capítulo 3

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En todo el mundo yo no fuese imaginado que situaciones tan vergonzosas tuvieran que pasarme a mí, Jungkook, un chico cualquiera.

Y sí, estábamos hablando de mi situación con el profesor Kim. Yo definitivamente no podía parar de pensar en él apenas pisaba la universidad porque claro, era él quien me daba clases de una materia tan corriente como lo era la literatura, una clase que no podías rechazar o faltar si querías conseguir un buen promedio cosa que, obviamente yo necesitaba.

Mientras que la profesora de biología daba su clase yo me esmeraba escribiendo todo tipo de apuntes para recordar luego cuando llegara el examen final, siempre daba lo mejor de mí en cada clase y biología por más que no me gustase no era la excepción.

Jimin a mi lado permanecía quieto escuchando, él era del tipo que memorizaba todo, en cambio yo debía estudiar. Deseaba ser como él en ese aspecto.

No había podido descubrir por qué había llegado tan rojo y agitado el otro día, no me había querido decir. Lo ataqué acusándolo de no tenerme confianza aún cuando él sabía mi vergonzosa posición con el profesor Kim pero me dijo que era algo un poco extraño, que no estaba del todo dispuesto a aceptar y contarlo.

El timbre sonó y todos recogieron sus cosas para empezar a salir, yo guardé la libreta en mi mochila y revisé el celular mientras bajaba las escaleras. El rubio me siguió en silencio y ya en el pasillo guardé el celular para comenzar a caminar.

—¿Jungkook crees que podrías ir a una fiesta este fin de semana? Entiendo que quieras estudiar, pero llevamos ya un mes, y no hemos parado de estudiar, salir no te vendría mal —me comentó el rubio y yo me lo pensé. Una fiesta me vendría bien, ¿verdad?

—Bueno, tal vez vaya, no lo sé todavía —dije levantando ligeramente los hombros.

—¡Bien! Piensatelo, porque de verdad quiero ir y seria divertido que fuésemos juntos —dijo elevando sus comisuras. Le miré extrañado y sus mejillas se tiñeron de rojo. —. ¡No en ese sentido! Como amigos decía.

—Bien Jimin, relájate —dije con diversión. —. Debo ir al baño, te veo en la cafetería.

Él asintió y emprendí mi camino a los baños, ya ahí suspiré acomodando mi cabello en el espejo. Dejé en la pequeña repisa mi mochila con cuidado y desabroche mi pantalón para poder orinar. Luego de eso, subí la bragueta suspirando.

La puerta sonó y no le tomé importancia hasta que miré por el espejo de quién se trataba. Mi pulso se aceleró y mis manos torpes se apresuraron en acomodar la correa de mi pantalón.

Jeon Jungkook —dijo en ese tono que sólo a él le quedaba perfecto. Se apresuró en cerrar la puerta detrás de él y pasarle el seguro, cosa que me hizo poner aún más nervioso si eso se podía.

—Pro-profesor Kim —murmuré con la boca seca lamiendo mis labios por inercia. ¿Qué se supone hacía aquí?

—Los baños de profesores están en servicio, debemos usar estos —explico mirándome por el espejo y yo asentí tragando y tosiendo tomando de nuevo mi postura, no debía mostrarme tan afectado por él.

—Ah, bueno, p-pero no era necesario ponerle seguro a la puerta —dije lavando mis manos finalmente para terminar de acomodar mi pantalón y moverme hacía la izquierda donde estaba mi bolso.

—Quería hacerlo —explicó acercándose a mí, cosa que me afectó muchísimo. Me puse tan nervioso que mis manos sudaban, mezclándose con el agua. —. Has vuelto a usar tus pantalones, me alegra muchísimo eso.

—¿Por-por qué le alegraría, profesor? ¿Por qué es tan extraño conmigo? —pregunté por fin.

—¿Soy extraño? Por supuesto que no, joven Jeon —dijo negando haciendo movimientos con su mano. —. Simplemente me siento muy atraído hacía usted, y se lo hago saber.

Ah, no, pues eso ya lo sabia.

—¿Y qué espera que haga yo con eso?

—No espero nada, joven Jeon. Al menos no por ahora, y sólo hasta que me diga tócame, o toqueme profesor Kim, yo no le haré nada.

Tócame | Vkook+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora