Recordando.

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Glam sabía que su relación no era la más normal del mundo pero eso no evitaba que hubieran pequeños detalles que lo hacían enamorarse más de Victoria.

Estar con Victoria siempre era divertido y lleno de aventuras.

Mientras preparaba el desayuno no pudo evitar recordar algunas cosas con diversión y amor.

Uno de sus detalles favoritos siempre será cuando ellos aún no eran nada oficial y tuvieron una de tantas citas.

Glam salía del departamento que compartía con Ches para recibir a Victoria, ya que está insistió en recogerlo pese a sus protestas.

Al estar fuera del departamento miró hacía enfrente encontrándose a la pelirroja sin su casco parada frente a su motocicleta, fue todo normal ahí hasta que notó lo que traía en su mano.

Glam no pudo evitar sonrojarse un poco al ver el ramo de rosas rojas siendo sostenido por la mano derecha de la mujer que tenía una sonrisa y con su otra mano se rascaba la nuca.

— Quería traer un detalle para ti, así que me base en una película ridícula de amor para eso y vi que se podían traer flores a una cita —  Le extendió el ramo mientras se acercaba caminando levemente sonrojada — No soy muy buena en esto, así que la de la tienda me recomendó estas —.

El rubio se acercó para tomar las flores entre sus manos ahora más sonrojado ya que conocía el significado de las flores.

Son hermosas, gracias Vicky — Acarició los pétalos ahora mirando a la pelirroja.

— ¿En serio?, Que bueno, creí que me ibas a mandar a la Mier... Glam, ¿Estás llorando? — Le tomó del hombro mientras el hombre negaba con la cabeza ahora agachandola.

Mientras colocaba agua en la cafetera para el café, soltó una leve risa.

Aveces solía ser sentimental pero no es como si a Victoria le molestara, de hecho una vez le dijo que eso lo hacía atractivo.

Mierda, Glam, ya te dije que no necesito nada para mi cumpleaños — Habló la mujer recostada en el regazo del rubio que le acariciaba sus rizos rojizos.

— Pero es tu cumpleaños, Vicky —.

— No me importa, no me gusta que me celebren nada como a una niña — Bufó cruzándose de brazos y cerrando los ojos.

— Claro que no eres una niña, pero sería lindo que pudieras festejarlo — Le colocó una mano en su mejilla provocando que Victoria abriera los ojos y lo volviera mirar.

— Realmente eres un sentimental sin remedio — Giró los ojos y luego sonrió mirándolo — Aunque me parece atractivo viniendo de ti —.

La pelirroja soltó una carcajada al ver el sonrojo de su novio pero se calló sintiendo el la mano de este en su mentón mientras se acercaba a sus labios.

— ¿Ah sí? —.

Ahora Glam no pudo evitar soltar una risa sintiendo un fuerte apretón en su mano provocado por una sonrojada Victoria.

Colocando unos panes para tostar, se sonrojó al recordar cada halago que su esposa le dijo alguna vez.

Lo fantástico de su esposa, es que siempre lo aceptaba como él a ella.

Como aquella vez que estaba junto a Ches en su departamento probando alguna ropa que el castaño sugirió y no recordaba que ya le había dado una llave a su novia pelirroja.

— No sé, siento que está muy corta — Se quejó el rubio frente al espejo estirando sus manos a la prenda y estirarla un poco. Usaba una camisa de manga larga color negra junto a una falda del mismo color que le llegaba un par de dedos más abajo de los muslos y también portaba unas botas de tacón.

We're Not Gonna Take It.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora