Tócame | Vkook+18

capítulo 34

Pasé la toalla por todo mi cuerpo y demorándome en mí cabello mojado, con
algo de frío porque el día no estaba siendo muy soleado y el agua estaba helada.

Ya debían ser las dos de la tarde, y mientras que yo me bañaba pacíficamente disfrutando un poco más de las olas antes de marcharnos,
Taehyung preparaba el almuerzo.

Debía admitir que nunca me había sentido tan bien, ni cuando había sido mi graduación pero qué podía decir; Taehyung me había ayudado a superar el hecho de mi padre, me había alentado a hablar con él y mostrarme valiente y fuerte. Me había abierto los ojos y acepté que quería bailar,  que yo no quería estudiar negocios.

Ahora éramos novios, y la noche había sido maravillosa, desde la cena hasta dormir con él bajo las estrellas.

Era de ensueño.

Caminé hacia la casa sacudiendo mi cabello tal cual como un cachorro mojado y me pasé la toalla por los hombros tratando de abrigarme un poco.

Me limpié los pies antes de entrar a la casa y subí de largo a ducharme y cambiarme, no queriendo llenar de arena nada de la casa porque no me
gustaba el desorden y suciedad y por lo visto a Taehyung tampoco.

Me puse los pantalones rotos de anoche y me puse una camiseta sin mangas blanca, guardé mi ropa en mi bolso y acomodé la habitación por encima porque en realidad no habíamos dormido aquí así que no estaba del todo
desordenada.

Me puse los zapatos y caminé al armario para dejar ir los zapatos de casa prestados, y me detuve mirando en el velador que estaba apartado una foto.

Era una foto de Taehyung y su madre, la edad de Tae debían ser unos ocho años y se mostraba demasiado sonriente. Me dio demasiada ternura ver la foto, porque él no había cambiado demasiado.

Su sonrisa, sus ojos y sus mejillas seguían siendo las mismas. Su mamá estaba a su lado agachada a su altura sonriendo levemente, una mujer muy bonita y joven.

El cabello marrón de Taehyung era largo entonces, casi tanto como ahora y estaba perfectamente peinado hacia un lado, y en sus manos había un oso pequeño de peluche. Un oso que me sonaba, pero desistí de la idea de
conocerlo o haber escuchado de él porque no recordaba.

Batí la cabeza dejando la foto en su lugar pero mi vista no se despegó de él y Lamí mis labios
sintiéndome extraño, porque se veía demasiado adorable, diferente a lo que era ahora.

O bueno, a lo que mostraba.

Terminé de guardar las cosas y al darme vuelta para bajar, Taehyung estaba en las escaleras recostándose del barandal mirándome con una curva en sus labios, una sonrisa pequeña.

¿Desde cuándo estaba ahí? ¿Y por qué no le había escuchado?

—eres muy silencioso —dije con una ligera risita quedándome en mi lugar mirándole tranquilo.

—Y tú eres muy maniaco por el orden, le diste vueltas a todo buscando algo que estuviese en el lugar incorrecto como tres veces desde que subí —dijo mordiendo su sonrisa y yo le miré ofendido abriendo la boca para protestar.

Yo ni siquiera me había dado cuenta de que había hecho eso, ¿era cierto?

—Bueno pues... No quería que hubiera desorden ¿de acuerdo? Las cosas tienen su lugar no tienen por qué estar en otro lado —me defendí cruzando los brazos y él se rió lamiendo sus labios al final de su carcajada y siguió con una preciosa sonrisa en su rostro, burlándose de mí.

—En qué lio me metí al hacerte mi novio... ¡Ahora soy novio de un maniaco! —dijo haciéndose el dramático y ahora sí lo miré mal caminando para bajar las escaleras sin mirarle. Pero me tomó del brazo en el momento equivocado, di un tropiezo y acabamos cayendo por las escaleras de una forma demasiado graciosa pero dolorosa, como esos vídeos que ves en los programas de
personas burlándose de personas cayendo.

Taehyung fue el primero en lanzar una carcajada sobando su cabeza y sacando su pierna de debajo de mi espalda y solté un quejido por haberme golpeado el trasero. Lo miré mal por segunda vez en el minuto y cerré los ojos soltando maldiciones porque joder, la caída había dolido ¡y Taehyung
solo se reía de nosotros y nuestra inspiradora caída!

—Deja esa cara, nuestra caída fue estúpida y graciosa —dijo riéndose y moldeando mis mejillas pero me hice a un lado tratando de levantarme. —. Hasta pareces mayor que yo con tanta seriedad.

—Pues tu trasero no es el que está doliendo —dije a la defensiva cruzando los brazos y él me tomó suavemente del brazo para sentarme encima de él con una sonrisa ladina en su bello rostro. Pero no podía simplemente venderme por una linda sonrisa, yo debía ser fuerte ¡por su culpa habíamos caído!

—Si pues cuando me pides más no piensas en tu trasero así que fue casi lo mismo —dijo acomodando mi camiseta chueca en mi torso. Yo le quité las manos de mí.

—No es lo mismo ni se acerca, Taehyung. Me dolió —dije frunciendo las cejas.

Él se rió de pronto, ¿qué le pasaba?

—Estás muy risueño hoy, qué demonios te pasa. No te burles de mí.

—¿Por qué estás siendo grosero? Estoy feliz porque hemos pasado un buen día juntos y eres mi novio, ¿acaso no puedo estar feliz por eso, Jungkook? —refutó frunciendo las cejas, dejando la diversión a un lado.

Entonces era eso, estaba feliz por nosotros. En parte me alegraba y que dijese eso me hacía sonrojar, pero igual me dolía. Yo estaba siendo gruñón en ese momento.

—Lo siento... perdón —me disculpé bajando la mirada y pase mis manos por sus  hombros rindiéndome.

—Ya, no te preocupes —le restó importancia levantando los hombros. —.No me gusta que seas grosero Jungkook, lo haces de nuevo y tendré que castigarte, ¿de acuerdo? —ladeó la cabeza con sus ojos un poco oscurecidos y yo asentí
pasando saliva nervioso por la mención de un castigo, pero emocionado por
partes iguales.

Y esa vocecilla en mi cabeza refutó. Masoquista.

—Ahora vamos a comer antes de que se enfríe todo