Última actualización: Oct 07, 2020 ⏰

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