Embarazo.

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Hace unos cuantos días, se había sentido mal, claro que lo ignoró por que a ella nada le impide nada. Sin embargo, Glam se preocupó y le dijo que al menos descansara en casa un día.

Ese día descansó y sólo le dieron ganas de vomitar, marearse y comer lo que había en la nevera (aunque esto era normal).

Más tarde cuando veía televisión desparramada en el sofá mientras esperaba a su ahora esposo y tomaba una cerveza. Pasaron un comercial sobre pruebas de embarazo, en ese momento le iba a cambiar de canal por que era una puta flojera ver comerciales.

Pero entonces, algo la detuvo, el comercial era muy específico, una mujer comenzaba con mareos y vómitos, además de comer mucho más de lo normal y engordar.

Victoria bajó su mirada a su abdomen y levantó su blusa.

¿Desde cuándo no tenía sus cuadritos?.

Volvió la mirada a la televisión, la mujer del comercial salía apurada a la farmacia pero no encontraba una prueba confiable así que ahí parecía el producto que anunciaban.

La pelirroja no le tomó importancia a la publicidad y giró su rostro hacía la mesita frente a ella, había un bote de pollo vacío, frituras y helado.

Sería normal pero... ¡Desde cuando come pollo con helado encima!.

La pelirroja se levantó de golpe contemplando la escena e intentando recordar todos esos síntomas que le habían dicho una vez.

¿¡Cómo pudo ser tan jodidamente ciega!?.

Dobló el control a la mitad al darse cuenta de lo que eso significaba así que apagó la televisión desde el botón y tomó sus llaves dirigiéndose a la cochera, tenía que ir por algo.

Al estar en su motocicleta, la sacó de la cochera y se dirigió hacía la farmacia más cercana. Sólo esperaba que ninguno de sus malditos compañeros de club estuviera cerca, no quería las burlas y mucho menos arrancar cabezas ahora.

Entró a la farmacia después de estacionarse, con casco en mano tomó cualquier prueba de embarazo que tenían ahí, suponía que si las vendían, todas servían.

Se acercó a la cajera que se le quedó viendo y luego a la prueba de embarazo.

— ¿Qué mierda mira? — La pelirroja le gruñó dejándole un billete y arrebatándole la bolsa con la prueba.

Al salir, se colocó de nuevo el casco para ir en su moto, sin embargo, antes de irse un mareo muy fuerte la detuvo. Se tomó de la cabeza y luego se sacó el casco por que le daba más fuerte en mareo.

— Mierda — Se sujetó del volante de su motocicleta intentando recuperar el aliento.

—¿Vicky? — Una voz detrás de ella la sobresaltó y volteó rápido pero fue un error ya que eso sólo hizo que quisiera vomitar.

Tomó su casco y vomitó dentro de este mientras le hacía una seña al tipo que le habló para que esperara.

— Oh mierda, ¿Te sientes bien? — El sujeto se acercó a ella algo preocupado y le tomó del hombro.

— Ni una puta palabra, gallo verde — Se enderezó la pelirroja gruñendo hacía el hombre castaño frente a ella.

— Es mejor que no conduzcas a tu casa en ese estado, vamos — Chess la ayudó a bajar de su moto pues la mujer aún se sentía mareada, el castaño sabía que Victoria odiaba que la trataran como una persona frágil pero era la esposa de su mejor amigo y desde hace unos años su amiga.

Victoria apenas caía en cuenta que por esa farmacia vivía Chess por lo que ahora tenía sentido el que andará por esos lugares. Lo apartó de un manotazo cuando se dio cuenta que la sujetaba del brazo pero se arrepintió cuando sintió el tirón, carajo, eso era peor que estar muriendo por alcohol.

We're Not Gonna Take It.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora