capítulo 14

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Taehyung se vistió con la clara molestia pintada en su rostro, y es que el celular había sonado insistentemente y cuando hizo caso a los llamados y atendió, las malas noticias llegaron.

Me hizo vestirme, aún con una erección pero él murmuró aprovechando la situación que ese era mi castigo, y que no me podría tocar porque ya nos debíamos ir. Suspiré.

No pretendo negar que me había decepcionado, porque yo estaba emocionado por el "castigo". Pero él tenía ahora asuntos más importantes que atender en los que yo no me metería.

Subimos al auto de nuevo para él conducir hacía donde le dije, dejándome donde yo vivía, soltó un suspiro indignado al detenernos.

—Recuerda el resultado de tus intentos por ponerme celoso —dijo volteando en el asiento a verme, moviendo de forma inconsciente los anillos en sus alargados dedos. —. La próxima vez, nada te salvará de ello. Nos vemos mañana, Jungkook. 

—N-nos vemos mañana, Taehyung —murmuré bajando del auto y caminando con las manos apretando las tiras de mi mochila en mis hombros. Un poco ansioso de que alguien me viese.

Al llegar a mi piso suspiré abriendo la puerta, buscando con la mirada al rubio, yo no sabía si ya había encontrado otro lugar para quedarse, claro que a mí no me molestaba en lo absoluto, pero él era algo terco y orgulloso en cuanto a eso se trataba.

—¿Jimin? —cerré la puerta detrás de mí caminando hacia el pasillo y al encontrarlo en una de las habitaciones muy poco usadas, acomodando la cama que había allí, pero que estaba polvorienta por el poco uso.

—Ah, hola, Jungkook-ah —saludó mirándome unos cortos segundos para seguir en lo suyo. —. No he conseguido dónde quedarme, y para que resulte menos que un problema para ti voy a acomodar yo mismo este lugar, y lo mejor es que cuando me vaya estará ya limpio y listo para su uso —comentó. Me hizo sonreír de lado porque él era demasiado tierno.

Jimin era una gran persona.

—Bueno, sabes que igual no resultas un problema para mí ni nada, me hace bien que estés aquí, así no me siento tan sólo —le dije entrando, dejando caer la mochila y sentándome en el pequeño sofá forrado de algún plástico emitiendo una pequeña queja, porque aún me ardían los glúteos.

El rubio me miró interrogante, ladeando la cabeza, y me pareció ver un bombillo encenderse sobre su cabeza, alumbrando todo a su paso cuando abrió los ojos con sorpresa.

—¡Te fuiste con el profesor Kim! —dijo como si hubiese descubierto algo enorme. —. ¡Y te ha dolido sentarte! ¿Qué clase de cosas hicieron, Jungkook? ¡Exijo que me lo cuentes todo! 

Suspiré poniendo mis dedos en el puente de mi nariz tomando aire para contarle a él las cosas que habían sucedido, eso exceptuando algunas cosas claramente. Porque no podía saberlo todo siempre.

—Fuimos a un lugar, y allí nos besamos y él hizo lo que tú querías, me castigó por ponerlo celoso, Jimin-ah y no te voy a decir qué hizo, ya eso seria mucho —dije escaneando su expresión sorprendida. —. Aunque no terminamos nada, porque lo llamaron y se tuvo que ir de prisa.

—Joder, qué sorpresa —dijo sonriendo levemente. —. Su rollo es muy extraño, no me digas que le va eso del daddy kink —dijo extrañado y yo negué con una carcajada, porque aquello sí seria demasiado extraño, y no me gustaba.

Había estado con tipos antes a los que les iba ese rollo, pero a mí en lo personal, me disgustaba demasiado.

Además que Taehyung no se veía así.

—Si le fuese ido seria extraño y lo fuese dejado con las ganas, porque no me gusta —dije riendo.

—Te gusta él, Jungkook, y vas a querer probar de todo más adelante. Tú jamás le dejarías con las ganas, porque ya te lo ha hecho a ti varias veces y tú sigues detrás de él.

Tócame | Vkook+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora