Separados •3•

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AU. Apocalíptico, Zombies.

...

VICTORIA

La mujer abrió los ojos aturdida por la explosión de hace unos momentos y trató de ver lo que pasaba.

Vicky... —La voz de alguien la llamó y notó a alguien frente ella —Vicky —.

—¿Anna? — Susurró reconociendo ahora al voz.

— ¡Victoria! ¡Puta madre! ¡Levántate, debemos irnos! —La intentó jalar del brazo para levantarla pero fue inútil.

—¿Qué... Pasa? — Aún débil se levantó lentamente escuchando gritos en la calle.

—Alguien lanzó un bomba Molotov a esas cosas, los detuvo un momento pero debemos irnos ahora — Le explicó rápido viéndola caer de nuevo al suelo — ¿Qué pasa? —.

— Mi pierna... — Gruñó molesta golpeando el suelo.

Anna bajó su mirada a la pierna de si amiga notando que tenía quemaduras y sangre.


—Debió de haberte alcanzado la explosión —Se agachó junto a ella tomando su brazo colocándolo en sus hombros — Intenta levantarte, nos alejaremos lo suficiente —.

Las pesadas botas resonaron en el lugar vacío, piso algunos vidrios que provenían del mostrador y de los ventanales dirigiéndose hacía la parte trasera del mostrador.

Una mujer de grandes músculos, ropa negra, cinta envolviendo sus brazos y un casco cubriendo su cabeza se abrió paso por una tienda.

Era una tienda bastante amplia por lo que tenía cosas útiles. Tomó una caja vacía que se encontraba debajo de un estante y comenzó a agarrar cosas como comida o alguna que otra cosa necesaria.

¡Tin!.

El sonido de la campana de la entrada la alertó por lo que dejando la caja a un lado de ella, se acercó lentamente al mostrador intentando no hacer ruido.

Al estar lo suficientemente cerca, vió a un Zombie oliendo en el aire tal vez buscándola.

— Carajo — Desvió su mirada al mazo que dejó del otro lado del mostrador maldiciendo. Suspiró con derrota al ver no tenía otra salida — Esta es mi última ropa buena —.

De un movimiento se paró junto al mostrador mirando al Zombie y luego a su mazo. Claramente el Zombie la miró rápidamente y se acercó a ella corriendo.

La mujer antes de que pudiera morderla, colocó su antebrazo sobre los dientes de este para que la cinta que envolvía su brazo lo detuviera.

Con el otro brazo jaló su mazo y luego lo impulsó para que le diera en la cabeza al muerto.

Con la fuerza ejercida, la cabeza salió volando hacía el lado opuesto del lugar dejando caer el resto del cuerpo al suelo frente a ella.

— Mierda, mi casco — Se sacó el casco lleno de sangre y lo limpió con su blusa.

Limpiándose las manos con su pantalón y mirando el desastre, se alzó de hombros volviendo por su caja de víveres.

We're Not Gonna Take It.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora