Capítulo Treinta y Dos

706 103 34
                                    

Julio.

Pasaron un par de semanas desde la última vez que hablé con Víctor, el hermano mayor de André, al no conseguir nada en quince días decidí pasar al Plan C, ataque directo, tendría que ganarme la confianza de Mariano para sacarle información, o simplemente encontrarla yo mismo, pero sería más fácil con él de mi lado.

Guido caminaba a un lado mío, íbamos hacía el colegio, el tampoco se veía muy concentrado, estaba en otro universo y casi ni parpadeaba, su mirada estaba en el suelo y sus manos estaban metidas en los bolsillos de sus pantalones.

—¿Te pasa algo?—levantó la mirada rápidamente y se giró levemente hacia mi.

—Solo estoy cansado.

—Hermano, a mi no me puedes mentir—Guido apretó sus ojos y soltó un suspiro—. Es por Giulia, no?

—Si, desde que nos besamos no he parado de pensar en ella, no se porque no me la puedo sacar de la cabeza.

—Sabes, nunca te había visto así, con ninguna chica, creo que te pasan cosas fuertes por Giulia.

—No, de ninguna manera, Giulia es sólo otra más—él negó con la cabeza, se lo difícil que es para él sentir algo por alguien, no soportaría el mostrarse vulnerable con alguien y que lo lastimen—. Pero en verdad me estoy volviendo loco, necesito encontrar la manera de sacarla de mi cabeza, yo estoy saliendo con Andy.

—Intenta pasar más tiempo con ella, invítala a salir.

—Puede funcionar, gracias.

—Va a funcionar, mis ideas siempre funcionan—le mostré una sonrisa arrogante mientras el ponía los ojos en blanco y reía.

—Creo que no extrañe al Julio engreído, prefiero al cursi.

Abrí mi boca y mis ojos en sorpresa y una gran sonrisa se formó en mi rostro.

—No puedo creer lo que acabas de decir, ¿acaso estoy soñando? ¿Guido Messina acaba de admitir que prefiere mi versión cursi?

—No estas soñando.

—Necesito grabar esto antes de que te arrepientas.

Los dos seguimos caminando hacia el colegio riendo y recordando momentos divertidos que pasamos antes de que se mudara.

(...)

André y yo charlábamos en una mesa en la cafetería, hoy Guido decidió pasar el descanso con Andrea.

—Creo que le gustará más el rojo—André estaba eligiendo un regalo para Agus, él nunca fue bueno en eso.

—Genial, comprare el rojo entonces.

A lo lejos pude ver como Guido se acercaba a la cafetería desanimado.

—André, ya vuelvo—él solo asintió y me observo levantarme y caminar lejos de la mesa.

—¿Qué haces aquí? Pensé que ibas a estar con Andrea.

—Peleamos, ella está enojada porque he estado muy distante y ya no pasamos tiempo juntos.

—Y eso es mentira?

Triangle Donde viven las historias. Descúbrelo ahora