Capítulo tres | Reflexiones y sorpresas.

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Era el último día de clases de nuestra segunda semana cuando estaba perdido en mis pensamientos

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Era el último día de clases de nuestra segunda semana cuando estaba perdido en mis pensamientos. Lo cual, por cierto, no era nada nuevo.

Vivir es algo completamente raro. Está fuera del entedimiento humano, eso está claro. A menudo recuerdo esa frase tan trillada "Existir no significa vivir", pero ¿Qué significa vivir realmente? 

En muchas ocasiones no me he detenido apensar en lo que hacía hasta que ya estaba hecho, siempre he tomado las cosas a la ligera y le he visto el lado divertido a la vida, incluso si no existía uno, lo creaba. Mi vida ha sido así durante diecisiete años pero mi yo de ahora no sabía bien qué hacer, no cuando caes en la realidad de que en un segundo tu vida podría acabar.

Vida hay una.

Y sé que pueden pensar: "Wow que descubrimiento, yo pensé que éramos gatos y teníamos 7 vidas"

Pero ¿Se han puesto a pensar en que real realmente la vida es sólo una?

Sólo existimos durante un límite ¡Y no sabemos cuándo es ese límite! Sólo vivimos diciendo que "es un día mas" pero no nos damos cuenta que en realidad es "un día menos".

Un día menos para cantar las canciones que nos gustan, un día menos para estar con quienes amamos, un día menos para atreverse, un día menos para arriesgar sin mirar atrás, un día menos para amar...

Amor.

¿Mi historial de amor? Sin mucho éxito.

Había perdido la cuenta de las veces que me había declarado a chicas que me gustaban y ellas sólo me habían rechazado, ignorado o habían salido corriendo. En serio. 

Las chicas se pasan días llorando por sujetos que le rompen el corazón pero son ellas las que se rompen a sí mismas fijándose en las personas equivocadas, personas que creen que pueden cambiar pero que al final su naturaleza les traiciona. A veces amábamos tanto y tan ciegamente a alguien que simplemente ignorábamos todas las diferencias que podíamos tener con él o ella, nos apasionábamos por lo nuevo, por lo exótico, por lo prohibido, que olvidábamos que primero éramos nosotros y sin importar que tan intenso sea el sentimiento que tengamos por alguien más, si este subía cuando nuestro amor propio bajaba, entonces debíamos alejarnos. El punto era que no lo hacíamos y ahí radicaba el problema.

Un ruido sordo me distrajo de mis pensamientos, confundido enfoqué mi mirada hacia el frente en busca del profesor, pensando que de allá sería la fuente del sonido, sin embargo, me tensé cuando me di cuenta de que el lado provenía de mi costado.  Miré en esa dirección y me llevé una linda sorpresa cuando me di cuenta de que era una chica de tez blanca y mechones rubios que caían sobre esta, acomodaba sus cosas, tirando algunas cosas en el camino y fue en ese momento en el que caí en cuenta que aquel era el sitio de Belle. Salí de mi estupor y me revolví algo incómodo. ¿No habría visto las cosas de Belle? Estaban justo al lado de su sitio ¿Qué hacía entonces sentada en su lugar a pesar de eso?

Buscando lo inolvidable. ✔ [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora