Capitulo 22: Salir adelante

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Dejo encima de la mesa de mi jefe el informe encuadernado de la reunión que tendrá lugar en la sala de juntas en una hora y media. Gianluca Ferretti suele acudir una vez cada quince días para hacer un balance con sus hijos de como va la empresa.

Salgo del despacho de mi jefe y corro al baño en- miro el reloj- ocho minutos Enzo cruzará como un reloj las puertas del ascensor y nada más entrar le tengo que entregar su café. Antes solía llegar unos minutos más tarde de su llegada, Enzo no tenía problema, era flexible en horarios. Desde que se ha propuesto joderme mi jornada laboral, tengo que llegar casi una hora antes y servirle su café nada más llegar. Se esta pareciendo mucho a su hermano Alex. Los Ferretti enojados son de lo peor.

Seco mis manos con el secador de manos, me miro al espejo y retoco dando suaves golpecitos con la yema de mis dedos el pintalabios color coral. Hoy llevo un vestido blanco con flores en tonos corales donado por Emma. Esta preparando su mudanza a casa de Max para la próxima semana y he estado ayudando a mi amiga.

Menudo tostón está siendo la reunión y aquí me tenéis junto a Berta y a Ramón los otros asistentes de los Ferretti, apuntando lo más esencial en la reunión y atendiendo a lo que nuestros jefes nos solicitan.

Emma entra junto a Celia, aún no se le nota la barriga. La pobre esta pasando por un período de nauseas y mal estar. Con mi embarazo lo pasé fatal el primer trimestre.

Max al ver a su novia no puede evitar sonreír y lanzarle un beso de forma disimulada.

- Estamos trabajando Massimiliano- Le llama la atención Gianluca.- Emma, Celia cuando queráis podéis mostrar los diseños en los que habéis trabajado.

Mis amigas son tan buenas en su trabajo, lástima que con mi sueldo nunca me lo voy a poder permitir. Las joyas Turandot son las mejores del mercado pero con un precio deorbitado.

Gianluca se despide de sus hijos y del resto de asistentes a la reunión con firme estrecho de manos.

Yo sigo sentada en una de las sillas terminándome teclear a toda prisa los últimos instantes de la reunión.

- Señorita Hernández. Venga a mi despacho- Me llama Alex. Qué mierdas he hecho ahora? A este tipo no me quiero enfrentar.

- Si señor.

- Sígame. Enzo me llevo a tu secretaria unos minutos.

- Ten cuidado, es muy buena montando teatritos y amenazas.

Trago saliva y trato de contener mis lágrimas ante sus palabras. Me duele y me cabrea que me trate de esta manera.

- Te voy a pedir un respeto por nuestros empleados, Lorenzo.

Acompaño a Alex hacia su despacho en la ultima planta. Tiene vistas a toda la ciudad. Tomo asiento en frente suyo. Este hombre impone tanto, siempre de negro de arriba a abajo, cabello oscuro como el carbón, barba algo tupida que le da un aspecto más serio y varonil. Mirada oscura. Alessandro Ferretti da miedo y respeto. Y aquí me tenéis enfrente suya con miedo a ser devorada.

- ¿Le puedo llamar por su nombre de pila?

- Por supuesto señor.

- Bien Camila. ¿Es cierto que el padre de su hija es mi hermano?

- Si- digo segura.- Supongo que usted no me va a creer como su hermano. Le pido por favor que no me despida. Necesito trabajar, mi hija necesita comer y sus medicinas.

- No voy a despedirte. Quiero saber toda la historia.

Le cuento a Alex la noche de la fiesta, mi embrazo, la carta que encontró Cristal y sus amenazas todos estos años.

Siempre fuiste tú #2 Saga Amor DestinadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora