Narra Enzo:
La camarera nos sirve el café espresso, la taza de chocolate y el croissant. Parto el croissant a la mitad para darle una de estas a Mia.
Hoy es nuestra tarde juntos. Desde que me separé de Camila apenas puedo verla un dia a la semana y pasar un finde de cada quince dias. La tarde que estoy con ella quiero aprovecharla al máximo.
Por lo general, una vez salimos del cole vamos a su clase de ballet y al terminar vamos a merendar un chocolate a Dulcinea. Mia adora el chocolate de este lugar. Además una de las dueñas de este local es la mujer de un gran amigo y confidente. En especial este ultimo año.
- Papi, me ayudas con los deberes de mates?
- Claro cielo. Ve sacando el cuaderno. Papá irá a la caja a pagar esto.
Sin perder a Mia de vista me dirijo hacia el mostrador. Del bolsillo interior de mi americana azul marino saco la tarjeta de crédito y un pequeño sobre blanco.
- Hola Paula.- La saludo de forma amistosa.
- ¿Todo bien?- Toca la pantalla táctil del ordenador.- ¿Está rico el chocolate?
- Si. Tengo que ir con cuidado para que no se lo tire encima, del ansia que tiene. ¿Me cobras?
- Si, un segundito. A ver, un expreso, un chocolate y un croissant.- Toca la pantalla.-Pues son 8,50.
- Pago con tarjeta.- Ella asiente. Le doy la tarjeta de crédito. Junto a la tarjeta le entrego el sobre pequeño. Paula se lo guarda en el bolsillo trasero del vaquero.
- Esto es para ti. Carlos dice que en breve tendrá más información.- Asiento.
Me guardo la nota que me ha dado Paula, espero que Carlos me de buenas noticias.
----------------------------------------------------------
Le doy un último beso a Mia antes de cerrar la puerta del coche y despedirme de ella hasta la próxima semana.
Puedo ver la mirada llena de rencor de Camila y la comprendo, ella me detesta y es mejor así. Duele mucho el odio que me procesa, puedo ver la rabia en sus ojos, el coraje, el desprecio y pese a que me quiebre en mil pedazos, es lo mejor. En estos momentos necesito que me odie, que piense que soy un monstruo, que piense que Cristal y yo hemos vuelto, aunque solo le haya hecho creer que lo nuestro es solo sexo. Cuando ni eso. La fortuna quiso que nos pillara justo cuando Cristal se atrevió a besarme. Pese a que me sirvió para justificarme en mi plan de alejar a Camila de mi, le he dejado bien claro a Cristal que no pienso volver con ella. Le he ofrecido mi amistad y mi compañía. Necesito tenerla a mi lado, aunque eso me de urticaria, para reunir pruebas y mandarla a la cárcel junto al imbécil de Marco Castello, o el que Camila cree que es su gran amigo Marcos, el entregado y altruista profesor.
Aunque me duele en el alma el odio que me tiene Camí, no poder decirle la verdad, cuanto la extraño, la amor y lamento está situación. Tener que estar separado de Mía, tener a toda mi familia en mi contra. En estos momentos y hasta que no tenga las pruebas suficientes. Lo mejor es estar unido al enemigo y confíe en mi para poder cazarlo.
Entro al coche, dejo al lado la americana azul marino bien doblada por la mitad, estoy todo sudado. El momento de despedirme de Mia y el desprecio de Camila es tan duro.
Enciendo la radio, dejo la emisor de noticias ya sintonizada. vuelvo a alcanzar la americana en el asiento de al lado para tomar el sobre y sacar la nota del sobre. Desdoblo el pequeño papel blanco para leer lo que está escrito. Carlos me cita mañana a las 16h en un restaurante a las afueras de la ciudad.
ESTÁS LEYENDO
Siempre fuiste tú #2 Saga Amor Destinado
RomansaSiempre fuiste tú: ¿Qué pasaría si años atrás te hubieses acostado con tu jefe y fruto de esa relación hubieses tenido um hijo de él? Eso mismo lo sucedió a Camila. Poco después de entrar a trabajar como secretaria en la prestigiosa firma de joyas T...