Me paro frente a la puerta. Se que no son horas de presentarse a estás horas pero la necesito a mi lado. Se que es una locura.
Suspiro fuerte, agito mi cuerpo y llamo a la puerta.
Abre la puerta, una sonrisa se escapa de mi, es tan tierna recién despierta, sus ojos aún están entrecerrados y sus
cabello esta recogido en una larga trenza ladeada- Enzo. ¿Qué haces aquí?
- Se que no son horas. Necesitaba verte.- Confieso.
Antes que pueda decir nada me lanzo a besar sus labios. Tarda poco en corresponder al movimiento de mis labios, sus brazos rodean mi nuca y yo la rodeo a mi cintura. Necesitaba besarla, volver a sentir sus labios de nuevo. Nuestro beso se ve interrumpido por ella, sus labios están hinchados, siento los míos arder. Hacía tanto tiempo que no besaba así.
- Enzo. Esto no esta bien.
- Ya se que estoy enfermo pero no lo he podido evitar.
- No es eso. Esto no esta bien. Tienes pareja. En unos meses te vas a casar. No le puedes hacer esto a Cristal.
Tiene razón. No le puedo hacer esto a Cristal, la quiero, siempre he soñado tener una vida a su lado. Lo de Camila solo fue un noche y hace ya varios años. No le puedo hacer esto a mi prometida, ella es un ángel.
- Te he traído algo.- Saco de mi bolsillo la cajita. Es de un viejo reloj que tenía en casa. Siempre lo guardé allí.
Siento como si viera todo borroso, el suelo se mueve, creo que voy a devolver todo. Siento como alguien me sujeta.
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Siento unos brazos agitar mi cuerpo de manera ligera.
- Enzo. Enzo..- Me llama una dulce y tierna voz.
- Mia. Buenos días princesa.
- Mami tiene pupa y eshta en la cama.
Me levanto de la cama y junto a Mia, me dejo guiar hasta la habitación de Camila. La pequeña abre la puerta. Camila esta algo incorporada, su semblante se ve apagado y pálido.
- Buenos días. ¿Cómo has dormido?
- Bien. Tienes un sofá muy cómodo. No tienes muy buena cara.
- Lo siento. Tesoro, le puedes traer a mami la ropa que hay en el lavadero.
- Tsii mami.
Camila trata de incorporarse pero su cuerpo tambalea. Me acerco y la obligo volver a tumbarse.
- Ayer cuidaste de mi, hoy estás así por mi culpa. Deja que hoy yo me encargo de todo.
- Mía debe ir al colegio.
- Yo me encargo. Tú descansar.
Yo me encargo, yo me encargo. Lorenzo, si no sabes ni por dónde empezar, en tu vid has cuidado de una niña. A ver los niños comen, el desayuno. Eso el desayuno.
- Mia, Mia.- la llamo. - Mami tiene que descansar. Hoy te voy a llevar yo al cole. ¿Qué quieres desayunar?
- Galletas.
- Voy a preparar el desayuno. Tu ve a vestirte.
- Me tienes que ayurar. No me se vestir sola.
Acompaño a la pequeña a su habitación, saco el uniforme escolar de donde ella me indica y la ayudo a vestirse. Que curioso, esta niña también tiene una peca en la parte traer del cuello, es algo muy común en mi familia. Es la primera vez que la veo en alguien ajeno.
Conduzco siguiendo las indicaciones del navegador de mi coche hasta llegar al colegio de Mia.
La pequeña corre hacía donde está su maestra y la abraza. Esta niña cuando te tiene confianza es tan cariñosa. Me recuerda a mi de niño. Solía ser bastante esquivo con los desconocidos, cuando mis padres organizaban sus fiestas en casa me solía esconder bajo la mesa de la cocina.
Abro la puerta del apartamento y dejo las bolsas en la encimera de la cocina. Hacia tantos años que no iba al super mercado, he de reconocer que en un principio me he sentido un poco perdido. Al final a sido como cuando vuelves a montar en bicicleta y creo que preparar algo pars Camia y para mi igual.
Saco el pescado ya fileteado por el pescadero, lo salpimento, mientras espero a que la sartén se caliente corto un poco de cebolla, ajo y cilantro bien pequeño. Empiezo a sofreír la cebolla y cuando ya esta algo dorada añado un poco de ajo y lo dejo a fuego medio sin dejar de revolver. Miro el horno, el pescado esta casi hecho, lo apago con el calor residual se terminará de cocinar. Añado un poco de tomate natural y el cilantro y dejo que se cocine a fuego lento unos minutos y listo.
Observo con atención como Camila introduce en su boca una porción de la comida que he preparado. Sus labios y su mandíbula se mueven saboreando la comida. Su semblante parece satisfecho ante los gustos que proporciona lo que hay en el interior de su boca. Me siento nervioso, hacía tanto que no cocinaba.
- Esto está.- Gime- Delicioso. En serio y eso que tengo el gusto algo atrofiado. No me creo que lleves años sin cocinar. Esta todo buenísimo. Deberías cocinar más veces.
- No creo que a Cristal le guste.
- Sabes Max. Nunca dejes que nadie te diga que debes hacer. Hazlo por que te gusta.
Cierto. En la universidad disfrutaba cocinado, haciendo las cosas por mi mismo, no llegué a ser un gran chef, simplemente aprendí a defenderme.
De una estantería saco un pequeño álbum hecho a mano. Una sonrisa se escapa de mi al ver la portada, una niña algo mal dibujada de cabellos amarillos con un par de lazos rosas y en grande su nombre Mia. Abro la primera pagina, se ve a Camila vestida con un pichi vaquero y un sombrero posando con una gran barriga. " Primavera del 2015, yo en la barriga de mi mami'" Giro la pagina y se ve a Camila sonriente, esta muy bella, su rostro es de pura felicidad, también se la ve agotada. Mía yace sobre su pecho, sus ojos están cerrados, se ve tan pequeñita. " 21 de Julio del 2015. Mi primera foto de recién nacida. He sido una bebé muy sana y fuerte. He pesado 3,325 kg y 47 cm"
- Vengo a traerte la medicina. ¿Cómo te encuentras?
- Algo mareada. ¿Y Mía?
- En- miro mi reloj- en una hora la iré a buscar. Tranquila que me he encargado de todo. He hablado con Emma y se quedará con Mia. Max me odiará por que una niña de cuatro años le robe a su novia pero mejor que se joda.
- Oye. Max quiere mucho a mi amiga.
- Lo sé. Esta gilipollas perdido desde que se ha enamorado. Aunque en realidad nunca lo ha dejado de estar. Se apostó que se ligaría a la ultima chica de la que el se imaginaba enamorar y como buen adolescente estúpido cayó en su propia trampa. Y toda su vida se lo va a reprochar
- Lo que Max le hizo a mi amiga fue horrible. Se nota que se arrepiente, Emma le ha perdonado, sabe que el la ama. Ahora solo hace falta encontrar el culpable que filtró ese fatídico video.
- Miranda de la Riva no hay más, por mucho que lo pudiese negar. Yo estoy convencido que es ella- Sentencio. Nunca me gustó. Es tan superficial, no entiendo como Cristal se puede llevar tan bien con ella.
- Emma piensa lo mismo.
- Ah, mientras te estabas ebn tu séptima siesta del día.
- Oye- da un ligero golpe en mi hombro- No me juzgues, tu ayer estabas igual, parecías una marmota. Además debo aprovechar por un día que puedo dormir. Desde que soy madre lo más tarde que he despertado ha sido a las nueve. Mia tiene la mala costumbre de madrugar.- Bosteza.- No se de quien lo ha sacado.
- En fin, mientras dormías he encontrado un álbum de la vida de Mia. Hay algo que me ha llamado mucho la atención. ¿Por que dibuja a Batman en muchas partes?
- Por que Batman es su padre.
Camila se deja caer en los brazos de Morfeo.
Una loca idea me viene a la cabeza. No, es imposible, las fechas coinciden, no puede ser, sería demasiado.
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Siempre fuiste tú #2 Saga Amor Destinado
RomantiekSiempre fuiste tú: ¿Qué pasaría si años atrás te hubieses acostado con tu jefe y fruto de esa relación hubieses tenido um hijo de él? Eso mismo lo sucedió a Camila. Poco después de entrar a trabajar como secretaria en la prestigiosa firma de joyas T...