Cuando desperté tenia un mensaje en el móvil de... ¿mi madre?
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De: Mamá
Hola mi niña, me preguntaba si querrías venir a cenar a casa esta noche para celebrar noche buena, tu padre también estará pero le he hecho prometer que se comportaría y me he enterado que tienes novio ya de hace unos pocos días. Me encantaría conocerlo, asi que si puede venir él también me alegraría mucho. Espero que vengais, la cena es a las nueve.
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¿Con mi padre?¿Cenar con ellos? Valla... la verdad es que tengo ganas de ver a mi madre, a mi padre no tanto. Odia que sea médico y no empresaria... y yo lo odio a él por no apollarme y en parte también a mi madre por no hacer nada cuando mi padre me echó de casa... pero ella si me apolla en mi carrera y entiendo que no hiciera nada cuando me fui ya que mi padre cuando se enfada se convierte en otra persona.
Bueno, ahora lo que más me preocupa es que mis padres conozcan a Hugo... me preocupa las preguntas que pueden llegar a hacerle.
De repente, mi móvil sonó y lo cojí.
-¿Diga?
-Buenos días mi flor.
-Buenos dias mi soldado- sinreí.
-¿Qué haremos hoy? Es noche buena
-Si, sobre eso... tengo que decirte una cosita- dije apretando los dientes.
-¿El qué?
Le conté sobre la cena que había preparado mi madre en familia y le conté el problema que tengo con mi padre.
-Ya veo... ¿Tú quieres ir?- me preguntó.
-Me gustaría ver a mi madre.
-Pues no hay nada más de que hablar... vamos y ya está... y no te preocupes por lo que me vallan a preguntar, he ido a muchas batallas, ¿Crees que no puedo con una cena familiar con tus padres?
-No es eso, creo que no puedes con mi padre, que es muy diferente a una batalla.
-Bueno, me las apañaré.
-¿Seguro?
-Si tranquila, estaremos juntos que es lo importante ¿no?
-Claro- sonreí- tienes razón.
-Bien pues paso a por tí a las ocho y media.
-Vale.
-Hasta luego mi flor.
-Adios.
Al colgar me puse muy nerviosa, estas cenas hay que ir siempre elegantes y no tenía ningún vestido que me viniese de invierno... a no ser...
Fui a mi armario y saqué un vestido de color rojo oscuro sin tirantes y por encima de las rodillas.
Después cojí unas medias negras gruesas y una chaqueta torera negra.
-Me falta algo... ¡Claro! ¡Los zapatos!- me dije a mí misma.
De debajo de mi cama saqué un paquete, lo abrí y saqué los tacones cerrados de cuatro dedos de tacón que me hacían un pie pequeño y a la vez perfecto.
Ya lo tenía todo listo. Comí y me heché una siesta por si acaso me volvía a pasar lo de la escenita de la escalera con Hugo.
Esta vez me puse el despertador, me levanté a las ocho. Me vestí, me maquillé y para terminar los tacones.
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Amor con Odio
Roman d'amourAmelia, una chica lista, simpática y educada tenía un amor en el instituto llamado Hugo, él apenas sentía algo bueno por ella, era un chulo, egoísta, pasota y creido. Él desapareció de una manera que con sus palabras hirieron a Amelia, de tal maner...