Mis pies se movieron con mucha cautela hacía el salón. Estaba demasiado estresado, sentía la espalda pesada y tensa, las tareas me estaban matando y por supuesto, sabia que tocaba la querida clase de literatura con el querido profesor Kim.
Luego de aquel incidente en el que él me había escuchado a punto de hablar de él, sólo me dio una breve advertencia. Ya saben, somos adultos, nos hacemos responsables de nuestras palabras y acciones.
Claro que me encontraba nervioso ya que siempre me miraba de forma extraña, me miraba los muslos y las piernas y por ello yo me vi forzado a no usar más aquellos pantalones ajustados, estaba usando más que todo pantalones deportivos o anchos porque me hacia sentir inseguro su mirada.
A mi lado se posó Jimin corriendo y me di cuenta de que había algo diferente en él, tenia las mejillas rojas, más que nunca. Me pregunté si la causa era el correr, y si era prudente preguntar, porque parecía como si hubiese tenido sexo acalorado en una ducha.
—¿Te pasa algo? —pregunté finalmente entrando al salón y fijando mi mirada solo en el rubio a mi lado, él negó fervientemente y nos dirigimos a la parte trasera del salón, como siempre.
Aunque supe sí le había pasado algo decidí no insistir, no quería sonar fastidioso. Mi mirada fue hacía todas las partes del salón y no había rastros de Kim Taehyung.
Algunos murmuraban y no hubo más murmullos cuando el profesor entró al aula, aquella aura que desprendía me causaba demasiada intriga, yo no podía negar sanamente que él era guapo, demasiado.
No nos miró, en cambio, caminó directo al escritorio dónde dejó sus libretas y chaqueta con la mandíbula recta y tensa. Su piel dorada relucia en todo el salón, y se podía apreciar parte de su pecho gracias a que los primeros botones de su camisa blanca estaban desabrochados. Ya yo estaba acostumbrado a su vestimenta, él siempre vestía demasiado formal.
Y aquello me encantaba.
Sacudí la cabeza obligándome a no prestarle atención a esas cosas y cuando nos miró a todos y su mirada se detuvo en mí, sentí escalofríos.
—Buenos días, espero hayan dormido bien y tengan la cabeza donde va, porque hoy tendremos un ensayo importante, vale el 30% de su nota final —sentenció. Yo miré a Jimin con los ojos abiertos pero éste se encontraba ido mirando por la ventana.
Resultó ser más fácil de lo que esperaba, pedía habláramos sobre algún libro importante en la historia universal que nos gustara más y yo hice una especia de combinación entre el diario de Ana Frank (que era demasiado conmovedor para mí) y Orgullo y Prejuicio, porque pues, Darcy era un gran idiota a mi parecer.
Fue el primero en terminar, tomé mis cosas y me acerqué tembloroso al escritorio de Kim, me fijé en que mordía el interior de su mejilla mientras que leía y repasaba algunas notas. Su mirada se posó en mí rápidamente y ladeó un poco la cabeza sonriendo ladino.
—Jeon Jungkook... —murmuró suavemente con voz ronca. —. ¿Has terminado? —preguntó tomando entre sus manos mi trabajo y yo asentí tragando grueso. —. Si así eres de rápido escribiendo... No imagino cómo serás en otras cosas. Puedes retirarte si has terminado —dijo finalmente. Mis piernas temblaban a causa de que había hablado demasiado lento, disfrutando del momento, y yo no era mas que un niño asustado. El muy descarado hablaba confiado frente todo el salón y yo trataba buenamente de mantenerme de pie. Me di vuelta y cuando estuve por dar un paso volvió a hablar. —. Puedes volver a usar tus pantalones ajustados, no te sientas presionado sólo porque tus muslos son demasiado incitadores.
ESTÁS LEYENDO
Tócame | Vkook+18
FanfictionKim Taehyung era el dulce profesor de literatura, un hombre culto y lleno de tantas cosas buenas como malas. Su clase en la universidad de Seúl era de literatura, y no había nada que le gustara más que enseñar eso. Él era lo contrario a problemas...