Capítulo 23

4.4K 466 45
                                    

—Hey, Taehyung —saludé intentando sonar casual dejando a mi hermana detrás de mí, no queriendo que Taehyung conociera a Haerin de tal forma.

Y claro, porque ella solía hablar demasiado, y ebria era diez veces peor.

—Hola, Jungkook-ah. Cuando dije que esperaba nos viéramos pronto no pensé que así de pronto —dijo acomodando su cabello y soltando una ronca risa. Yo asenti. —. Vine a cenar con mi familia, veo que tú también —dijo haciéndose a un lado mirando detrás de mí y yo volví a asentir, rendido, sacando a la Haerin balbuceante de mi espalda.

—Ella es mi noona Haerin, noona él es Taehyung, mi profesor —dije carraspeando y apretando la mano de la chica, esperando que no vomitara verbalmente y soltara cosas que era más que claro que yo no quería decir.

Ella soltó una risita y extendió su mano hacía la de Taehyung, él la tomó y una sonrisa encantadora se plasmó en su rostro. De esas sonrisas que te hacían fallar las piernas.

—Un gusto, soy Kim Taehyung —dijo formalmente y yo lamí mis labios. Haerin miró a un lado, luego a él y luego a mi, como atando cabos y yo esperé silenciosamente sin respirar su respuesta.

—Un gusto igualmente, ¡he oído cientos de cosas sobre ti! —dijo entusiasmada.

Mierda.

Mi respiración se erró momentáneamente y ella apretó mi mano, Taehyung me miró divertido, como satisfecho de esa respuesta y ladeó la cabeza.

—¿Ah sí?

—Sí, me dijo que ustedes dos trabajarán juntos, lo que tiene emocionado a Jungkook, él es un bebé y se emociona mucho por las cosas yo espero que todo vaya bien y que-

—Vale ya, noona. Ya entendió —Murmuré avergonzado soltando el aire. —. Me gustaría que nos quedásemos a charlar pero mañana hay que despertar temprano y aún hay cosas que hacer así que ¡nos vemos mañana, profesor, buenas noches!

Hale de la mano de mi hermana con prisa no sin antes hacer una rápida reverencia y la miré mal cuando comenzó a reírse de la situación. —No te rías, noona. Me las vas a pagar.

•••

Camine con rápidos pasos por el pasillo con las carpetas en mis manos, el profesor no había llegado en su hora, y cuando estaba a punto de irme, llegó. Tuve que cruzar todo el campus sólo para llegar de nuevo al salón donde había esperado pacientemente.

Haerin se había quedado a dormir conmigo en mi habitación, y ella y el rubio se llevaban bien lo que me ponía contento. Ella a veces solía hablar demasiado, y ser muy rara, lo que me preocupaba al  principio luego de que se le fuese la lengua con Taehyung, pero con Jimin no fue así. Es decir, no tenía por qué serlo, él sólo era mi amigo.

No había señales de Taehyung luego de que esa misma noche me dijese que tenía cosas que hacer, y que me avisaría para comenzar con los negocios lo que me había parecido raro porque el se notaba al principio entusiasmado. Y no podía negar que el hecho de conocer su casa, su ambiente me ponía los pelos de punta.

Dejé las carpetas en la mesa del profesor y salí de ahí con una reverencia revisando mi celular y la hora, me daba algo de flojera devolverme pero no podía hacer otra cosa.

Habían pocos estudiantes en los pasillos, ya las horas estaban culminando y era normal que no hubiesen. Noté las maldiciones en voz baja de un chico en la maquina expendedora y frunci las cejas mirando la escena, la máquina no quería aceptar su dinero, y era algo verdaderamente fastidioso.

Anteriormente tenía muy mala suerte para comprar en esas máquinas y solía pensar que me odiaban. Por eso me dirigí hacía él y le tendi un billete mucho más liso que el que él tenía. Enseguida sus ojos me vieron y no pude evitar pillar el hecho de que sus mejillas adquirieron un tono rojizo sutil.

—Dios no, no puedo aceptar eso —dijo negando rápidamente y yo me reí.

—Si puedes, no me cuesta nada y seguro tienes mucha sed si llevas tanto rato aquí tratando de comprar —dije elevando los hombros.

—Es que me devuelve el billete, y ni siquiera está tan arrugado como parece —dijo, su voz sonando preocupada. Lo vi desistir de aceptar mi dinero, y luego lo tomó frunciendo las cejas y acomodando su cabello negro.

Y él era, un chico muy guapo cuando me permití observarlo bien.

—Te lo pagaré luego con un billete mejor, lo prometo —dijo asintiendo y yo negué con una pequeña risa. —. Soy Daehyun, por cierto

—No me lo tienes que pagar y, mucho gusto, soy Jungkook —dije extendiendo mi mano, él la tomó y el roce de sus anillos contra mi piel me hizo sentir raro, algo conocido.

Taehyung.

—Claro que sí. Eres el salvador del día, muchísimas gracias, Jungkook —dijo haciendo una reverencia y sacando la bebida de la máquina con facilidad.

Mi vista cayó al final del pasillo, donde una figura se me hacía muy conocida, enfoqué un poco más y apreté los labios. Él venía hacia acá.

—Joven Jeon, ¿le importaría venir al salón? Quiero hablar sobre algunas calificaciones —dijo Taehyung, Daehyun miró hacia él y me hizo una reverencia antes de irse avergonzado. Taehyung me miraba fijo, con una mirada oscura, y no entendía qué estaba mal hasta que Medí aquello.

Él se ponía celoso con tranquilidad y todo en su rostro, su mandíbula apretada, sus labios cerrados y sus cejas fruncidas, todo gritaba una sola cosa:

Castigo

Tócame | Vkook+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora