CAPÍTULO 16

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Elizabeth...

   Me terminó de amarrar los zapatos, acomodo un poco mi cabello, agarró mis cosas y bajo.

- ¿a donde vas? - escucho la voz de Nathan y para verlo acomodandose las mangas su camisa de seda.

- A... ¿la Universidad? - pregunte con obviedad.

- por que...

- No, Nathan - lo corte - No pienso quedarme aquí. Sólo me faltan lo que queda este año y el próximo - sonrió.

- que mujer más terca eres - Suspira y pasa por mi lado para subir - Almenos deja que te lleve - se quedó esperando mi respuesta, asenti y siguió subiendo.

   Me senté en el sofá a esperarlo y apenas lo hice, llamaron a la puerta; me levanté y la abrí.

   Suspire.

- ¿que haces aquí? - pregunte con amargura y me crucé de manos.

- ¿no es obvio? - pregunto mi padre - vine a visitar  a mi hija.

- Pues... llegas en mal momento - sonreí falsamente - justo estoy saliendo para la Universidad. Y cualquier día que quieras venir es malo. No hay tiempo para el hombre que vende a su hija ¡y a la otra la  mete en un maldito psiquiatra! - grite lo último.

- Hija...

- quiero que te vayas - baje la cabeza, una lágrima comenzó a bajar por mi mejilla y el se giró.

- esta bien - suspiro - pero no me  cansaré de insistir.

- y yo no me cansaré de repetirte que te alejes que nuestras vidas - levanté la cabeza y le señale la puerta.

   El siguió caminando, hasta que lo vi subir a su camioneta.
   Suspire y solté a llorar.

- Oye, oye, ¿estas bien? - se acercó Nathan corriendo y me tomo el rostro, me miraba con preocupación.

- No... - lo abrace con fuerza.

- Tal vez deberías...

- ¡Mierda, Nathan, que no! - grite, el se sobre salto y me aleje de el riéndome - no me quedaré en casa - le palmee el hombro y fui por mis cosas.

- diría que está en sus días, pero esta embarazada - murmuró y cuando me gire suspiro.

- Vamos - pase por su lado, salí de la casa y entre en la camioneta.

- Vamos - dijo, luego de subir y poner sus manos sobre el volante.

   Puso el coche en marcha y yo encendí la radio.

- ¿A que vino tu padre? - pregunto.

- No lo se - desbloquee el celular y comencé a revisar mis redes sociales.

- ¿por qué estabas llorando? - paro en un semáforo en rojo y me miro.

- porque... ¿cómo pretende mentirnos, meternos en SU mundo y luego venir como si nada hubiera pasado? - bloquee el celular y lo mire.

- Te entiendo - arrancó el coche de nuevo.

   El resto del camino fue silencioso, hasta que llegamos a la Universidad.

- Gracias - me desabroche el cinturón - nos vemos luego.

- ¿te recojo? - baje, cerré la puerta, lo mire por la ventana y negué.

- creo que iré con Jazmin, bye - me aleje.

   Iba caminando y apareció Nathan en mi campo de visión.

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