Capítulo 31-Pasado un tiempo

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Me encontraba tumbada en la cama de mi habitación leyendo un libro de los dioses griegos, no sé por qué pero me encantaban estos temas.

Llamaron a la puerta y fui a abrir.

-Hola Amelia- saludó Ana.

-Hola, pasa- se echó a un lado para dejar pasar a Ana.

Se sentó juntando las rodillas y poniendo sus manos sobre ellas.

-¿Pasa algo?- pregunté sentándome.

-No, bueno, si...-le tembraron las manos.

-Cuenta...- puse mis manos sobre las suyas.

-Bueno... yo, e-estoy embarazada- dijo con una gran sonrisa en sus labios.

-¿¡Qué!? ¡Eso es genial! ¿Se lo has dicho ya a Jaime?

-Si, ayer por la noche cuando me hize el test...

-¿Y qué le parece?

-Le ha encantado... y hemos hablado de quienes serán los padrinos de nuestro bebé...- dijo poniendo su mano en su vientre- Queremos que tú seas su madrina.

-¿¡Yo!?

-¿No te gusta?

-¡Me encanta!

-Pues no se hable más- me cojió de las manos- tú serás su madrina.

-¡Si!¿Y... el padrino?

-El padrino es Hugo, lo eligió Jaime y estabamos de acuerdo los dos. Se lo dijimos esta mañana por skype.

-¿Entonces habeis hablado con él?

-Si... Amelia, ¿por qué no hablas con él?

-No, habrá empezado una nueva vida allí, mejor que se olvide de mí...

-....¿Aún no lo recuerdas verdad?- dice algo triste.

-No..., está claro que la vida me está dando una segunda oportunidad no recordándole, y la voy a aprobechar.

-Si es eso lo que quieres... pero que sepas que nos ha dicho que te hecha de menos... y es normal... hace 5 años que se fue a Inglaterra y tú aún sigues sin recordarlo...

-Lo sé...

-Piénsalo...- dijo cojiéndome las manos.

-¿El qué?

-Llamarlo por skype, es gratis, a Hugo le gustaría mucho volver a verte aunque sea en pantalla...

-... Vale, lo pensaré... -dije apartando la mirada en plan de pesadez.

-¡Bien! Pues ya me dirás mañana que tal ha ido la charla¿vale?

-¡Tan temprano! Tenía pensado llamarle si eso en una semana o así...

-No, hoy lo llamas, me voy ¡adios!- dijo cojiendo sus cosas del sofá y marchándose corriendo dejándome con la palabra.

-Siempre hace lo mismo... menuda tía... - dije sonriendo.

Encendí mi portatil, me descargé el skype y me hize cuenta, puse el número de Hugo y lo guardé.

Me dí cuenta de que en su foto de perfil... ¡estaba yo!

En la foto Hugo estaba sentado y apoyado en un árbol de cerezo, con las piernas abiertas dejándome sentar y apoyarme en él mientras me besaba la mejilla y yo sonreía.

Me dió sed y me levanté despacio mirando como ipnoticada la foto de perfil de Hugo de skype.

Sin darme cuenta a punto de salir de la habitación le dí una patada floja a una caja que había en el suelo volcándola y haciendo que todo lo que había en la caja saliera.

-Valla, seré torpe...- dije mientras recojía las cosas volviendo a meterlas en la caja.

Iba rápida metiendo las cosas hasta que encontré algo que me llamó la atención...

-¿Qué... qué es esto?- dije observándolo bien.

Cojí un colgante con forma de flor de aluminio, como si fuera un colgante de esos que llevan los militares. Le dí la vuelta y me encontré con una inscripción...

Amor con OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora