prólogo

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Será la nueva historia con la que voy a reemplazar la falta de porque a mi acto 2 espero que les guste
Todas ellas rechazadas, basura para cualquier emperador pues habían sido rechazadas por el famoso príncipe vegetta aunque no era secreto para nadie que ninguna pasaba la prueba y no era porque no fueran dignas o algo así sino por lo estricto y perfeccionista que era el príncipe, en su mente tenía a la chica perfecta pero ninguna de las damiselas que su padre mandaba cumplía los estándares ya sea por que su apariencia no era la correcta o por su manera de comportarse, ninguna nunca pasó la prueba y con esa reputación nada le esperaba a la princesa akira guiada por sus lacayos viajó desde muy lejos para conocer al príncipe vegetta, los padres del chico esperaban que por fin contrajera nupcias con la princesa puesto que se quedaban sin opciones tal vez su hijo era muy exigente.

Denle la bienvenida a la princesa akira de los montes nevados de karmaland - dijeron al unísono dos voces, una era el chico de la entrada del castillo que presentaba a la gente y la otra era el presentador oficial de la princesa, al principio se miraron retadores pero decidieron dejar eso para luego pues había que ser profesionales.

Una hermosa princesa pasó acompañada de su consejero y sus sirvientes, ella lucía hermosa era bastante cercana a lo que el príncipe tenía planeado, al fin pensaba casarse o fue así hasta que la oyó hablar tan superficial y hueca si tenía la actitud que el quería pero algo le hacía no desearla en lo absoluto.

Princesa no encontré el té que me pidió - entró con poca cautela uno de los sirvientes de la  dama, delgado algo alto y de tez blanca con cabellos castaños.

Estoy en una reunión importante no estas en condiciones para interrumpirla - murmuró con desden la princesa, el nuevo sirviente era todo menos el obediente chico que esperaba, al ser un regalo de sus padres mínimo esperaba que supiera comportarse pero al chico no le importaba si su posición le permitía hablarle o no a la chica, murmuró cosas con furia y salió azotando la puerta.

El - vegetta quedó callado ante aquel acto de descortesía normalmente lo hubiera repudiado y castigado pero en esta ocasión no lo hizo ¿porque? Fácil, aquel acto  descortés le pareció lo mejor que había visto durante el día, al  chico no le importaba nada y no sabia porque pero vegetta sentía que eso era muy emocionante.

No se preocupe príncipe, mandaré a auron a darle azotes - mencionó la chica mirando al consejero que al estar de viaje le tocaba hacer el trabajo sucio del verdugo, no le gustaba dar azotes y menos si era por algo tan insignificante como eso.

No es necesario - sonrió por primera vez en ese día, ese chico era todo lo contrario a lo que el quería pero a su corazón no le importaba ya lo había reclamado como suyo - he tomado una decisión - su consejero se emocionó, sus padres estarían orgullosos de saber que por fin una de las princesas que mandaron rindió frutos.

Entonces ¿se casará con la princesa akira? - preguntó con una sonrisa su consejero, esperaba ver ese día con sus propios ojos antes de heredarle el cargo a su hijo que pronto sería el nuevo consejero del rey vegetta pues si el chico se casaba sería rey automáticamente.

No que va, quiero a su sirviente - todos en la sala quedaron atónitos ante la respuesta del mayor, akira casi sufre un desmayo igualmente el consejero lo padres del chico si se llegaban a enterar de eso lo degollarian  por no intervenir pero ¿que mas podía hacer?, el príncipe había elegido y no había nadie mas que tuviera su aprobación así que lidiaría eso como lo hacían los verdaderos hombres sabios, en este caso, le relegaría la responsabilidad a su hijo. 
De luque el rompecorazones le dicen.
Aquí van a rodar cabezas,  este es el comienzo de la nueva historia espero que les guste.

Príncipe Vegetta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora