Capítulo 28

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Ron se encargó de que Harry tuviera más cuidado luego, dándole un golpe por debajo de la mesa. No es el método que yo habría utilizado, pero al menos pareció haber dado frutos, pues Harry dejó de moverse y aplastarme la pierna. No se lo recriminaré eso sí, las circunstancias no están como para eso.

-Black y Potter. Cabecillas de su pandilla -dijo la profesora McGonagall con un dejo de añoranza en la voz-. Los dos eran muy inteligentes. Excepcionalmente inteligentes. Creo que nunca hemos tenido dos alborotadores como ellos.

-No sé -dijo Hagrid con una risa entre dientes-. Fred y George Weasley podrían dejarlos atrás.

Me reí lo más silenciosamente que pude.

-¡Cualquiera habría dicho que Black y Potter eran hermanos! -terció Flitwick-. ¡Eran inseparables!

-¡Por supuesto que lo eran! -dijo Fudge-. Potter confiaba en Black más que en ningún otro amigo. Nada cambió cuando dejaron el colegio. Black fue el padrino de boda cuando James se casó con Lily. Luego fue el padrino de Harry -abrí la boca con sorpresa y miré a los chicos con preocupación, preguntándome como estaría Harry allí debajo-. Harry no sabe nada, claro -yo creo que ahora sí-. Ya te puedes imaginar cuánto se impresionaría si lo supiera.

-¿Por qué Black se alió con el Innombrable? -susurró Madame Rosmerta.

-Aún peor, querida... -dijo Fudge. ¿Cuántas cosas más iban a ser peor que la anterior? ¡Por Merlín, me estaban poniendo los pelos de punta!-. Los Potter no ignoraban que el Innombrable iba tras ellos. Dumbledore, que luchaba incansablemente contra el Innombrable, tenía cierto número de espías. Uno le dio la información, y Dumbledore alertó inmediatamente a James y a Lily. Les aconsejó ocultarse. Bien, por supuesto que el Innombrable no era alguien de quien uno se pudiera ocultar con facilidad. Dumbledore les dijo que su mejor defensa sería el encantamiento Fidelio.

-¿Cómo funciona eso? -preguntó Madame Rosmerta, quitándome la duda y expresándola en voz alta.

-Es un encantamiento tremendamente complicado -dijo el profesor Flitwick con voz chillona. Nadie mejor que él para aclarar dudas de su asignatura-, que supone el ocultamiento mágico de algo dentro de una sola mente.  La información se oculta dentro de la persona elegida, llamada el guardián del secreto. Y en lo sucesivo es imposible encontrar lo que guarda, amenos que la información sea revelada por dicho guardián secreto. Mientras este guardián se negara a hablar, el Innombrable podía registrar el pueblo en que estaban James y Lily sin encontrarlos nunca, aunque tuviera la nariz pegada a la ventana de la salita de estar de la pareja.

-¿Así que Black era el guardián secreto de los Potter? -susurró Madame Rosmerta. Ella estaba haciendo todas las preguntas importantes, y se lo agradezco.

-Naturalmente -le respondió McGonagall-. James Potter le dijo a Dumbledore que Black daría su vida antes de revelar dónde se ocultaban, y que Black estaba pensando en ocultarse él también... Y aún así, Dumbledore seguía preocupado. Él mismo se ofreció como guardián secreto de los Potter.

-¿Sospechaba de Black? -exclamó Madame Rosmerta.

En ese momento, empecé a sentirme algo mareada, pero lo intenté ignorar y sacudí la cabeza. 

-Dumbledore estaba convencido de que alguien cercano a los Potter había informado al Innombrable de sus movimientos -terció McGonagall-. De hecho, llevaba algún tiempo sospechando que en nuestro bando teníamos un traidor que pasaba información al Innombrable.

-¿Y a pesar de todo James Potter insistió en que el guardián secreto fuera Black? -Madame Rosmerta deje ya de leerme la mente.

-Así es -dijo Fudge-. Y apenas una semana después de que se hubiera llevado a cabo el encantamiento Fidelio...

Charlotte y el Prisionero de AzkabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora