𝑻𝑬𝑹𝑴𝑰𝑵𝑨𝑫𝑨
*ੈ✩‧₊˚*ੈ✩‧₊˚*ੈ✩‧₊˚*ੈ✩‧
Mackayla Collins y Shawn Mendes son mejores amigos desde que son pequeños, ambos han sido inseparables desde entonces pero al crecer, al madurar, al despertar nuevos sentimientos se dieron cuenta que cada un...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Luego de un par de horas más de clases, salí del instituto y esperé a Shawn en el mismo árbol de siempre. Por lo mientras amarré mi cabello en una coleta alta porque ya empezaba a hacer presencia el calor de verano.
—¿Nos vamos?—preguntó en cuanto llegó.
—Si, andando—comenzamos a caminar—¿qué tal te fue con Madison?—pregunté. Necesitaba mostrar interés y hacerle saber que me importaba su vida amorosa.
—Todo va genial—su sonrisa se expandió. La causante de ella era Madison y eso me hacía feliz pero a la vez desesperada por lo mala persona que es esa chica, al menos conmigo lo era.
—¿Qué significa ese "genial"?—lo miré divertida.
—Que ambos estamos mostrando interés por el otro, así que esperaré un poco más para pedirle que sea mi novia—mis ojos amenazaban por salir de la impresión.
—¡Wow!, ¿novia?—tragué con complicación.
—Si, ¿por qué?, ¿tú también estás celosa?—preguntó moviendo su dedo en círculos cerca de mi cara mientras me veía con burla.
—Tal vez porque es tu primera novia y debes de estar seguro de que es la correcta—subí mis hombros.
No son celos, jamás los tendría con su primera novia, no debía por que intervenir en su relación solo por intentar obtener atención de su parte.
—No hay reglas para el noviazgo así que no hay problema.
—Es tu problema, no mío—negué.
—Solo admite que estás celosa Mackayla Collins—lo miré mal.
A veces me hacía dudar de mis sentimientos, pero no son celos, estaba segura que no.
—No lo estoy—o bueno, a lo mejor un poco.
—Lo estás.
—No es así.
—Puedo durar diciendo que estás celosa hasta por una semana entera y tú te desesperarías. Te conozco—volteé los ojos. Había momentos en que siento que es estúpido que una persona me conozca mejor de lo que yo a mi misma.
—Solo quiero que estés bien—ambos sonreímos sabiendo que siempre le diremos eso el uno al otro.
—Eres un amor, ¿lo sabías?—reí.
—Lo sé—subí mis manos con orgullo—ahora vamos con Bob—tomé su mano para comenzar a correr mientras reíamos.
Si, los momentos que paso con él me hacen muy feliz. Tengo millones de anécdotas que contar a su lado y eso lo hacía especial. Él apareció cuando yo más lo necesitaba, me ayudó, lo logró y se quedó. No sé lo que hacía sin Shawn.
