Capítulo 2: La bella durmiente

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Entrego a Mia unas hojas de papel para reciclar  y algunos rotuladores que logro recopilar de mis cajones y el cesto de mimbre metalico de mi escritorio.

- Ten tesoro. Mami tiene mucho trabajo y tenemos que estar en silencio.

- Tsi mami. En silencio.- Dibuja una cremallera en sus labios. Es tan adorable mi pequeña.

Con los nervios a flor de piel empiezo a redactar un breve informe sobre los candidatos a ocupar una vacante en el departamento de marketing.

Tecleo a gran velocidad echado de vez en cuando un vistazo a mi pequeña entretenida con su abstracto dibujo lleno de figuras geométricas, colores. Según ella era mamá trabajando. Admiro tanto su imaginación. No tiene límites.

La luz roja del teléfono de mi escritorio parpadea. Enzo me quiere ver en su despacho.

- Enzo dime.

- ¿Tienes listo ya el informe?

- Si. Lo adjunto en un correo.

- Lo prefiero impreso.- Se coloca bien sus gafas. Asiento.

- Lo preparo todo y te lo traigo.

- Cuando termines puedes tomarte un descanso. viene Cristal y vamos a salir a ver una organizadora de bodas. Es la segunda vez que la cambia. Quiere casarse en el castillo imperial y pocos lo consiguen. No se como lo haré pero lo voy a conseguir.

- Estoy segura que si. Cuando se te mete un objetivo no hay quien te pare.

- Y cuando se trata de la mujer  con la que quiero pasar el resto de mi vida aún más.

Esas palabras se clavan en mi como un puñal. Yo solo fui un desliz en una noche de borrachera de la cual Enzo ni recuerda. Y como estúpida y tonta que soy sigo enamorada de él desde la primera vez que lo vi- Cuando crucé esa puerta automática de la entrada principal y tiré su café encima de su camisa blanca y vi aquellos ojos verde intenso. Como los que ha heredado el fruto de nuestra noche de sexo olvidada para él.

Corto los ultimo trozos de las fresas que estoy compartiendo con Mia. Se encuentra ya con un poco mas de hambre aunque algo cabizbaja.

- Mami yo quería ir a la granja.- dice sollozando.

- Lo sé mi vida- beso su sien- Iremos otro día las dos.

- Pero quien tenemos aquí. A la niña mas guapa y lista de este día- Dice Emma con una gran sonrisa.

Emma se acerca cogida de la mano de Max. Aún no me acostumbro a ver al playboy de los hermanos Ferretti saliendo con una de mis .mejores amigas. La verdad se les nota muy enamorados.

- Pero quien tenemos aquí. A la niña más guapa y lista de este día- Dice Emma con una gran sonrisa.

- No sabía que tenías una hija Emma.- Max acaricia el pelo de Mia. Se agacha a su altura.-¿Cómo te llamas?

Mia no responde, suele ser algo tímida ante los desconocidos. Esconde su pequeño rostro en mi pecho.

- Ella es Mia, mi hija. Cielo saluda a Max.

Tímidamente Mia se incorpora y saluda al novio de mi amiga. Este acaricia su mejilla de forma delicada.

- Disculpa por estar con mi hija en horario de trabajo. Me llamaron del colegio que no se encontraba bien y no tengo con quien dejarla.

- Estás malita- Pregunta Emma acariciando el pelo de mi pequeña. Este asiente y hace un puchero.

- Ha vomitado y tiene algo de fiebre.

- Si necesitas pedir la tarde libre. Bueno eres la secretaria de mi hermano.

Si era la secretaria de su hermano y padre de mi hija y lo último que deseaba era que Enzo supiera de la existencia de Mia y empezara a preguntar. Prometí por el amor de mi pequeña que él nunca sabría que es su padre.

Tecleo en el ordenador la traducción de un informe para la próxima semana. Mia a mi lado juega con la tableta. La verdad no me gusta mucho que use la tecnología mucho rato, aunque si soy muy partidaria de los juegos educativos y de aprendizaje.

Mi despacho es una pequeña antesala a la oficina de mi jefe. Una mesa de madera lacada en blanco con un ordenador de ultima generación, una comida silla de ruedas acolchada a la que yo pongo un cojín para estar algo mas alta. Un par de armarios con varia documentación ordenada detalladamente para tenerlo a disposición. Aunque hace ya un par de años pase toda esa documentación a ordenador, según el señor Ferretti Padre y fundador de Turandot insiste en seguir conservando el archivo en papel.

El sonido del teléfono me saca de mi concentración. Enzo quiere verme en su oficina. Miro a mi pequeña que se ha quedado dormida en la moqueta.

Sigilosamente entro al despacho de mi jefe. Suspiro levemente al verlo concentrado entre montañas de papeles, el nudo de la corbata medio deshecho y las gafas caídas casi al final de su nariz.  Es tan sexy. Camila contrólate.

- Enzo, ¿querías verme?

- Así es. Lleva estos documentos a dirección. Necesito que Alex firme esto. Es importante.

- Esta bien. ¿Algo más?

- Reserva una mesa para cuatro en un buen restaurante para este viernes.

- ¿Cena o comida?

- Cena.

- Esta bien. Reservo en el restaurante y llevo los documentos a tu hermano.

- Primero los documentos. Es urgente. Lo otro puede esperar.- Asiento.

Documentos en mano salgo del despacho de mi jefe, me dirijo hacia donde esta Mia, aún duerme. Llamo al ascensor y marco el ultimo piso de todos, el presidencial. Allí Alessandro Ferretti, el mayor de los hermanos Ferretti y director de Turandot tiene su oficina. Subir a la ultima planta es algo así como subir a las tinieblas.

Las puertas del ascensor se abren, mis tacones resuenan contra el suelo, es la única música que suena en esta planta tan silenciosa. Llego al mostrador, Eva la secretaria escribe atentamente algo en el ordenador.

- Hola Eva. Traigo unos documentos para el señor Alessandro de parte del señor Lorenzo

- Ahora le doy aviso.- Toma el teléfono y marca.- Señor, la secretaría de Lorenzo esta aquí. Esta bien.- Cuelga.- Puedes pasar.

Tomo la carpeta y camino los dos metros que hay desde el mostrador hasta la puerta del despacho y abro lentamente. Este sitio es tan frío y oscuro.

Vestido por completo de negro, se levanta de la silla de piel y sin soltar palabra toma los documentos y vuelve a su sitio para leerlos. Este hombre da mucho miedo, este lugar es tan frío.

Miro la hora en el reloj que reposa en la mesa, ya han pasado más de quince minutos y el tempano de hielo aún sigue leyendo los documentos. Un breve estornudo sale de mi, su mirada azul penetrante se posa en mi. Este tipo da miedo. Es tan diferente a Enzo. Parece mentira que sean hermanos.

Observo como destapa una pluma y dibuja una firma en la parte inferior de varios de los folios. Levanta su mirada e indica que me acerque de nuevo a la mesa.

- Puedes irte.

- Si señor.

Como si hubiese salido del castillo del terror retorno a la planta en la que trabajo.

- Enzo lamento la tardanza, tu hermano ha estado revisando los documentos durante un buen rato.

- Camila. ¿Quién es esta pequeña bella durmiente?




Siempre fuiste tú #2 Saga Amor DestinadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora