No me esperaba que fuéramos a una montaña. Qué romántico era aquello; Taehyung llevándome montaña arriba, con su mano agarrada a la mía con el motivo de que "no te vayas a caer, Jungkook", lo que parecía una insinuación a que yo era muy tonto como para subir sin caerme por un sendero bien marcado.
Bueno, no tenia por qué ser romántico.
El camino comenzó a ser divertido, porque habían resbalones y Taehyung tenia una risa demasiado pegajosa, y su rostro era lo más adorable del mundo. Cuando ya el camino se estaba nivelando, llegamos a una casa quemada. Se veía hasta terrorífica.
-¿Qué hacemos aquí? -pregunté interesado.
-Es mía la casa -dijo obvio. Me soltó la mano para poder dirigirse a la cabaña que parecía la casa misma de un homicidio paranormal, y abrir la puerta entrando él primero e invitándome en voz alta a pasar.
Me lo cuestioné bastante.
Él no era un homicida.
Yo estaría bien.
Respiré profundo y entré después de él. La mandíbula casi se me cae del asombro, porque por dentro no tenia nada de parecido a como era por fuera.
Por dentro, estaba bien amueblada, una chimenea que le daba color y calor a toda la cabaña, habían libreros enormes repletos, una mesa, una pequeña cocina, y en un rincón había una pequeña división para la cama.
Era muy acogedora y las luces, las decoraciones todo era tan moderno y lujoso, tanto como Taehyung.
-Es muy bonita -dije cerrando la puerta detrás de mí.
-Por fuera no llama la atención de nada, eso y que esta montaña es poco concurrida -dijo quitándose la chaqueta y sentándose en el sofá con las piernas abiertas.
Ahí fue que medí la situación.
Él y yo estábamos solos.
Totalmente solos.
-Ven aquí -pidió lamiéndose los labios. Yo me acerqué y me senté a una distancia considerada de él en el cómodo sofá. -. ¿Me tienes miedo, o por qué te sientas tan lejos? Ven
Me senté un poco más cerca y él se giró un poco hacía mí luciendo una sonrisa ladina bastante seductora. Sus labios estaban muy mojados y lucían tan rojos como una cereza.
-¿Estás nervioso? -volvió a cuestionar.
-No -negué con la cabeza.
-. Ven a besarme -dijo como una órden. Orden que yo no podía rechazar. Como si nuestros labios se hubiesen extrañado mucho, se juntaron con desespero. El beso que Taehyung y yo nos estábamos dando era casi grotesco, porque ambos queríamos tenerlo todo del otro en un beso lo que lo volvía un tanto caótico.
El calor comenzó cuando sus manos se metieron debajo de mi camisa, haciéndome estremecer. Mordía mis labios de vez en cuando sólo para escuchar mis bajos jadeos demostrándole que me gustaban sus acciones.
-¿Qué tanto estás dispuesto a avanzar?
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Tócame | Vkook+18
Fiksi PenggemarKim Taehyung era el dulce profesor de literatura, un hombre culto y lleno de tantas cosas buenas como malas. Su clase en la universidad de Seúl era de literatura, y no había nada que le gustara más que enseñar eso. Él era lo contrario a problemas...