Runaway (3).

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Advertencia.

Este capítulo contiene Yuri, si no te gusta puedes irte.

...

— ¿Dónde estará, Vicky? — Preguntó Anna entrando al hospital buscando con la mirada a la enfermera que debía atender a los familiares.

Unos gritos al fondo hicieron que Lydia señalara el pasillo de donde venían.

— Creo que la encontramos — Las dos mujeres se miraron y corrieron hacía el pasillo.

Ahí habían varias enfermeras alejando a algunos pacientes y familiares curiosos mientras que varios hombres intentaban amarrar a una pelirroja furiosa que gritaba con una pierna enyesada a la camilla y la guiaban a una habitación del hospital.

— Le dimos un día, un puto día y así termina — Se quejó Lydia caminando junto a Anna hacía la habitación.

— ¿Son familiares? — Una enfermera detuvo a las dos mujeres que estaban a punto de cruzar la puerta.

— Si, yo soy la hermana de la mujer gritona — Suspiró la de cabello azul señalando hacía dentro del cuarto.

— De acuerdo, y debo suponer que usted es familiar del hombre que ingresó, ¿No? — La enfermera señaló a Lydia que la miró confundida.

— ¿Qué?, No, ¿Por qué piensa eso? —.

— Lo siento, es que se parecen, asumí que eran hermanos o algo — La mujer se disculpó y se hizo a un lado para que las dos pudieran pasar.

Aún cuando las dos mujeres estaban confundidas, decidieron entrar y notaron que Victoria se encontraba enojada con algunas telas que sujetaban sus brazos a los barrotes de la camilla, también había otro hombre ahí que la miraba como si fuera lo más hermoso del mundo, pero eso no fue lo que sorprendió a las dos.

— Sebastian... — Susurró Lydia congelándose al pie de la camilla del hombre que se giró a verla igual de sorprendido.

— Lydia — La sonrisa de enamorado del rubio desapareció siendo reemplazada por una mueca.

— ¿Se conocen? — Cuestionó Victoria dejando de pelear y mirando a los dos rubios.

— Carajo, Victoria, sólo míralos — Le señaló Anna entre dientes mientras se sentaba en la camilla de la pelirroja.

La mujer musculosa miró a los dos rubios pasando entre ellos unos segundos antes de que su cerebro hiciera un click.

— ¡Oh mierda!, Ustedes son como hermanos — Anna se tuvo que golpear el rostro al escuchar eso, a veces su amiga llegaba a ser una completa ingenua y estúpida.

— En serio eres una genio, gorila — La rubia soltó con sarcasmo hacía Victoria que la miró con su enojo renovado.

— ¡Deja que se me pase por completo la puta anestesia y me voy a desatar para romperte tu cara horrorosa! — Le exclamó moviéndose de nuevo haciendo que Anna la mirara mal y luego se levantara a cerrar la cortina que separaba las camillas para darles privacidad no sin antes sonreírle a su prometida.

We're Not Gonna Take It.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora