Epílogo.

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Gradualmente dejaron de verse

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Gradualmente dejaron de verse.

Aunque claro, pasaron meses para que aquello ocurriera. Los primeros meses fueron cuando más salidas de todos juntos hubieron, las risas y aquel sentimiento positivo de que nada cambiaría, de que todo seguiría igual a pesar de la distancia y de las escazas oportunidades de verse. Por supuesto, no fue así.

Fue cuando acabaron las vacaciones de verano que todos decidieron centrarse más, quizás trabajar mientras averiguaban lo que querían estudiar o estudiar demasiado para aquellos que ya sabían que carrera seguir para así poder alcanzar algún lugar en una buena universidad, claro está. Se reunían aún, claro, pero siempre faltaban uno o dos, debido al ajustado horario que poseían o porque simplemente preferían estudiar fervientemente para la universidad porque se trataba de su futuro, sus amigos podían esperar ¿Cierto?

Fue así como había empezado todo, con salidas cada vez menos seguidas y con menos integrantes conformándolas. Las redes sociales ayudaban mucho, mensajeándose en el grupo cada que podían, claro, aunque llegados a cierto tiempo los temas de conversación de "¿Y cómo te ha estado yendo?" o "¿Qué has estado haciendo?" ya les había cansado lo suficiente como para dejar de mensajearse, únicamente haciéndolo por el buzón personal o a veces ni siquiera eso.

Fue así como su primer año fuera de la escuela había transcurrido, nuevas vidas, nuevos amigos, nuevos momento y, obviamente, nuevos problemas con los que lidiar. La vida real era pesada y absolutamente no le importaba si tú no estabas caminando al ritmo de ésta, una pequeña pausa o descuido y te pasaba por encima. Fue en el tercer año fuera cuando Noah y Mía se encontraron en una tienda casi a las afueras de la ciudad, se abrazaron fuertemente y comenzaron a charlar, terminando en una agradable cena que aprovecharon para ponerse al día. 

—A Kat le hubiera encantado verte, pero se ha quedado en casa, quiero decir, en el pequeño apartamento que rentamos. Hemos quedado en la misma universidad ¿Lo sabías? 

—Ciertamente no, pero vaya ¿Van en serio, no es así? Viviendo juntos y todo, es completamente genial. —Ambos guardaron un pequeño silencio cuando Mía volvió a tomar la palabra—. Así que estás ocupado siendo doméstico ¿No? Haciendo las compras de los alimentos de la semana, he de suponer que tú cocinas o es que acaso Kat aprendió a cocinar ¿Lo hizo?

—Se resigna a hacerlo mientras pueda tener a alguien que lo haga por ella, de todos modos la obligo a ayudarme un poco mientras aprende porque no siempre estamos juntos y la idea de ella comiendo comida chatarra no me agrada mucho.

—Me la imagino, yo también la extraño. Belle y yo hablamos mucho sobre ustedes, sobre todos en realidad. Deberíamos vernos ¿No? Quedar un día en el que todos podamos y simplemente reunirnos como en los viejos tiempos, eso sería agradable.

—Deberíamos hacerlo, sí. Kat estaría emocionada de volver a verlas, dice que no ha conseguido ninguna amiga tan genial como ustedes dos. —Noah mira la hora que marca su celular y mira a su acompañante, esta sabiendo que una despedida se aproxima—. Debo irme ahora si no quiero que Kat se preocupe, aunque le he dejado un mensaje, no es muy seguro que lo vea ya que no lo usa cuando está haciendo sus planos, será una genial arquitecta y todo eso ¿no? En fin, le enviaré tus saludos, Mía.

Buscando lo inolvidable. ✔ [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora