capítulo 14: probabilidades

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Lunes 29 de Junio de 2020
6:36 horas
El Desierto del Mojave
Mortis V.

Aún siendo rápido estaba muy viejo para ello, y mi resistencia no era como antes. Extrañaba mi buenos y viejos tiempos. Era más feo, pero eran mejores.

????: Ojalá los viejos tiempos fueran mejores.

Mortis: Por si eres ciega, mi oído pequeño no es. Se perfectamente quien eres.

????: Acertaste Mortis, que precisión la tuya.

Mortis: Hola Peter.

Tara: Buenos días, mi estimado

Mortis: ¿Me seguiste?

Tara: No, fue una feliz coincidencia que te haya encontrado.

Mortis: Claro, por supuesto, faltaría más. Al menos hiciste más corta mi travesía.

Tara: ¿Quieres ir a algún lado?

Mortis: Sí, al país de nunca jamás.

Tara: ¿Qué te hice para ganar esa frialdad? ¿Ni un abrazo?

Mortis: Borrar memorias y abusar de tu poder. Ese es trabajo de Shelly.

Su aspecto siempre era indescifrable, una hoja en blanco puesta a interpretación. Sería así de no ser por su ojo delator.

Tara: Ehmmm, ¿Quieres ir o no?

Mortis: No tengo inconveniente (por supuesto que lo tengo)

Tara: No sabes mentir, ¿Cuál es el inconveniente?

Mortis: No es que no sepa mentir, es que tú puedes leer la mente. Sabes todo lo que se le pasa a la gente por la cabeza. Sabes exactamente cuál es mi propósito y cuánto estoy dispuesto a hacer y perder para conseguirlo.

Tara: Créeme Mortis, la situación es desventajosa para ambos. Fue una medida desesperada, era demasiado pronto. Genio está en cuarentena.

Mortis: Y perdimos un mes para prepararnos.

Me limité a ignorarla, y seguir con mi camino. Tenía dos objetivos claros, el más importante era el primero.

Llegué a la puerta de la casa, la contemplé un poco, para luego tocarla tres veces con la pala. Me sentía estúpido por haber vuelto. ¿Cómo había olvidado ese detalle?

????: ¿Hay razón para irte?

Mortis: ¿También para acosarme?

Tara: No te estoy siguiendo. No soy una acosadora. Protejo nuestro bienestar.

Mortis: Nos has condenado.

Recordé entonces las alianzas que logré hacer en la Galia Cisalpina meses atrás. Ahora un desperdicio de tiempo. No había marcha atrás. Se sumó un tercer objetivo.

Tara: Era necesario. Hay una posibilidad—

Max: Hola de nuevo Mortis, buenos días Tara— abrió la puerta en el acto, interrumpiendo a la tarotista, quien lo veía venir

Mortis: Mi nariz está bien, gracias por preguntar— la sonrisa de la heroína pasó a ser una mueca de preocupación, y la inexpresiva y temida Tara Lynn Turner se veía ciertamente sorprendida al no notar algo tan evidente

Max: Ah este, no sabía que traerías acompañante...

Mortis: Tranquila, ella tampoco sabía.

¿Quién dijo que los iguales se repelen?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora