A solas.

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— Glam, ¿Sigues ocupado? — La mujer pelirroja entró al estudio caminando hacía el escritorio de su esposo.

— Descuida, ya casi termino — El hombre habló sin dejar de mirar algunos papeles y escribir en otros, luego levantó la vista para sonreír — En unos minutos voy a preparar la cena —.

— Eso espero, ya es muy tarde y siento mi maldito estómago consumirse — Victoria gruñó con los brazos cruzados.

Esa noche los dos estaban solos ya que hace unos días Heavy había insistido mucho por quedarse a dormir en casa de su Tío Chess y como era de esperarse, Victoria obligó a Dee a irse también para que los vigilara, no confiaba en un adulto como ese gallo verde y en un niño de 6 años como Heavy.

Entonces hace unas cuantas horas se habían ido con la promesa de volver en la mañana y Glam fue directamente a su estudio a trabajar como normalmente lo haría, mientras que Victoria se quedó arreglando unos detalles de su motocicleta y bebía algo.

Aunque sin darse cuenta ya había pasado su hora de cenar y el estómago de la mujer lo comenzó a sentir, así que fue a hablar con Glam para que pudiera cocinar y ella no quemara la casa en el proceso.

— Si, Vicky — Dejó los papeles a un lado e hizo retroceder su silla.

— Bien, iré a ver televisión en lo que terminas — Giró sobre sus talones para dirigirse de nuevo hacía la puerta, al tomar la perilla sintió unos brazos rodeándola por la cintura y el aliento de su esposo en su cuello — Glam... —.

— ¿Qué sucede, Vicky?, Vamos, estamos solos — Repartió unos cuantos besos en el cuello de la mujer mientras una de sus manos viajaba por debajo de su blusa y subía hasta su pecho.

— Tú... Maldito, esperaste hasta que viniera hacía ti para esto — Comentó Victoria intentando sonar enojada pero soltó un suspiro al sentir los besos y un apretón en su pecho derecho — Hijo de... —.

— Mentiría si dijera que no — La interrumpió cuando su segunda mano bajó hasta el pantalón de la pelirroja desabrochando este y colando su mano dentro.

— Glam... — El sonrojo de la mujer aumentó al sentir el movimiento en su parte baja y soltó gemidos sonoros mientras se retorcía levemente por el placer.

Glam aumentó el movimiento de su mano izquierda que se encontraba sobre las bragas de la mujer y con su mano derecha bajó un poco el sostén que tenía aún debajo de la blusa para poder apretar su pezón.

Victoria que mantenía su mano derecha apretando la perilla de la puerta uso esto para sostenerse por los espasmos, y con la mano izquierda sujetó la muñeca de Glam que estaba moviéndose en sus piernas. El rubio hizo retroceder esa mano para volverla a introducir dentro de las bragas negras teniendo contacto directo con la parte íntima de la mujer, lo cual provocó una sonrisa más grande en él y ahora en vez de dar besos, daba pequeñas mordidas a lo largo del cuello.

— Es nuestra noche libre, ¿Por qué tan fría, Vicky? — Le susurró sobre la piel pecosa.

— Ah... Vete a la mierda... — Como pudo contestó sintiendo los dedos ajenos jugar con su clítoris — Te romperé... Los huesos por... ¡Ah! —.

Los dedos de su esposo la hicieron callar, dos dedos del hombre se introdujeron lentamente por su entrada más que lubricada y ella estaba apunto de perder el equilibrio.

— Sino te gustara ya lo hubieras hecho— Detuvo su recorrido en el cuello para subir hasta su oído en donde murmuró con un toque de burla — Te conozco muy bien, cariño —.

El rubio deslizó sus manos fuera del cuerpo de su esposa y aún sosteniendo una sonrisa calmada y burlesca se paró junto a ella que volteó mirándolo con enojo, sonrojada y sosteniéndose de la puerta. Dando un paso hacía delante, Glam apoyó su mano derecha sobre la mejilla de la pelirroja que gruñó.

We're Not Gonna Take It.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora