𝑻𝑬𝑹𝑴𝑰𝑵𝑨𝑫𝑨
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Mackayla Collins y Shawn Mendes son mejores amigos desde que son pequeños, ambos han sido inseparables desde entonces pero al crecer, al madurar, al despertar nuevos sentimientos se dieron cuenta que cada un...
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Al pasar un par de horas logramos terminar la maqueta de ambas células, también uno que otro cartel y estudiar un poco para saber qué decir el día de mañana. Por cierto, Alex estaba observando todo lo que hacíamos mientras nos platicaba algunas de sus aventuras o simplemente decía que nos estaba quedando bonito.
—Creo que ya quedó—terminó poniendo el núcleo de la célula animal.
—¡Quedó muy bonito!—habló Alex admirando cada detalle.
—Si, aunque, ¿qué tal si le ponemos letreros con el nombre de cada una de las células?—propuso Chris y yo rápidamente asentí.
—Bien, pero la impresora está allá arriba, ¿me acompañas?
—¿Tú papá no se molestará?—preguntó haciendo que yo riera levemente.
—No vamos a hacer nada malo así que no habrá razón para enojarse.
Chris asintió y los tres nos levantamos para dirigirnos a mi habitación donde Alex le dio un tour por todo mi cuarto a Chris mientras yo estaba en el escritorio haciendo los letreros rápidamente en la computadora.
—¡Aaaah!—escuché el grito de Chris haciendo que volteé hacia atrás donde estaban ellos dos.
—Es Dash, no hace nada. Es la mascota de Mack—dijo Alex tomando a mi conejito entre sus manos.
—¿Te da miedo?—le pregunté entre risas.
—No, pero pensé que era una rata y las ratas no me gustan—Alex y yo nos carcajeamos burlonamente.
—Okay—seguí editando el documento para imprimir la hoja.
—¿Vas a colgar eso?—preguntó Chris señalando unos cuadros en una esquina. Eso nos faltó colgar ayer.
—Es la idea, pero soy demasiado mala para colgarlos simétricamente.
—Si quieres te puedo ayudar a colgarlos—alzó sus hombros tímidamente haciéndome sonreír con un leve sonrojo.
—¿En serio?. Gracias, si me gustaría.
—Bien, ¿tienes algún martillo y clavos?—asentí levantándome de la silla de mi escritorio para salir al pasillo y tomar de un armario lo que me pidió.
—Toma.
—Gracias. ¿Dónde se supone que van?—le señalé la pared frente al escritorio donde estaba sentada.
—Arriba de eso—él asintió.
—Bien—tomó un cuadro para poder hacer ese trabajo que él se propuso a realizar.
—¡Yo te ayudo!—dijo Alex emocionado.
Dash se quedó solo así que lo levanté y lo metí en su jaula por lo mientras. Mañana o al rato lo sacaría al pasto para que pueda estar un poco más libre que aquí adentro.
