We're Not Gonna Take It.

Ojos verdes.

Advertencia.

Este capítulo contiene Yaoi e incesto si no te gusta, puedes irte.

...

Miraba como sonreía relatando lo que ha hecho hoy en la escuela, siempre diciendo los nombres de sus amigos y actuando las escenas con su comida.

Podía ver esos ojos verdes que lo hipnotizaban, eran brillantes y llenos de vida, casi podría decir que eran... Inocentes.

— ¿Dee? — La mano de su padre lo sobresaltó girando su cabeza casi de inmediato a su dirección encontrándose con una leve mirada de preocupación por parte del mayor — ¿Te encuentras bien? —.

— Si, ¿Por que lo dices? — Notó que tanto su madre como su hermano voltearon a mirarlo igual.

— Te he preguntado algo y no me respondiste —.

— Estoy bien — Le restó importancia alzando los brazos e intentando que su voz no delatara su mentira.

Su padre lo miró de arriba a abajo examinando cada parte de él, lo cual causó que Dee se pusiera un poco nervioso pero no debía demostrarlo.

— Dee, si te estás metiendo con otra mierda, ahora sí tu padre no me detendrá de golpearte — Mencionó su madre llevándose a la boca una cucharada de ensalada de papa.

— No es nada, estoy bien, estaba pensado sobre algunos exámenes que tengo la semana que viene, no son complicados pero recordaba las fechas para no atrasarme — Mintió naturalmente convenciendo brevemente a su padre.

Su madre gruñó y se giró a su padre para hablar ahora con Glam. Ahí Dee pudo devolver su vista a la persona que no podía dejar de ver.

Heavy.

El pelirrojo ahora lo veía, su sonrisa se mantenía serena y alegre mientras que sus ojos... Sus malditos ojos ahora perdieron su brillo y se obscurecieron.

El rubio se estremeció en su lugar sin poder evitar la mirada y se sonrojó un poco.

Siempre que tenía esa mirada, Dee se sentía perdido.

Más tarde cuando ya estaba recostado en su cama, no dejó de pensar en esos ojos verdes. Estos ocultaban más de lo que cualquier persona sabía.

Se cubrió hasta la cabeza mientras se giraba hacía su ventana dándole la espalda a la puerta sonrojándose frotando sus piernas inquieto, después un suave sonido se escuchó, era su puerta abriéndose con lentitud. Dee aún no podía creer lo silencioso que era a veces.

Tembló con anticipación al sentir un peso en la cama y una respiración calmada.

Quiso soltar una exclamación cuando lo giraron bruscamente boca arriba encarcelando su cuerpo contra el colchón pero una mano en su boca lo calló.

— Tranquilo Dee, nos escucharán — Susurró Heavy sobre él, la obscuridad de la habitación impedía a Dee mirarlo bien pero esos ojos aún los distinguía. El pelirrojo se inclinó hacía los labios de su hermano apartando la mano de su boca— Y ninguno de los dos quiere eso —.

Sus labios se encontraron con Heavy al mando y Dee moviendo los suyos con pudor. El rubio sintió una mano bajo su camisa haciendo un recorrido hacía su pecho y deteniéndose sobre sus pezones.

¿Cómo es que alguien como Heavy llegó a esto con alguien como Dee?.

Ni el mismo Dee lo sabía.

Hace mucho tiempo, el rubio se dió cuenta de los sentimientos que tenía hacía su hermano, trató de evitarlos por el bien de los dos y los malos comentarios de la sociedad.