Me gustaba recordar viejos tiempos, cuando en mi cumpleaños mis padres me hacían un pastel y me despertaban a media noche para dármelo, y felicitarme.
Esos tiempos en los que yo no les fallaba, y en los que papá sentía lo que un padre siente por un hijo, y yo no me sentía como un estúpido.
Ahora mis padres mantenían una charla sobre los planes del futuro y yo escuchaba sin saber cómo salir de ahí, porque Taehyung ya me había dado una dirección y él ya se había ido, ahora esperaba por mí.
-No me siento muy bien, uh... Iré a casa -dije mirando hacia mi madre, ella asintió dándome un beso en la frente y miré hacia mi padre quien permanecía impasible. Me mordí el carrillo, hice una reverencia y salí de ahí con las manos sudorosas y una mala sensación en la garganta.
En el auto respiré aflojando mi corbata y suspiré queriendo llorar como un niño. En cambio encendí el auto y fui directo hacia donde la dirección decía, me sorprendió al ver que era un hotel. No sé por qué me decepcioné tanto, esperaba que me llevara a un lugar privado y no a un hotel como a cualquiera.
Suspiré bajando del auto, entré al vestíbulo y aquel lugar se veía tranquilo, bastante bonito en realidad, subí al elevador y marqué el piso que e había dicho, toqué la puerta y suspiré.
-Llegaste más rápido de lo que pensé -dijo Taehyung abriendo la puerta, lucia ansioso, pero tranquilo. Había quitado su saco, su camisa blanca tenia suelta dos botones dejando ver su Inmaculada piel dorada y su cabello estaba algo despeinado, como si se hubiese pasado la mano repetidas veces. -. Ven, pasa.
Hice caso entrando al lugar, notando que él vivía ahí. Aquello me sorprendió bastante, porque él era importante... Y bueno, tenía dinero aparentemente.
La decoración era sutil, no era exagerada para ser un pintor. Me quise quitar el saco caminando hacía el ventanal mirando hacía abajo, las luces, el tránsito.
-¿Te han dicho algo antes de venir? Te noto distraído -dijo entonces el mayor. Yo me lamí los labios y caminé hasta él decidido.
-Sí, necesito distracción -murmuré antes de juntar nuestros labios, en un acto atrevido de mi parte. Él no se lo esperaba puesto que no correspondió mi urgido beso en unos segundos que se me hicieron eternos. Dejé caer el saco al suelo.
Mis manos se enredaron en su suave cabello jalando de él hacía mí, y sus manos no tenían un lugar fijo en mi cuerpo, porque me tocaba la cintura y los muslos, que tanto le gustaban.
Daba ligeros mordiscos a mis labios que me hacían sacar ligeros gemiditos y él estaba súper gustoso con ellos. Mis manos bajaron a su camisa queriendo desabrochar los botones restantes y él capturó mis muñecas antes de que pudiera hacerlo, fruncí las cejas cortando el beso y entonces él besó mi mandíbula y mi cuello, haciéndome jadear.
Siendo honesto no podía describir con palabras lo bien que se sentía tener sus labios sobre mi piel.
Nos guió hacía su cama y se subió sobre mis piernas, para seguir besando mi cuello, y sacar la corbata dejándola a un lado.
-La usaremos -murmuró y yo asentí de forma atropellada. Quitó los botones de mi camisa blanca y la sacó mientras que yo sacaba mis zapatos y los dejaba caer, él imitó mi acción.
El frío choco contra la piel desnuda de mi torso, que no tardó en ser sustituido por el calor de las manos de Taehyung recorriendome. Besaba mi cuello, mi mandíbula, por segundos mis labios y luego bajó a mis clavículas dejándome desorientado, haciéndome cerrar los ojos por los toqueteos y los besos mojados.
Podía percibir que él estaba incluso más afectado que yo, porque su erección encerrada en aquel pantalón chocaba fuertemente contra mis muslos, haciéndome jadear.
Entonces ocurrió algo mágico, me quitó el pantalón y sus besos fueron a mi pelvis, dejando suaves lamidas que me hacían arrugar los dedos de los pies por la maravillosa cercanía. Y cuando menos me lo esperé, esos besos mojados fueron a mi bulto por sobre la tela.
Joder.
El próximo es narrado por Taehyung :)
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Tócame | Vkook+18
FanficKim Taehyung era el dulce profesor de literatura, un hombre culto y lleno de tantas cosas buenas como malas. Su clase en la universidad de Seúl era de literatura, y no había nada que le gustara más que enseñar eso. Él era lo contrario a problemas...