Capitulo 35: Donante.

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Narra Enzo:

Esto es eterno, pasan los minutos y no llegan con los resultados.

Rezo con todas mis fuerzas para tener mis riñones compatibles con Mia y donarle uno. Haría lo que fuera por salvar a mi hija.

Ando por el pasillo dando tumbos sin sentido, Max y el resto se han ido ya a sus casas, tras insistir un rato. Mañana a primera hora Emma le contará a la hermana de Camila como está la situación. Cami ha insistido en que no quiere estropear su noche y que pueda disfrutar.

Cami sale de la habitación donde se encuentra Mia. Sus ojos están llorosos. Me duele tanto verla así. Prefiero su frialdad a verla sufrir tanto, me rompe en pedazos verla tan devastada, tan rota.

Siento sus brazos rodear mi cuerpo, mientras apoya su cara en mi hombro y suelta todas las lagrimas de dolor empapando mi camisa del agua salada.

- No merece esto. Mi niña no merece esto. Ella es tan pequeña y tan inocente. No es justo.

- Lo sé pero ella es fuerte.

- Ven vamos al baño, tienes que refrescarte un poco.- Se ofrece mi madre.

- No me quiero mover de aquí.- Se niega en rotundo.

- Yo cuidaré de ella. Si pasa cualquier cosa te aviso.

Medio convencida Cami se marcha con mi madre. Le agradezco, necesita descansar un poco, son altas horas de la madrugada y pese a que a ambos nos será imposible dormir, relajarse y centrarse en otras cosas es necesario.

Abro la puerta sigilosamente, como si no la quisiera despertar y la veo con su pequeño cuerpo ocupando la mitad de la cama, vestida con una bata rosa de estrellitas de colores a modo de camisón. Parece una princesa.

Me acerco a ella y me siento en una silla mal acolchada de color azul. La miro y no puedo evitar sacar todo lo que llevo dentro, el dolor, la rabia e injusticia que siento.

- Princesa. Soy tu papá. Quiero que sepas que te quiero más que a mi vida. Cuando te vi debajo de la mesa de tu mami, dormida como la bella durmiente, algo se encendió dentro de mi, sentía que debía protegerte de cualquier cosa y no entendía por que. Ahora si, el instinto y amor paternal. No sabes cuanto me arrepiento de haberte rechazado por un momento, nunca me lo voy a perdonar y no se si tu madre me vaya a perdonar. Aunque haré lo que sea y poder ser el padre que te mereces princesa. Cuando todo esto pase, te voy a llevar a Disneyland, se que tienes muchas ganas de conocer a las princesas. Pero aquí entre tu y yo, la mejor princesa eres tú. Tienes que ser tan fuerte y valiente como sólo tu sabes ser.- Acaricio su rostro y aparto un poquito sus cabellos de la cara.- Por tu mami no te preocupes, aquí todos la estamos cuidando muy bien pero ella te necesita. Te contaré un secreto que nadie sabe, estas semanas en las que tu madre y yo hemos estado distanciados, me dado cuenta de lo importante que es ella para mi. He soñado durante años con ella sin saberlo, tu mami me hace sentir estúpido, nervioso, que quiera ser mejor persona y luchar por ser un buen padre para ti. Cuando estaba comprometido con Cristal, me decían que estaba muy ciego. Creí que era por haberme creído sus mentiras, ella es como las malas de los cuentos. Ahora me doy cuenta que estaba ciego por no darme cuenta de lo que siento por tu madre. Y creo que me he dado cuenta demasiado tarde. Tu madre ha conocido a otro y aunque ese idiota de Marcos no me guste y algo me dice que no es de fiar y lo pienso demostrar.  Creo que ella ha cerrado nuestra historia sin apenas haber empezado. Pero te digo algo princesa, al igual que papá va a cuidar de ti, también voy a cuidar de mami. Sólo quiero que las dos seáis felices. Por que el amor que siento por vosotras es inmenso.  Quiero verte crecer, enseñarte a ir en bici, acompañarte al cole, ayudarte con los deberes, abrazarte cuando te rompan el corazón y partirles luego la cara. A eso si, eso no será hasta que no tengas mínimo 30 años. Hasta entonces el único hombre de tu vida debo ser yo. Nada de novios hasta entonces

Siempre fuiste tú #2 Saga Amor DestinadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora