Capitulo Treinta y Cuatro

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Isabela.

Los tres nos tiramos de golpe hacia Andrea, a quien no parece afectarle demasiado.

—Estas bien?—Jandino la toma de la mano y la invita a sentarse con nosotros.

—Eso creo, me duele un poco haber caído en su juego pero realmente nunca estuve enamorada así que podré superarlo.

—Si me necesitas, aquí estaré—él aprieta aún más su mano y le da una tierna sonrisa, de pronto siento que sobramos.

Antes de que pueda ponerme de pie, Andrea habla.

—Creo que el proceso será más fácil haciendo una fiesta, tengo una piscina en mi casa, podría invitarlos—ella se gira hacia nosotras y yo abro la boca en sorpresa, ¿acaso me estaba invitando a su fiesta?

—Gracias, pero no creo que Julia esté de acuerdo.

—Es mi mejor amiga, no mi mamá, tú y Julio están invitados, al igual que tu grupo de amigos—yo le sonrió en forma de agradecimiento, al parecer es buena persona, nada comparado con la odiosa de mi hermanastra, desearía que todo fuera como antes.

(...)

El fin de semana llega más rápido de lo que esperaba.

Julio pasó por mi en el auto de su padre y en este momento vamos camino a la casa de Andrea.

If I Can't Have You, de Shawn Mendes suena en la radio y Julio y yo la cantamos a todo volumen:—I can't write one song that's not about you, can't drink without thinkin' about you, is it too late to tell you that, everything means nothing if I can't have you?

Nos carcajeamos y seguimos cantando hasta quedar frente a una casa inmensa y muy bonita de color blanco con gris, Julio rodea el auto para abrir mi puerta y ayudarme a bajar.

La puerta está abierta así que entramos, al final del pasillo hay una gran puerta de cristal que lleva hacia el patio, que ya está repleto de gente, algunos dentro de la piscina y otros fuera bailando en el césped.

—Vinieron!—Andy corre hacia nosotros y nos abraza—. Llegaron justo a tiempo, la fiesta apenas comienza.

Me quite el vestido playero que tenía encima de mi traje de baño y Julio su camisa.

—No prefieres tomar algo antes?—le pregunto a Julio caminando por el borde de la piscina.

—No creo, no puedo esperar más para hacer esto.

—Para hacer que?—lo miro extrañada mientras el me da una sonrisa pícara. Él me toma de las manos y comienzo a entenderlo todo—. Oh no, Julio no lo hagas. No!

Los dos caímos juntos a la piscina y rápidamente salí a la superficie para quejarme.

—Idiota—le digo haciendo un puchero con mis brazos cruzados sobre mi pecho, él no puede parar de reír así que comienzo a salpicar haciendo que el agua entre a su boca.

Julio comenzó a toser y ahora yo era quien reía, paré cuando comencé a quedarme sin aire y mi estomago comenzó a doler.

—Te divertirse haciendo que me ahogara?

—Te divertiste lanzándome a la piscina?

—Buen punto, pero fue divertido, no seas amargada.

—Ahora soy amargada—finjo estar amargada y le doy la espalda.

—Estaba bromeando, ven aquí—Julio me toma del brazo haciéndome girar de nuevo para verme, después me acerca a él jalando mi brazo.

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