Capítulo 19

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Una tarde, luego de un agotador, pero efectivo entrenamiento de quidditch, Harry y yo volvíamos a la sala común, bastante satisfechos con nuestros resultados en el campo, y al entrar a la sala, esta parecía estar muy animada.

-¿Qué ha pasado? -le preguntó Harry a Ron y Hermione, que estaban sentados frente al fuego en los mejores asientos, haciendo un trabajo de Astronomía.

-Primer fin de semana en Hogsmeade -respondió Ron, señalando una nota que había en el viejo tablón de anuncios. Mi sonrisa empezó a desaparecer-. Fines de octubre. Halloween.

-Espléndido -comentó Fred, que había entrado después de nosotros por el retrato-. Tengo que ir al negocio de Zonko: casi no me quedan bombas de olor.

Ni siquiera quiero preguntar para que las ocuparán él y George. Harry se dejó caer en una silla al lado de Ron, mientras yo hacía lo mismo, junto a Hermione, que miró a Harry con una especie de tristeza en la cara.

-Harry, estoy segura de que tú y Charlotte van a poder ir la próxima vez -lo consoló-. Van a atrapar a Black enseguida. Ya lo han visto una vez.

-Black no está tan loco como para intentar nada en Hogsmeade. Pregúntale a McGonagall si puedes ir ahora, Harry. Pueden pasar años hasta la próxima ocasión -dijo Ron-. Tú también podrías intentarlo si es que la autorización de tu abuela no llega.

-¡Ron! -le recriminó Hermione-. Los chicos tienen que permanecer en el colegio...

-No pueden ser los únicos de tercero que no vengan -continuó Ron-. Vamos, pregúntenle a McGonagall.

-Sí, lo haré -dijo Harry, y luego los chicos me miraron.

-Yo... -Harry me miraba suplicante-. También lo haré, hablaré con Mcgonagall.

Hermione abrió la boca, probablemente para opinar en contra de lo que haríamos, pero justo en ese momento, Crookshanks saltó a su regazo, con una gran araña muerta colgándole de la boca.

-¿Tiene que comerse eso aquí? -preguntó Ron, frunciendo el entrecejo.

-Bravo, Crookshanks, ¿la has atrapado tú solito? -dijo Hermione, ignorándolo.

El gato masticó y tragó lentamente la araña, con la mirada fija en Ron.

-No lo sueltes -le pidió Ron a Hermione con irritación, mientras volvía a concentrarse en su mapa-. Scabbers está durmiendo en mi mochila.

Harry bostezó mientras sacaba sus materiales para también empezar a trabajar en su mapa. Por mi parte estoy tan cansada, que no creo que lo pueda hacer hoy.

-Si quieres puedes copiar el mío -le ofreció Ron a Harry, bajo una fulminante mirada de Hermione, luego de añadirle un último arabesco a su pergamino.

Estuvimos un buen rato tranquilos, yo fijándome en como Hermione hacía su mapa, para poder no estar tan perdida después. De repente, sin previo aviso Crookshanks, que parecía haberse estado preparando, saltó hacia la mochila de Ron.

-¡EH! -gritó Ron, tomando la mochila mientras el gato clavaba las garras en ella y empezaba a rasgarla fuertemente-. ¡SUELTA, ESTÚPIDO ANIMAL!

Ron intentó quitarle la mochila a Crookshanks, pero el gato parecía decidido a quedársela, pues no la soltaba, por más que Ron agitara el objeto.

-¡No le hagas daño, Ron! -gritó Hermione, creo que refiriéndose al gato, aunque claramente quien necesitaba protección era la mochila, y claro, Scabbers que estaba adentro. Ron seguía dándole vueltas a la mochila, mientras el gato seguía aferrado a ella, y entonces, Scabbers salió dando un salto.

Charlotte y el Prisionero de AzkabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora