Capítulo 7-Un suceso vergonzoso

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Cuando me levanté me maree mucho ,y ni siquiera había dormido bien ,comí algo para que se me pasara el mareo y así fue.

Era temprano ,las nueve y media ,pero parece ser que álguien sabía que ya estaba despierta cuando llamaron a la puerta. Me puse la chaqueta y abrí la puerta encontrándome a mi amiga.

-¡Ana! Pasa- dije abrazándola.

-Menos mal que estabas despierta ¿Cómo estás?- preguntó sentándose en el sofá.

-Bien ¿Y tú?¿Qué tal vas con Jaime?- dije sentándome a su lado.

-Muy bien ,pero no he venido para hablar de mí... ¿Qué tal con Hugo? Ayer le dijistes algo... Me he enterado por Jaime que le oí hablar con Hugo y escuché tu nombre y algo de un beso ,así que... - dijo acercándose más a mí- Cuenta ¿Qué pasó?

Me sonrojé y se lo dije casi flojito por timidez y su reacción fue... ¿rara?

-¡Valla! No me lo puedo creer ,tanto tiempo enamorada de él y por fín eres su novia ,increible... pero espera ,con todo lo que te hizo sufrir y tú vas y le dices que ¡si! ,como te haga daño lo mato ,mas le vale tratarte bien si no se las verá conmigo... Aunque haceis muy buena pareja y él ha cambiado mucho ,aunque... - la interrumpí.

-Para para ,me estás volviendo loca ,a eso si que se le llama bipolaridad al 100% - dije.

-Jeje perdón- dijo arrascándose la mejilla con los ojos cerrados y sonriendo.

-Bueno da igual ,¿Por qué has venido tan temprano a mi casa?

-Por si querías ir a tomar algo o dar un paseo ,hace tiempo que no nos vemos.

-Vale ,damos una vuelta ,voy a vestirme.

-Vale.

Me vestí con algo sencillo ,unos vaqueros y una camiseta simple de color rojo y nos dispusimos a irnos cuando nos encontramos ya en el portón a punto de bajar las últimas 4 escaleras que nos quedaban a Jaime y a Hugo.

-¿Jaime?¿Qué haces tú aquí?-preguntó Ana

-Veniamos a por tí ,para ir a ver a mis padres que ya es noche buena y quieren que vallamos todo el día a su campo- dijo Jaime.

-Valla ,tendremos que salir por ahí otro día Amelia- dijo Ana mirándome con gesto triste.

-No te preocupes ,de hecho tengo que hacer cosas- dije sonriendo.

-¿Segura?-dijo mirándome preocupada ,parece que notó que me estaba empezando a marear.

-Si ,tranquila- dije sujetándome a la barra de las escaleras para evitar caerme- Bueno voy a darme una vuelta a ver si me da un poco el aire.

Tras eso me solté de la barra y bajé una escalera cuando me mareé y tropezé. Jaime y Ana al ver que iba a caerme gritaron mi nombre pero se calmaron más cuando vieron que no me caí ya que Hugo me cojió antes de que eso pasara.

Que verguenza ,nunca me había pasado esto en mi vida ,no podría estar más colorada en ese momento.

-¿Qué te pasa?-dijo Hugo.

-¿A qué te refieres?-dije aún sujetada por sus manos en mi cintura

-¿Te has mareado?

-No

-Tú lo has querido- me cojió en sus brazos haciendo que pareciese cojer a un bebé.

-¡Hugo bájame!- dije.

-Hasta que no me digas lo que te pasa no- dijo serio

-¡Hugo!

-Dime-dijo sonriendo.

-¡Que me bajes!

-Dímelo y te bajo

-¡Vale! Son mareos tontos que me entran de repente.

-Por algo tendrás mareos

-Porque últimamente no duermo bien ,de hecho ,casi no duermo.

-Te voy a llevar a que te vea un médico.

-Hugo ,yo soy médico.

-Lo sé ,pero otro te dirá qué tienes que hacer porque si te atiendes tú misma no llegarás a ninguna parte.

-Pero al menos bájame.

-No ,te puedes volver a marear.

-Pero...

-Nada de peros.

-Entonces hasta otra chicos- dijo Jaime.

Me olvidé por completo de Jaime y Ana. ¡Que verguenza!

-Vale- dijo Hugo.

Ana nos miró preocupada.

-Tranquila Ana ,está en buenas manos- le dijo Hugo a Ana sonriendo.

-Está bien- dijo.

Tras eso nos marchamos al hospital. Allí hablamos con un médico y dijo que me daría de baja una semana para recuperar las fuerzas.

Cuando salimos Hugo me acompañó a casa y le invité a pasar.

-Tengo la comida ya hecha ,hay para dos personas ,si quieres...

-Vale- dijo.

-Perfecto ,espero que te gusten los canelones.

-¿Hablas en serio? ¡Me encantan!

-Genial ,a mi también- sonreí.

Cuando terminamos de comer nos pusimos a ver la tele ,me recosté en sus piernas y puso su mano en mi brazo acariciándolo.

-Oye ,dijiste que me lo ibas a contar- dije.

-¿El qué?

-El por qué de tu cambio de personalidad de cuando eramos pequeños.

-Ah ,ya...

-¿Me lo puedes contar?

-¿Ahora?

-Si ,porfi- dije poniéndole ojitos de gato.

-Está bien...- dijo.

Le noté algo... triste... ¿Tan malo es lo que pasó?... Quien sabe ,a lo mejor si.

Amor con OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora