Comodidad.

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Victoria no era tonta.

Puede que no sea muy inteligente la mayoría de veces pero sabía algunas cosas que sorprenderían a cualquiera.

Ella había visto a su esposo estar más pensativo estos últimos días, si, sonreía y estaba tranquilo, sin embargo no era como siempre. Había algo que lo traía en las nubes, y Victoria estaba preocupada.

Ella no era de esas mujeres sentimentales o emocionales, pensaba diferente. Sólo decía las cosas como eran, no le importaba lastimar emocionalmente a las personas.

Pero Glam era su esposo.

La pelirroja estaba consciente de todo el daño que sufrió el rubio, aún recuerda el día que le dijo sobre su familia, Chess, su pasado. Podía percibir la tristeza y el dolor.

Y no quería que todo ese dolor volviera. Tenían una familia juntos, eran asombrosos, ¿Quién podría pedir más?.

Glam no podría pedir más y ella tampoco (Aunque hubiera deseado ese Yate).

Es por eso que a pesar de ser como era, Victoria le daba su cariño incondicional, claro que a su modo por que ella no cambiaría nunca. A veces también le ayudaba a distraerse de sus problemas, como trayendo una gallina a la casa o incluso hablando de no estar triste por un estúpido bote.

— Te amo —.

Odiaba cuando Glam decía esa clase de cosas, las decía tan natural como si fuera lo más casual del mundo.

— Me encanta tu tatuaje —.

— Nada, es sólo que me gusta verte tomar cerveza —.

Te ves amenazante —.

— ¿Te casarías conmigo? —.

En serio odiaba a ese hombre.

¿Quién carajos se creía para perseguirla por toda la ciudad sólo para entregarle una llaves?, a primera vista parecía un acosador que le quería proponer matrimonio.

Además por su culpa tuvo que gastar mucho de su dinero en arreglar a su nena, y pagar el hospital. Con una mierda, ella no era millonaria.

— Por un demonio, Glam, deja de decir idioteces y duermete — Hizo una mueca sin abrir los ojos y se giró en la cama para que su esposo la dejara de molestar.

Entonces ahí se preguntó algo, Victoria siempre se consideró independiente, alguien que no necesitaba ayuda, una persona libre que podía hacer lo que se le daba la gana. Entonces...

¿Por qué eligió a Glam?

El hombre era culto, inteligente y se notaba que tenía modales impecables a pesar de como vestirse y de la música que escuchaba.

¿Por qué alguien como él se fijaría en alguien como ella?.

Sabía que era fuerte y admirable. Pero el como Glam la buscó hasta el cansancio le pareció inusual, normalmente cuando alguien se le acercaba salía corriendo después de golpearlo un poco (A excepción de Anna y Bug).

Y a él le valió un cacahuate el que lo atropellara con la motocicleta, ¡Por unas putas llaves!.

En serio, cada que recordaba ese día, le daba más inquietud. Aunque lo que le daba más inquietud es que ella lo dejó seguir acercándose.

Día tras día él la seguía buscando, aún con un yeso en la pierna y heridas. Incluso recuerda un día que Glam llegó a su club y le ofreció un sobre con dinero para pagar los daños de su motocicleta y la estadía del hospital.

Claro que terminó aceptando el dinero, más que nada por que ella no tenía mucho. Igual pensó que él no se quería ir con las manos vacías, así que le dio un gracias y le dijo que le podía invitar alguna hamburguesa.

Sabía que el rubio iba a seguir insistiendo, por lo que le dio permiso de invitarla a algún lugar. Tal vez así se daría cuenta que ella no era su tipo.

Pero no.

Cuando ella devoró su hamburguesa y su cerveza de golpe, él sólo la miraba maravillado, como si fuera lo mejor del mundo. Ese sujeto era lo más extraño del mundo.

Después de eso, Glam le enseñó algunos dibujos que había hecho la primera vez que la vio. Victoria estaba sorprendida por el arte y estaba encanta por que resaltaba lo que ella era en realidad.

Glam la veía como una persona fuerte y amenazante, como Victoria siempre le gustó ser vista y no como una simple mujer.

Días después de esa "Cita", se seguían frecuentando pero la pelirroja era más abierta con él, seguía siendo ruda y algo grosera, aunque también pasaban momentos bonitos.

Al comer juntos, al escuchar música juntos, enseñarle a conducir, él enseñándole a jugar ajedrez, los dos haciendo...

Bien, ahora estaba pensando pendejadas sentimentales.

¿Cuál era la pregunta inicial?.

Ah si, ya la recordó.

¿Por qué eligió a Glam?.

Desde la perspectiva de Victoria, esa pregunta ya estaba mal para empezar. Por que ella no eligió a Glam.

Glam la eligió a ella.

Si él nunca se hubiera fijado en sus grandes músculos desde el ventanal de esa cafetería, bueno, justo ahora Heavy y Dee no existirían.

Glam logró que ella se interesara en alguien más a parte de ella y tal vez Anna. Ese hombre logró que lo amara.

En su opinión era estúpido pensar eso, sin embargo si alguna vez le preguntaran el por que estaba casado con él, respondería que es por que se siente cómoda.

Victoria sentía una gran comodidad a su lado, podía ser ella misma con él, con su familia. Además de cierta forma la hacía sentir especial (Obvio que no se lo diría).

Glam era su comodidad, fin. No había otra respuesta y ni siquiera buscaría otra por que estaba conforme con esa.

Estaba bien siendo elegida por Glam, la única vez que dejará que alguien decida por ella.

— Glam, ¿Sigues despierto? — Llamó la atención de su esposo unos minutos después, no podría dormir sin decir algo de lo que pensaba.

— Si —.

— También te amo — Habló suavizando su voz, espera, no le gustó como sonó eso — Ahora ya duermete y deja de joder — Si, estaba mejor así.

— Si, Vicky —.

La pelirroja sonrió de lado al escuchar por última vez la voz de su esposo, sabía que tenía esa escalofriante sonrisa en su rostro. Cerró los ojos para volver a dormir y olvidar ese tema, no es que quisiera enterrar esos sentimientos, es sólo que no quería cuestionarse más sobre su matrimonio, parecía loca.

Espera...

Abrió los ojos de golpe.

¿Dónde dejó la gallina que trajo?.










































...

DamaDragon

We're Not Gonna Take It.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora