Elizabeth...
Me acosté en la camilla, Nathan se paró a mi lado y la doctora se sentó en el otro lado.
Aplico un gel en mi barriga y luego deslizó una máquina por el mismo lugar. Apareció una imagen a blanco y negro en la pantalla frente a mi de dos figuras sin forma.
Mire a Nathan y el tenía su ceño fruncido.
- ¿Por qué hay dos... - dejo la pregunta al aire, abrió muchos los ojos; miro a la doctora y luego a mi.
- ¡Siii! - chillo la doctora emocionada - tendrán dos hermosos bebés, Felicidades.
Nathan y yo sólo nos mirábamos, ambos con los ojos muy abiertos. Incluso la doctora estaba más emocionada que nosotros.
(...)
Llegamos a casa y nos encontramos a Ethan comiendo banano, quien paro en seco cuando abrimos la puerta.
- ¿cómo les fue? - ninguno dijo nada y el paro de comer para vernos con una sonrisa burlona - con la cara que tienen parece que les fueran dado la noticia de que no tendrán uno, sino dos.
se rio y nosotros nos le quedamos viendo serios.
- Oh, por Dios, ¿dos?
- ¿dos que? - pregunto Zoé, quien venía bajando las escaleras.
Yo sólo comencé a caminar a las escaleras.
- Felicidades, hermano - dijo Ethan burlón - te vino con premio doble.
- No seas idiota, Ethan - dijo Nathan y le pego en la parte de atrás de la cabeza.
Termine de subir y me senté en la cama.
No podía creer que fuera a tener gemelos.- ¿que tanto piensas? - mire a la puerta y ahí estaba Julián.
- ¿que haces aquí? - pregunte.
- Quería hablar contigo - se sentó a mi lado.
- Entonces... Lo que dijo Jazmin, ¿es verdad?
- Si, eso es cierto, Elizabeth - tomo mis manos.
- Pero... ¿por qué nunca me dijiste? - me levanté - mucho antes de estar con Nathan yo sentía algo por ti, pero es parte del pasado y no puedes venir a decirme lo que sientes ahora, me voy a casar - susurre esto último.
- Lo se... pero...
- ¿que?
- ¿estas segura que ese bebé no es mio? - su pregunta me dejó sin palabras.
Él se acercó.
- No es uno, son dos y, ¿que dices? Nosotros no nos hemos acostado.
- Te equivocas, Betty - me tomo de la barbilla - en la fiesta de Jazmin...
- ¡Por Dios! ¡Eso fue hace ya tres meses! - toque su pecho bruscamente con mi dedo índice - y tengo sólo un mes.
- Entonces... ¿cuanto llevas con Nathan? - elevó una ceja - no creo que con tres meses ya te quieras casar con él, ¿te están obligando a hacerlo?
- No - susurre.
- estas mintiendo, Eli - ladeo su cabeza, mirándome con intensidad - tus labios tiemblan cada que lo haces - pasó su dedo por mis labios - y estoy seguro que eso y muchas cosas más que él no sabe de ti. Él no es el tipo de hombre que tú quieres.
- Tú no sabes nada de lo que yo quiero - escupi con rabia - ya no me conoces.
- claro que si, y él no es algo que tú quieras - susurró en mi oído.
- Quiero que te vayas - le señale la puerta - si vas a venir hasta aquí sólo para decirme lo que quiero o no para mi vida, pierdes tu tiempo - cerré mis ojos y una lágrima salió - Ya ve...
Senti sus suaves y húmedos labios sobre los míos por un par de segundos y cuando pude reaccionar, sólo pude ver como Julián caía al suelo con Nathan encima.
- ¡Nathan! - chille, pero el no paro sus golpes - ¡sueltalo! - sali hasta el pasillo - ¡Rosa!
Una Rosa muy alterada se asomó por la cocina.
- ¡llama a seguridad! - grite y ella salió sin pregunta nada.
Unos segundos después, dos de los hombres entraron a la habitación y consiguieron separar a Nathan de Julián.
- ¡Saquenlo! - grito un Nathan furioso - ¡Y que no vuelva a entrar a esta casa! - sentenció y los hombres se llevaron a Julián.
Iba detrás de los hombres, cuando Nathan me agarró del brazo y me devolvió.
- ¡Tú eres mía! - grito, agarró mi rostro bruscamente y dejo un corto beso en mis labios - ¡Sólo mía y de nadie más!¡¿entendiste?!
Su actitud me estaba asustando.
- ¡Responde! - grito de nuevo.
- si... - susurre - ¡Si! - grite y el se fue, asotando la puerta.
Mi respiración estaba acelerada, tenía miedo.
Me tire en la cama y no pare de darle vueltas a todo hasta que me quedé dormida.(...)
Senti la cama hundirse a mis espaldas y voltee para encontrarme a Nathan sentado de espaldas a mí.
Me acosté de nuevo, dándole la espalda y cerré mis ojos.- Lo siento - susurraron en mi oído y unos brazos envolvieron mi cintura - sólo me comporte como un maldito psicópata. No debí gritarte.
Me senté y él hizo lo mismo.
- Lo siento, ¿si? - agarró mi rostro e intento besarme, pero le pegue una cachetada antes de que llegará a hacerlo.
- nunca piensas bien, ¿verdad? - Me levanté de la cama, dejándolo un poco dolido y antes de llegar a la puerta sus palabras me detuvieron.
- Te quiero, Elizabeth - susurró, lo mire y su cabeza estaba agachada - y por eso me comporte como un idiota. Eres la primera persona que me hace sentir tantas cosas y... tengo miedo de perderte - levanto la mirada y vi sus ojos aguarse.
Trague con dificultad y solloce.
- Tambien te quiero, pero... - hable - No puedo permitir que te acostumbres a que te perdone cada vez que haces algo malo y creas que con sólo palabras bonitas puedes conseguir todo.
Abrí la puerta.
- Espero no suceda de nuevo - salí.
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¡Espero me perdonen por demorarme tanto en actualizar y me dejen su voto!
Dime que opinas de este capítulo.
De lo que dijo Elizabeth.
Del lado toxico o del lado lindo de Nathan.
Ayúdame a compartir esta historia.
Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo atrasado Jsjsjs
Y sin mas... NOS LEEMOS PRONTO, BYE ♡
ESTÁS LEYENDO
La Deuda
RandomElizabeth Johnson se verá obligada a pagar la deuda que tiene su padre con uno de los mafiosos más peligrosos del país. De ella depende la vida de su padre, hermana e incluso la de ella. - ¿en qué consiste el trato? - le pregunto a mi padre. - deber...