Siempre fuiste tú #2 Saga Amor Destinado

Capitulo 33: Una oportunidad

El camarero nos sirve el capuchino, una infusión y un cortado con un trozo de tarta de manzana. Marcos me ha convencido para ir a visitar la fundación en la que colabora y no puedo estar más agradecida.  Así que aquí estoy en una pequeña cafetería cerca de la fundación con Marcos y Verónica, la directora de la fundación.

Conocer a los diferentes niños y sus historias me ha revuelto por dentro, hay historias tan duras, de maltrato, abuso, abandono, progenitores drogadictos. Y ver como gracias a la fundación y en especial a la gente que trabaja allí, y su fuerza son capaces de salir adelante y te dedican una sonrisa reconfortante, cuando tú eres quien debería hacerlo.

- Marcos me ha comentado que eres psicóloga.

- Si, estudié psicología.

- ¿Y ejerces?- Sorbe un poco de su infusión

- No. Trabajo como secretaría del director de recursos humanos- A veces me toca analizar algunos trabajadores o candidatos, aunque es solo un vistazo. Quien realmente se encarga es mi jefe y su equipo.-Revuelvo el capuchino y dejo la cucharilla encima del platito de porcelana Blanca.

- Te quiero hacer una propuesta. En la Fundación nos haría falta algún psicólogo más. Y nos gustaría saber si quieres formar parte de nuestro equipo.

No. No lo puedo creer. Que alguien me pellizque. Me acaban de ofrecer el trabajo de mis sueños. No lo puedo creer.

Tay lava las ollas de la cena mientras yo limpio el salón. Mia hace ya un buen rato que duerme. Hoy ha tenido excursión con el cole y tras ir al hospital, ha caído rendida. Apenas ha cenado.

Le explico a mi hermana la oferta que me ha hecho Verónica y casi se ha emocionado más que yo.

- Espero que hayas dicho que si.

- No me he podido negar.

- ¿Con el trabajo en Turandot?

- No empezaría hasta empezar el próximo curso después de verano. Así que puedo organizar todo para mi marcha y buscar mi reemplazo.

- ¿Haces esto para alejarte de Enzo?- Tatiana por que tienes que venir a Joder mi alegría.

- No. Sabes que lo mío siempre ha sido querer ayudar a niñas y niños que han pasado por traumas. Y respecto w Enzo. Desde que discutimos el otro día, esta mucho más distante. Así que estará feliz de que me vaya.

- Si tu lo dices. Ah, mañana te apetece venir al cine, voy con mi amiga, con la del beso y quiero que la conozcas.

- Tay. Te dije que mañana debías quedarte a cuidar a Mia. Tengo una cena en casa de Emma y Max.- Me enerva cuando hace sus planes y antes se ha comprometido conmigo.

- ¡Joder! No la puedo dejar tirada ahora.

- ¿Te gusta mucho verdad?- Le sonrío sinceramente.

- Creo que si. No sé es algo muy nuevo para mi esto que me pasa.

- Ve y disfruta. Haz lo que te pida el corazón. Ya llamaré a la vecina de abajo para que cuide a Mia.

Desde nuestra discusión del otro día se había vuelto frío y distante conmigo, apenas me llamaba a su despacho. Ahora es como una versión descafeinada de Alex y lo odio. Vale no lo odio, me duele, me duele que me trate con indiferencia.

Estos días he estado reflexionado y creo que todos tienen razón, he sido una egoísta. Solo he pensado en el enojo y el dolor que tenía y no en Mía. Ella adora a Enzo y en mi cabeza no deja de rondar la idea de verlos como padre he hija. Quizás sea momento en el que deje forme parte de su vida pero no estoy preparada.