Capítulo 46: Desde el cielo

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Me siento como una adolescente en su primera cita, creo que incluso más. La diferencia es que esta vez nadie sabe de esta cita. En mi primera cita con el hijo de los panaderos, se enteró todo el pueblo, fuimos la comidilla del pueblo durante esa semana. La cita fue bastante bien pese a las carabinas.

Me siento en la cama y me calzo  unos zapatos de tacón color vino, son perfectos para el vestido blanco y el pequeño bolso a juego con los zapatos. Me levanto de la cama y retoco un poco con mis dedos el pintalabios y mis ondas rubias naturales. Pese a que quiero ir arreglada no quiero perder mi naturalidad, se supone que a Enzo le gusto como soy.

- Camila, estás preciosa.- Me halaga Marcos.

- Gracias. No sabes cuanto te agradezco que te quedes cuidando a Mia esta noche.

- Es un placer. Mia y yo vamos a divertirnos un montón. ¿Verdad Mia?

- Si. Vamos hacer palomitas de colores.

- Que no coma muchas, luego le duele la barriga.-le susurro a Marcos. Me agacho hacia Mia.- Quiero que te portes muy bien y hagas caso a todo lo que te pida Marcos.

- Si Mami.

- Ven. Dame un beso mi amor.- Agarro a Mia en brazos y lleno su rostro de besos.

- Te quiero mucho mami.

- Y yo a ti princesa. Me voy, no quiero hacer esperar.

- Disfruta.- Le dedico una sonrisa amigable a Marcos.

Salgo de mi apartamento y bajo hasta el portal Enzo ya me esta esperando aunque no lo encuentro, su coche no esta por aquí. Dónde se habrá metido? Si me ha dicho que ya estaba abajo. Voy a llamarle. Busco en mi bolso mi teléfono y marco el contacto de Enzo.

- Si.

- ¿Enzo dónde estás? Estoy abajo en la calle y no veo tu coche.

- Enfrente de ti.

- No veo tu coche.

- Espera que bajo la ventana. 

Miro al otro lado de la calle y veo la mano de Enzo asomar por un Porche Cayenne color negro. ¿Se ha cambiado  el coche? 

Espero a que el semáforo se ponga verde para poder cruzar al otro lazo. Enzo ya se ha bajado del coche, esta guapísimo. Lleva camisa azul cielo y pantalón gris con mocasines negros de cordones. 

- Hola.- Me abalanzo sobre sus labios para besarle. Besa tan bien.

- Menudo recibimiento. Ojalá en la oficina me recibieras igual.

- En el trabajo hemos de ser profesionales.

- ¿Nos vamos?- Asiento

- ¿Te has cambiado el coche?- Digo mientras me abrocho el cinturón de seguridad. 

- Si. Quería un modelo más familiar y seguro.  Si miras atrás.- Señala con el pulgar.- verás una silleta para Mia.- Si ya tenía una.- Es el ultimo modelo del mercado, la más segura y adaptada a la normativa.

Enzo conduce bajo la luz de las luces de la ciudad hacia nuestro destino. Me encanta esta ciudad de noche, tiene algo tan especial. Recuerdo cuando vine a la ciudad por primera vez a estudiar a la universidad, bajé del autobús y me encontré en plena noche en medio de la urbe. Yo que vengo de un pequeño pueblo pesquero donde todos se conocen, ese lugar de grandes edificios, gente de aquí para allá. Recuerdo que me impresionó tanto el ritmo frenético, el ambiente a alegría.

- Enzo. Estamos saliendo de la ciudad. Creo que te has equivocado de desvío.

- No. Vamos bien.-Si estamos saliendo de la ciudad. si yo misma hice la reserva, se donde es el restaurante y¡ no es por allí!

Siempre fuiste tú #2 Saga Amor DestinadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora