𝑶𝒏𝒍𝒚 𝒚𝒐𝒖･*:.˛ ˚𝗦𝗠

ᴇᴘɪʟᴏɢᴏ

Shawn

Ha pasado un poco menos de un año desde que Mackayla se fue. Ella sigue siendo la misma chica hermosa de siempre, estoy seguro aunque no tenga pruebas de ello. Desde que se marchó no tuve contacto con ella, fue tanto su culpa como la mía, porque ella cambió sus redes sociales y yo cambié de número para ya no sobrecargarme con tanta tristeza de no poderla ver.

Estaba obsesionado con ella que me sentía preso en mi vida, hasta que mis padres hablaron conmigo y comencé a estudiar el último año de secundaria, continué en otro colegio porque estar en el mismo me traería recuerdos y eso lo emporcaría. Tardé tres meses en adaptarme a lo que era mi vida sin ella y poder llevarla con tranquilidad, conocí a varios chicos y chicas que se convirtieron en mis amigos pero nadie comparado a Mack, yo sólo necesitaba de ella pero eso era imposible.

—¡Abre la puerta!—gritó Aaliyah desde el comedor, rodé los ojos y caminé hasta la entrada para abrir la puerta.

—¿Por qué no vas tú?—la volteé a ver molesto. Siempre ha sido tan floja.

—¿A dónde?—respondió una voz extremadamente reconocida.

Volteé de nuevo para mirarla parada en el marco de la puerta con una sonrisa enorme.
Ella...

—¡Mack!—me lancé a abrazarla.

—¿Mack?—preguntó Aaly detrás de mi.

—Te extrañé tanto—le di un estruendoso beso en la mejilla mientras ella reía.

Era real, Mack había vuelto y eso me hacía feliz.

Nunca dejé de pensar en ella, cada noche era lo mismo sin dormir porque temía a volver a soñar la última vez que estuvimos juntos, pero daba lo mismo porque aunque estuviera despierto ella seguía en mi mente en todo momento que incluso llegué a reprobar exámenes por eso, pero ya no sucedería lo mismo porque ahora ella estaría aquí, conmigo.

—Yo también, mucho—se separó poco a poco.

Chillé de felicidad al verla frente a mí. Pensaba que estaba soñando pero era todo lo contrario.

—¡Eres tú!—dije tomando su rostro haciéndola reír.

No, necesitaba más. Puse mis manos sobre sus mejillas y le di un beso, un beso de bienvenida, un beso lleno de "te extrañé", un beso que había sido pausado y ahora podíamos continuarlo. Extrañaba tanto sus labios, su tacto, a ella.

—¿Continuamos con lo que dejamos pendiente?—me sonrió.

—Claro que si—respondí correspondiendo con una sonrisa.

—Me hiciste tanta falta, no paraba de llorar cada noche por ti—su voz sonó temblorosa así que me abrazó de nuevo. Habían sido momentos difíciles.

—Pasé por lo mismo, te eche mucho de menos.

Le un beso en su cabello mientras la rodeaba con mis brazos y ella mi cintura para quedarnos así un buen tiempo. Justo lo que necesitaba.

—Estoy aquí contigo, y todavía no lo puedo creer—susurró.

—Créelo porque se vienen cosas grandes para nosotros—dije haciéndola reír nerviosa y yo sonreí por ser quien provocó esa risa.

Ahora ella y yo vivimos una vida de ensueño, ella y yo estamos juntos de nuevo. El destino nos había vuelto a reunir y ahora éramos felices estando los dos unidos. Ella me necesitaba y yo a ella, nos completábamos. Éramos nuestro apoyo en los momentos difíciles, éramos todo cuando no había nada, éramos vida cuando todo estaba muerto. Somos lo que somos, somos geniales estando juntos. Ella hace que todo sea mejor y que mis sonrisas tengan un propósito, es mi Mack, la chica que se robó mi corazón.

Somos la prueba de que hasta los mejores amigos se pueden enamorar como en una película juvenil que hace creer que nunca pasará, pero sucede, y lo puedo apostar.

𝗡𝘂𝗻𝗰𝗮 𝘀𝗲 𝗹𝗹𝗲𝗴𝗮 𝘁𝗮𝗿𝗱𝗲 𝗮 𝘂𝗻
𝗮𝗺𝗼𝗿 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗮 𝗱𝗲𝘀𝘁𝗶𝗻𝗮𝗱𝗼
𝗮 𝘀𝗲𝗿 𝘁𝘂𝘆𝗼 ꨄ