Capítulo 16-La horrible noticia

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Pasaron los días y hoy, Martes, regresaría por fín Hugo por la tarde.

Estos tres últimos días no salí para nada excepto para ir a trabajar pero cuando regresé a casa miré a ver si tenía cartas en el buzón. A parte de encontrar cartas de publicidad me encontré con una en la que iba dirigida a mí por un subcomandante.

Entré a casa, me senté en el sofá y abrí la carta. A medida que iba leyendo me daban más y más punzadas en el pecho hasta encontrar aquella frase de estas típicas cartas : El soldado Hugo García ha muerto en combate.

De la rabia tiré la carta y el sobre al suelo mientras lloraba. Cuando lo tiré al suelo miré que dentro del sobre había otra carta más, pero escrita por Hugo hacia mi, Jaime y Ana.

La abrí y comenzé a leerla.
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Si estais leyendo esto es porque he muerto, y eso significa que no podré contaros en persona qué sois para mi los tres: Jaime, Ana y sobre todo Amelia.

Escribo esta carta para daros las gracias, por aguantarme en el pasado y no perder los nervios conmigo de lo arrogante y antipático que era.

Jaime, eres mi... mejor amigo, aunque me cueste admitirlo... sé que eres igual que un niño pequeño pero eso es lo que te hace especial para mi, nunca pierdes la alegría.

Ana, sé que eres gentil y muy agradable, sé que cuidarás bien de Jaime y de Amelia que es tu amiga desde la infancia. Eres una buena amiga para mi y supongo que para el resto de los que te conozcan también.

Y Amelia, he dejado a la más importante para mí la última. Sabes que te quiero y que te seguiré queriendo sin estar ahí ahora mismo, ya sabes porque me volví tan serio y antisocial de repente en el pasado y te agradezco que lo comprendieras. Eres lo mejor que me ha pasado, y te pido perdón por esos días que pasé de tí, pero era porque el odio y la soledad me impedían ser feliz. Has hecho que a tu lado sea otra persona. Quiero que esta noticia no te afecte tanto como para no conocer gente, enamorarte otra vez, casarte, tener hijos y ser feliz. Sé que te costará superar esto, pero no te cierres, quiero que seas feliz, estaré siempre contigo, en tu corazón. Donde tú vallas yo iré contigo y perdóname por no haber cumplido mi promesa de volver a tu lado, lo intenté y cuando heché mi último aliento te ví en mi mente sonriéndome, tú serás siempre la única para mí. Te quiero.

Hugo.

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Al terminar de leerla me puse a llorar. Pasadas unas 6 horas, eran las siete de la tarde, Jaime y Ana vinieron a verme preocupados porque no sabian nada de Hugo y por la cara llena de lágrimas que tenía suponieron que le había pasado algo.

Les dí la carta y me quedé sentada en el sofá con las piernas subidas y mi barbilla pegada a mis rodillas mientras la leían.

Cuando terminaron de leerla Ana empezó a llorar y Jaime serio la abrazó a punto de hecharse también a llorar, pero aguantó las lágrimas.

Ana me abrazó y me dió el pésame al igual que Jaime.

Se fueron a la media hora. Me dijeron si quería que se quedaran para hacerme compañía, pero les dije que no, necesitaba estar sola y respetaron mi decisión.

Cuando se fueron fui a mi habitación y me acosté a llorar, no tenía hambre y no estaba de humos para hacer cualquier cosa para distraerme. Lo único que hize aquella noche fue llorar hasta que en un momento en el que ya no me salían más lágrimas y el cansancio de estar llorando como 8 horas seguidas pudo conmigo y me dormí sobre las tres de la madrugada.

Amor con OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora